Al margen de que ambos sean combates incruentos, difícilmente habrá dos juegos o actividades deportivas que tengan menos en común que fútbol y ajedrez. El fútbol es un deporte de equipo. El ajedrez, esencialmente individual, aunque a veces se hayan disputado partidas entre ciudades o colectivos, y aunque existan torneos llamados por equipos, en realidad se resuelven mediante el cómputo de una serie de enfrentamientos individuales. El fútbol es fundamentalmente físico, instintivo (cuando un futbolista piensa más de un segundo, lo normal es que pierda el balón o se equivoque). El ajedrez, reflexivo. En el fútbol las lesiones son frecuentes. En ajedrez, el único riesgo para la salud tiene que ver con la ansiedad o las fuertes emociones de una partida decisiva (decisiva o no: para un jugador, determinada partida, incluso de café, puede ser la partida de su vida). Los enormes estadios que acogen los partidos de fútbol contrastan con el restringido ámbito de un tablero en una mesa. Cierto que en ambos intervienen leyes estratégicas y tácticas, como en toda competición en la que cada bando cuenta con diversas unidades y que, en consecuencia, son las disciplinas técnicas que rigen las funciones de esas piezas, a fin de dotarlas de la mayor conexión y optimización posibles. Por otro lado, está claro que es común a ambos, como en cualquier otro deporte, la tensión competitiva.
La mayoría de los ajedrecistas parece sentir un virulento rechazo por el fútbol, pero también hay muchos otros que son aficionados al deporte más popular del planeta. Por ejemplo, el inolvidable MI Francisco José Pérez, triple campeón de España, que incluso ejerció de comentarista de fútbol en la radio cubana. Gari Kasparov es un apasionado seguidor y recuerdo que incluso escribió un artículo inflamable sobre el polémico partido Corea del Sur-España (Mundial de 2002), en el que los anfitriones eliminaron al equipo español gracias a un escandaloso arbitraje. Entre otros, también el número uno del escalafón mundial, Magnus Carlsen, se ha declarado forofo del fútbol y, en particular, del Real Madrid.
Es difícil encontrar un texto sobre ajedrez en el que aparezcan símiles con el fútbol o alguna relación con éste. En un libro mío (y pido perdón por autocitarme) hablaba de que aunque la línea recta sea el camino más corto entre dos puntos, no siempre es el mejor y, en ese sentido, comparaba algunas maniobras del ajedrez con el fútbol, donde el caracoleo y el zigzag (balón atrás, adelante, pase oblicuo, otra vez cesión atrás) puede ser la mejor forma de rentabilizar una jugada de ataque.
Es más que sabido que el ajedrez ha sido, es y seguirá siendo un inagotable filón de referencia para otras disciplinas o actividades, como recurso metafórico o fábrica de imágenes. Los medios de comunicación (ya sea radio, televisión o prensa escrita) utilizan a menudo símiles basados en el juego rey, y la legión de diabólicos mensajes publicitarios con que se nos bombardea a diario constituye un buen ejemplo de esa explotación.
Con motivo de la enorme popularidad del fútbol en nuestro país, que ha alcanzado ahora cotas increíbles gracias al triunfo de la selección española en la Copa del Mundo de Sudáfrica, no me parece inoportuno traer aquí a cuento una serie de artículos de la prensa, en los que, tratándose de fútbol, se menciona el ajedrez o se le compara con éste y que constituyen, creo, un interesante material sociológico de actualidad.
Helenio Herrera o Mister HH
La filosofía de Helenio Herrera: «Un rey para gobernar. Dos torres en la zaga. Los defensas han de ser altos y corpulentos. Dos alfiles para hacer goles. El resto, peones.»
(Citado por Miguel Ors, ABC, 15.11.1997)
La selección argentina
Entrenamiento de la selección argentina. Bielsa (el seleccionador) convierte el terreno de juego en un tablero de ajedrez.
(Pie de foto. AS, 15.6.1999)
La reina de Brückner
Brückner era el entrenador de la República Checa en la Eurocopa de Portugal (2004).
«El fútbol, para Brückner, se juega sobre un tablero parcelado y hay piezas que tienen un valor especial. Si en la selección checa él es el Rey, Nedved es su reina.»
(Diego Torres, El País, 25.6.2004)
Jaque a la reina
«Nedved, la mejor pieza del ajedrecista Brückner, lloró al lesionarse, temiendo no jugar contra Portugal, una cita que Dellas hizo imposible.»
(Al final, Grecia eliminó a los checos en semifinales).
(Diego Torres, El País, 2.7.2004)
Las alegres comadres del azar
(A propósito del Mundial de fútbol)
«Si las jugadas excepcionales pudieran programarse en una pizarra y resolverse en los entrenamientos, bastaría sentar a dos entrenadores ante un tablero. Pero las posibilidades combinatorias de una partida de once contra once, en un rectángulo rodeado por tóxicos efluvios humanoides bajo influjos celestiales, son infinitamente más incalculables que las variantes matemáticas de una partida de ajedrez.»
(Martín Girard, El País, 22.6.2006. Martín Girard es el seudónimo con que escribe de fútbol el escritor Gonzalo Suárez).
El ajedrez del fútbol
(A propósito del partido Málaga-Granada)
«El ajedrez es reconocido como un combate de inteligencias. Hay quien asegura que lo creó un sabio para matar el aburrimiento de un rey de la antigüedad, mientras que otros opinan que fue inventado por Marte, el dios de la guerra, para ganar los amores de Caissa, una ninfa del bosque, y proclamada por los adoradores del juego como la diosa del ajedrez. Historias y leyendas aparte, nadie duda de que el ajedrez revela la evolución de la táctica llevada a su máxima inspiración.
Valga la historia para explicar la batalla estratégica que Juan Ramón Muñiz y Antonio Tapia diseñarán hoy sobre el tablero de La Rosaleda.
(…) Y es que este Málaga está dispuesto a darle un jaque mate a la liga antes de lo previsto.»
(Javier Cintora, Málaga Hoy, 12.1.2008)
(continuará)
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Jaque a la reina
«Nedved, la mejor pieza del ajedrecista Brückner, lloró al lesionarse, temiendo no jugar contra Portugal, una cita que Dellas hizo imposible.»
(Al final, Grecia eliminó a los checos en semifinales).
(Diego Torres, El País, 2.7.2004)
Las alegres comadres del azar
(A propósito del Mundial de fútbol)
«Si las jugadas excepcionales pudieran programarse en una pizarra y resolverse en los entrenamientos, bastaría sentar a dos entrenadores ante un tablero. Pero las posibilidades combinatorias de una partida de once contra once, en un rectángulo rodeado por tóxicos efluvios humanoides bajo influjos celestiales, son infinitamente más incalculables que las variantes matemáticas de una partida de ajedrez.»
(Martín Girard, El País, 22.6.2006. Martín Girard es el seudónimo con que escribe de fútbol el escritor Gonzalo Suárez).
El ajedrez del fútbol
(A propósito del partido Málaga-Granada)
«El ajedrez es reconocido como un combate de inteligencias. Hay quien asegura que lo creó un sabio para matar el aburrimiento de un rey de la antigüedad, mientras que otros opinan que fue inventado por Marte, el dios de la guerra, para ganar los amores de Caissa, una ninfa del bosque, y proclamada por los adoradores del juego como la diosa del ajedrez. Historias y leyendas aparte, nadie duda de que el ajedrez revela la evolución de la táctica llevada a su máxima inspiración.
Valga la historia para explicar la batalla estratégica que Juan Ramón Muñiz y Antonio Tapia diseñarán hoy sobre el tablero de La Rosaleda.
(…) Y es que este Málaga está dispuesto a darle un jaque mate a la liga antes de lo previsto.»
(Javier Cintora, Málaga Hoy, 12.1.2008)
(continuará)
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Anonymous 07:17, marzo 25, 2013
En el ajedrez el único riesgo tiene que ver… ¿con la ansiedad? Pues es posible pero maestros como Stahlberg, Simagin, Bagirov, Gipslis o más recientemente Karen Asrian quizás tendrían algo más que decir al respecto desde sus tumbas. Sí, detesto el fútbol: ese deporte aburrible y que ponen hasta en la sopa; saturador y jartible a más no poder y que tiraniza los espacios de deportes con un protagonismo excluyente casi vomitivo. Panem et circenses. Salud.