cine, febrero 21, 2012

AMAR CON HUEVOS REVUELTOS

MARLENE DIETRICH
Este artículo no tiene intención de referirse a la popular serie televisiva ‘Amar en tiempos revueltos’, ya en su quinta temporada, pero puede considerarse una alusión irónica.
La gran actriz, cantante y espectacular Marie Magdalene Dietrich, conocida como Marlene, nació en un suburbio de Berlín el 27 de diciembre de 1901.
Tras algunas apariciones en teatro y revistas musicales, Josef von Sternberg la descubrió para el cine, haciéndola debutar en El ángel azul (1929). Seguiría una estrecha colaboración a muchas bandas (profesional, sentimental y de relaciones públicas). Von Sternberg modeló a la estrella a su gusto, porque además era un auténtico maestro en el arte de fotografiar y sabía, como nadie, sacar el máximo partido a la iluminación, en particular a los primeros planos. Seguirían otras películas de mayor o menor éxito, como Morocco (1930) o Blonde Venus (1932) (¡una bellísima Marlene!), o The Fashion Side of Hollywood (1935).
Shanghai Express (1932) fue lanzada con un eslógan que habría hecho las delicias del genio del marketing cinematográfico, David O. Selznick: «A Shanghai llega gente de todas partes, por las más diversas razones. Todas ellas malas.»
Pero el hechizo se rompió y von Sternberg se quedó solo. Auténtica diva, mujer de carácter, con el inconfundible sello de la mujer fatal, es justicia recordar aquí Dishonored (1931, también conocida como Agente X-27, aunque en los países de habla hispana se distribuyó igualmente con un bonito título: Fatalidad). Esta película, que me perdone von Sternberg, pero, maestro, qué mala, malaza. Contiene, sin embargo, una gloriosa secuencia final, de la que soy su más fiel devoto, y que considero una de las más hermosas en la historia del cine clásico. La agente X-27 es juzgada como espía y condenada a muerte. Pide dos últimas voluntades: un piano y un vestido elegante, a la altura de las circunstancias. Será fusilada al amanecer. Cuando el pelotón de fusilamiento se acerca por el corredor de la prisión, Marlene interpreta ‘Olas del Danubio’ de Ivanovich. Un vals precioso. Termina la pieza y, coqueta hasta el fin, pide al oficial del pelotón que le preste su sable, que utiliza como espejo mientras se da carmín en los labios.
Grandes directores la incorporaron a alguna de sus películas. Como Billy Wilder, en A Foreign Affair (Berlín Occidente) (1948). Como Alfred Hitchcock, que le dio un papel secundario, pero de gran impacto en Stagefright (Pánico en la escena, 1952). Cantaba muy bien y había trabajado su voz desde sus primeras actuaciones escénicas en Berlín o Viena. Así que cantó como nadie ‘La Vie en rose’, que será inmitable en la inimitable voz de Edith Piaf, pero que a mí me parece incomparable en la incomparable voz de Marlene, miel y aguardiente con un toque canallesco. Por cierto que también tocaba la sierra, ese extraño instrumento, que se hace sonar con un arco, como el violín.
Admirada y deseada por todos, la Dietrich tenía el inequívoco sello de la mujer fatal, de la diva inaccesible y, a la vez, promiscua. Tuvo numerosos amantes. Te miraba con una visión cenital, mezcla de desdén y de superioridad irónica: pero en el fondo no era más que ternura. Sin embargo, parece que en la intimidad ejercía más de madre o de mujer protectora que de amante al uso, con erotismo desenfrenado. Así, hay numerosos testimonios de que lo que en realidad le gustaba a Marlene era cocinar para sus parejas de turno, y pasaron a ser famosos sus excelentes ‘huevos revueltos’, codiciados por todo Hollywood.
Ya madura, protagoniza en 1952 un curioso western: Encubridora (Rancho Notorious), bajo la dirección de Fritz Lang, y en 1958 Orson Welles la contrata para el inolvidable personaje de la vidente Tanya en Sed de mal, una extraña película de gran calidad. Ese mismo año la rescata Billy Wilder para la excepcional Testigo de cargo, en la que borda el papel protagonista de Christine Volle: maravillosa competición de egos y talentos, con Charles Laughton y Tyrone Power.
Recluida desde años en una habitación de hotel, Marie Magdalene Dietrich nos deja, en París, el 6 de mayo de 1992.
«Gracias a Dios que soy berlinesa. Y digo gracias a Dios, porque el peculiar sentido del humor berlinés me ha permitido sobrellevar las adversidades de la vida.»

HUEVOS REVUELTOS A LA MARLENE
3 huevos
2 cucharadas de agua mineral
media cucharadita de sal
una pizca de pimienta
una pizca de tomillo
una cucharada de perejil fresco recién cortado
1 cucharada de cebollinos frescos recién cortados
2 cucharadas de nata líquida
200 gr de mantequilla.
Mézclense los huevos con el agua, la sal, la pimienta, el tomillo y el perejil. Añádase la nata. Permítase que la mantequilla se deshaga en una sartén caliente, antes de echar los huevos en la sartén. Espere un momento antes de revolverlos para que los trozos sean mayores. Cocine durante cinco minutos. Sírvase con los cebollinos frescos recién cortados.
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7 comentarios

  1. Anonymous 14:29, febrero 23, 2012

    Antonio:de pronto ese «asomo», es el que aparece en el libro «Hablemos con el diablo» de Hitchcock, una recopilación de cuentos, en el cual aparece uno escrito por Mathieson Theodore, titulado:»El compañero de ajedrez»
    Jairo

  2. Antonio Gude 18:22, febrero 22, 2012

    zappero. Gracias por la información. Mea culpa en lo de Tyrone Power: ¡qué trampas te tiende la memoria! ¿Puedes aportar más información sobre la afición de Lang, Welles y Hitchcock al ajedrez? De Welles he traducido una biografía y no se menciona al ajedrez ni por asomo.

  3. Anonymous 18:05, febrero 22, 2012

    En este enlace se puede ver la foto con Rosetto (y otras de Marlene)que Jairo menciona:

    http://divadietrich.tumblr.com/page/2

    En este otro aparece jugando con John Wayne usando un ajedrez de bolsillo durante el rodaje de la película Pittsbourgh en 1942:

    http://www.gonemovies.com/WWW/Hoofd/A/PhotoLarge.php?Keuze=WayneDietrichPittsburgh

    Curiosamente todos los directores mencionados fueron aficionados al ajedrez: Von Sternberg, Lang, Wilder, Welles y Hitchcock.

    Una corrección: Tyrone Power no trabaja en «A foreign Affair», titulada en España «Berlín- Occidente». El protagonista es John Lund.
    zappero

  4. Lilita! 23:52, febrero 21, 2012

    VOY A PREPARAR LA RECETA MI MAESTRO GUDECITO!

  5. Antonio Gude 19:32, febrero 21, 2012

    No lo sé, Elez. No soy un experto. La receta es la original fiel de la Dietrich. Pruébalo…

  6. elez 18:21, febrero 21, 2012

    5 minutos?? creo que es mucho

  7. Anonymous 17:18, febrero 21, 2012

    Curiosidades sobre Marlene Dietrich:
    -De ella dijo Groucho Marx que su nombre empezaba como una caricia (Marlene) y acababa como un latigazo (Dietrich). Como una caricia, comienzan las partidas y terminan como un latigazo.
    – Se cuenta que el GM Argentino, Héctor Decio Rossetto, hizo parte del círculo de amigos de esta actriz, quién aparece en una foto, a su lado, cuando este jugaba una partida.
    -En:”Anatomía de un asesinato” de Otto Preminger, se compara el juicio con una partida de ajedrez, donde gana el más hábil e inteligente. Es lo que ocurre en:”Testigo de Cargo”, donde actúa nuestra Marlene.
    -En los “Juegos Panamericanos” de 1945, se jugó una partida de ajedrez viviente. Allí, estuvieron presentes Marlene y Humphrey Bogart, entre otros famosos del cine.
    -Últimas palabras de la actriz, a su confesor:”Ya sobran las palabras. Ahora lo que sigue es enfrentarme con su jefe”
    -“A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es encontrar al hombre al cual se le pueda ser fiel”MD.
    -“De la cabeza a los pies, estoy ajustada al amor”. (Canción de opereta que cantaba Marlene Dietrich en la película “el Ángel Azul”).
    -Más, en:”http://www.marlene.com
    Jairo