ajedrez, marzo 15, 2024

EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

EL PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE (gracias, Profesor Heisenberg) parece regir también la vida y destino de las aperturas de ajedrez.

Quienes hayan presenciado algún post mortem del GM inglés Michael Adams habrán visto que cuando su oponente propone una jugada que parece irreprochable, su comentario, en la mayoría de los casos es “Hmm… Maybe…”, que sugiere un principio de aceptación, pero también una escéptica reserva.

En los últimos años, una serie de teóricos han estado dedicando sus investigaciones a la refutación y/o reivindicación del Ataque Fegatello en la Defensa Dos Caballos (1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Cf6 4.Cg5 d5 5.exd5 Cxd5 6.Cxf7). Un ataque que hace un siglo solía considerarse invencible.

Se ha consolidado, como un hueso muy duro de roer, la jugada 9.Ab3 (no pongo signos, porque los signos son veleidosos: aparecen y desaparecen como fantasmas y condicionan la evaluación de cualquier jugada, a efectos teóricos). Pero como algunos han encontrado defensas o posiciones igualadas casi hasta la jugada treinta, otros han vuelto a analizar la línea 6.d4. Así que las valoraciones de los expertos oscilan en un espectro muy amplio: entre “+-“ y “=”, con algunos osados que incluso reclaman mínima ventaja negra en algunas líneas.

Ahora bien, como el Fegatello tiene casi siete siglos de existencia, se ríe socarronamente de todos esos dictámenes y conclusiones. Se cree que fue Polerio el primero en analizarlo y jugarlo, entre 1575 (cuando asistió como espectador, en Madrid, al torneo entre sus compatriotas Leonardo da Cutri y Paolo Boi y los españoles Ruy López y Cerón) y 1600.

¿Refutado? Hmm… Tal vez. El campo de investigación teórica de las aperturas de ajedrez es un territorio cargado de incertidumbre.

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