Acabo de asistir a una charla/lección/conferencia de Richard Guerrero sobre MIJAIL TAL, en la sede del C.A. Barcelona-UGA (c/Juliá Portet, 5, ppal, Barcelona).
Muy buena exposición, con una introducción biográfica del Mago de Riga, algunas anécdotas, vídeos raros y poco conocidos (de joven en su casa, de cuando ganó el título mundial, del Torneo de Candidatos, Yugoslavia 1959, etc.) y, sobre todo, una docena de partidas y posiciones comentadas, muy bien comentadas, con análisis y reproducción gráfica muy plástica, a través de ChessBase, entre ellas las muy espectaculares (no olvidemos que RG es un paladín del AJEDREZ ESPECTACULAR) con Letelier (La Habana 63), la partida del Dragón de 1958 en unas simultáneas, con Nikitin, con Jasin, con Benko en el Candidatos 59, y una poco conocida con Zvorykina.
Quedó patente el dominio del tema por parte de Richard, muy seguro en sus comentarios y análisis y lo cierto es que fue una sesión muy agradable e instructiva. Un privilegio para los asistentes. Creo que estas sesiones son semanales y, en cualquier caso, Richard Guerrero las anuncia a través de Twitter y Facebook, así que atentos todos a este regalo.
Felicitaciones, Richard.
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Antonio Gude 19:29, mayo 24, 2013
Gracias, Jairo. El poema de Sorescu lo publiqué en el blog no hace mucho. Saludos.
Anonymous 18:58, mayo 24, 2013
Saludos,Antonio: Con la página de Richard, siempre se quedará uno corto en alabanzas:¡Es Magnífica! Aprovecho para adjuntarte el poema del Rumano Marín Sorescu (1936-1967, quien falleció por causa de cáncer de pulmon, pues era un fumador empedernido. El hizo con su poema «Ajedrez», un simil, comparando su vicio
por el cigarrillo, con el ajedrez.(J)
AJEDREZ
Yo juego un día blanco,
él juega un día negro.
Yo avanzo con un sueño,
él me lleva a la guerra.
Él me ataca los pulmones,
yo pienso un año en el hospital,
hago una combinación brillante
y le gano un día negro.
Él juega una desgracia
Y me amenaza con el cáncer
(que por ahora anda en forma de cruz),
mas yo le pongo por delante un libro
y lo obligo a una retirada.
Le gano otras cuantas piezas,
pero mira, la mitad de mi vida
está fuera de juego.
-¡Oh!, le daré jaque a tu rey y perderás el optimismo,
me dice él.
-No es nada, bromeo yo,
pues hago el enroque de los sentimientos.
Detrás de mí la esposa, los hijos,
el sol, la luna y los otros mirones
tiemblan ante cualquier jugada mía.
Yo enciendo otro cigarrillo
y sigo la partida.