literatura, octubre 28, 2010

DOS POEMAS

DOS POEMAS

Revista Internacional de Ajedrez nº 83, agosto 1994, p. 48

Rara vez se hallan intentos de definición del ajedrez con un tratamiento poético. A los famosos sonetos de Jorge Luis Borges pueden sumarse los poemas que siguen. El primero de ellos (dedicado a Rufus Henry Streatfeild Stevenson, directivo del ajedrez británico y marido de Vera Menchik) nos lo envía Edward Winter y fue publicado en la ‘British Chess Magazine’, en abril de 1943:

A la memoria de R. H. S. Stevenson

Dicen que el arte no sirve para nada;
Que las plácidas veladas jugando al ajedrez,
La emoción, el triunfo y la tregua
A las preocupaciones carecen de valor;

Y, no obstante, si todos aquellos cuyo fin
Es dañar al hombre jugaran al ajedrez,
Aún tendríamos en pie ciudades
Que ahora son polvo entre los muertos.
LORD DUNSANY

Juego antiquísimo por siempre nuevo,
mecánico en su técnica
y sin perjuicio de la fantasía
encerrado en una geometría rígida
aunque abierta a sus combinaciones,
en perpetuo aunque estéril desarrollo.
Pensamiento que cambia de rumbo,
matemática que es nada y es todo cálculo,
arte sin cánones artísticos,
arquitectura sin pilares y, empero,
más duradera que todos sus libros y
que todas las construcciones, único juego
que todos los pueblos en todo tiempo
han poseído y del que no se sabe
por qué dios fue traído a la tierra
para matar el aburrimiento,
para agudizar los sentidos,
para alimentar el alma…
STEFAN ZWEIG

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