literatura, octubre 28, 2014

AJEDREZ TRUFADO DE ALCOHOL

El escritor Juan José Arreola (arriba) y el poeta Jaime Sabines, ambos mexicanos, disfrutaban de una amistosa enemistad en ajedrez. Eran rivales viejos y asiduos. Un periodista le preguntó a Arreola por sus enfrentamientos ante el tablero con Sabines.
«Bueno, con Jaime Sabines lo que pasa es que él me gana más partidas de las que yo le gano. Pero resulta una cosa: bebemos jugando y Jaime tiene una resistencia veinte veces superior a la mía. Cuando jugábamos tres partidas, de dos o tres horas cada una, yo entonces podía beber alguna bebida más fuerte, un coñac o un brandy. Ya en esos momentos me ganaba Jaime. Yo también le llegué a ganar y Jaime sabe que somos, de hecho, de la misma fuerza. Lo que pasa es que Jaime tiene mayor resistencia, no para jugar ajedrez, sino para beber y jugar.»
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1 comentario

  1. Anonymous 15:38, noviembre 01, 2014

    Sobre el mismo tema ya se publicado en este blog la anécdota de la partida entre Najdorf y Stoltz . Ver enlace (zappero)

    http://blog.antoniogude.com/2010/11/najdorf-y-el-tercer-mosquetero.html