A Iván Salgado y David Lariño
Un famoso entrenador de elite norteamericano, Jerry Lynch, que ha trabajado con atletas, equipos de baloncesto y rugby, sobre todo en el aspecto psicológico, publicó un libro muy interesante, en el que volcaba sus innovadoras ideas acerca del entrenamiento deportivo. Sigue un fragmento, que podría interesar a ajedrecistas ambiciosos:
«Muchos de los entrenadores y deportistas con que he trabajado están dispuestos a entrar en una zona de incomodidad para ser mejores. Admiran a los famosos ‘monjes maratonianos’ de Japón, que sufren un gran dolor para conseguir ‘su campeonato’, un estado de total conciencia y sensibilidad ante la vida. Estos monjes budistas se levantan cada día a la 1.30 de la mañana, con temperaturas bajo cero, en las altas montañas. Vestidos sin otra ropa que una túnica blanca y unas sandalias, corren arriba y abajo por las escarpadas laderas, entre 19 y 52 millas, hasta sumar un total de mil días, en un período de siete años.
En el budismo zen, el blanco es el color asociado con la muerte, de modo que si un monje no cubre un día su carrera, está preparado para el desenlace. Es un deshonor no finalizar la carrera, de modo que cada monje lleva consigo una pequeña espada, a fin de poder suicidarse si se rinde. Después de haber sumado unas setecientas millas, los monjes adoptan nueve días de ayuno, sin alimentos, agua, ni sueño. Un ayuno que la mayoría de la gente no cree posible. El entrenamiento transforma a los supervivientes, haciéndolos más agradecidos a la vida, más llenos de energía, receptivos y sensibles, capaces de escuchar el ruido de las cenizas que caen de una varita de incienso. Están radiantes, con una visión definitiva de la existencia. su sufrimiento, sacrificio y capacidad para afrontar la adversidad, les abre el paso a la grandeza espiritual. Los monjes maratonianos hablan acerca de la alegría que experimentan al haber soportado un viaje así.»
El nuevo entrenamiento deportivo
Jerry Lynch
Ediciones Tutor
Antonio Gude 17:47, octubre 26, 2011
Nadie pretende, Luis, que los jóvenes ajedrecistas imiten a los monjes maratonianos, pero sí que piensen sobre ello. Tal vez puedan servirles de inspiración.
Anonymous 17:47, octubre 26, 2011
Me ha gustado esta entrada especialmente. Un saludo de un fiel seguidor. Andrés González.
luis 17:34, octubre 26, 2011
Hombre, lo del sacrificio está bien… pero sin pasarse!
Anonymous 16:32, octubre 26, 2011
Un buen extracto para hacer mas atractivo el libro. Pienso que el mismo, lo deberian leer todos los jóvenes, no solo deportistas. Ello contribuiría enormemente a tener mejores seres humanos.
Jairo