En relación con la entrada anterior, Luis considera que «perdedor podría ser un eterno aspirante, que se ve sorprendido por la aparición de jóvenes estrellas» (o algo así).
Hay casos de sorprendentes vencedores en el Campeonato de la URSS, como Vladimir Savon que, contra todo pronóstico, ganó el 39º (Leningrado, 1971), nada menos que con punto y medio de ventaja sobre Smyslov y Tal. O también el no menos inesperado triunfo de este último en el 24º (Moscú, 1957).
Un caso curioso es el del gran Leonid Stein, que ganó tres campeonatos en cuatro años: el 31º (Leningrado 1963), el 33º (Tallinn 1965) y el 34º (Tbilisi 1966). En el 31º empató en el primer puesto con Spassky y Jolmov, pero se impuso en el triangular de desempate.
Otra curiosidad podría ser que Gary Kasparov nunca ganó en solitario el Campeonato, pues en las dos ediciones en que quedó primero, fue empatado: en el 49º (Frunze 1981) con Lev Psajis, y en el archifamoso de 1988 (Moscú, el 55º), con Anatoli Karpov. En cierto modo, es una mancha en su brillantísimo palmarés.
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