He descubierto dos breves fragmentos en la obra de este gran escritor, que hacen referencia a nuestro juego.
Modeste Mignon
Gallimard, La Pléiade, I, p. 598
Cette grande journée, où de si grands intérêts de coeur et de fortune furent résolus, n’offrit qu’un seul problème au grand veneur, celui de savoir si le cerf traverserait l’étang pour venir pourrir en haut du boulingrin devant le château, car les chasseurs de cette force sont comme ces joueurs d’échecs qui prédisent le mat à telle case.
Aquel gran día, en el que tan importantes intereses del corazón y de fortuna quedaron resueltos, no le planteaba más que un problema al gran cazador: saber si el ciervo atravesaría el estanque para pastar en los altos matorrales delante del castillo, pues los cazadores de ese calibre son como los jugadores de ajedrez, que pueden predecir el mate en tal o cual casilla.
Le Père Goriot
Gallimard, Livre de Poche, p. 253
Vous trouverez en moi de ces immenses abîmes, de ces vastes sentiments concentrés que les niais appellent des vices; mais vous ne me trouverez jamais ni lâche ni ingrat. Enfin, je ne suis ni un pion ni un fou, mais une tour, mon petit. (Vautrin a Rastignac).
Encontrará en mí esos inmensos abismos, esos vastos sentimientos intensos que los estúpidos llaman vicios; pero nunca podrá catalogarme de cobarde ni de ingrato. En fin, querido amigo, no soy un peón ni un alfil, sino una torre.
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