Los escritores medievales creían que el ajedrez era un juego de invención griega y también que los juegos de tablero grecorromanos de la era clásica guardaban relación con el ajedrez. Tal creencia, a la luz de los hechos históricos, se enfrenta a fatales anacronismos y, lo que es peor, a la absoluta ausencia de referencias concretas al juego en la literatura grecolatina: un silencio que hubiera sido inconcebible de haberse practicado entonces el ajedrez.
Por otro lado, y como apuntó el historiador von der Lasa, si la petteia (juego de la forma sagrada) u otro cualquiera de los juegos clásicos hubiesen sido el ajedrez, los bizantinos no tenían por qué haber buscado otro nombre para el mismo.
Los historiadores admiten no disponer de mucha más información acerca de los juegos en el período bizantino (365-1450 d.C.), atribuyéndolo a la falta de expresividad de la literatura griega tardía, y reconocen su deuda con los especialistas del Renacimiento (como Johannes Meursius o Jules-César Boulenger), cuyas investigaciones y hallazgos siguen manteniéndose vigentes.
El ajedrez, no obstante, pudo encontrarse en la segunda fase de la época bizantina, por el intercambio entre el Imperio Romano de Oriente y la tardía monarquía sasánida y el califato abásida, además de la adopción general de las costumbres y lujos persas en la corte de Constantinopla.
La forma zatrikion tiene importancia en conexión con la fecha de introducción del ajedrez en el Imperio bizantino. Se presume que el conocimiento del juego tuvo lugar en una época en que los persas seguían utilizando el viejo término chatrang, y no el de los persas posteriores o árabes, que ya habían sustituido esa forma por shatranj. Eso significaba que la introducción en Bizancio debió haber sido anterior a la conquista mahometana de Persia, es decir, a mediados del siglo VII. Pero los historiadores parecen adoptar la aceptación inmediata de la nueva forma, cuando es posible que la vieja siguiese empleándose durante más de un siglo, lo que nos llevaría a fechar su desaparición no antes del tercer siglo del Islam (es decir, 830-930 d.C.).
La palabra zatrikion es ajena al griego clásico y puede demostrarse que responde exactamente al término persa chatrang, si contrastamos los alfabetos griego y persa. Según Forbes1, «el alfabeto griego no tenía una letra ni una combinación de letras que pudiesen expresar el sonido del persa ch, y como mayor aproximación emplearon la letra z. Por razones similares, debían transcribir la semítica sh (de shatranj), con una s o si, y eso dio finalmente la forma zatrikion.»
En cualquier caso, la introducción de la palabra zatrikion debe haberse producido en el siglo IX d.C., lo cual no significa que la práctica del juego comenzase entonces, pues, como demuestra la historia, el conocimiento de una cosa precede a su uso, en un considerable margen de tiempo.
El posterior geógrafo e historiador árabe al-Masudi (896-956) se refiere a los griegos, en relación con el ajedrez, en dos lugares de su Muraj adh-dhahab (Las praderas de oro). Al comienzo de su narración sobre la invención del ajedrez en la India, durante el reinado del mítico monarca Balhait, dice:
Los griegos (al-Yunaniyan), los bizantinos (ar-Rum) y otros pueblos tienen teorías y métodos especiales acerca de este juego, como podemos ver por las obras de los jugadores de ajedrez, desde los más antiguos, como al-Adli o as-Suli.
Y para concluir una digresión sobre las modificaciones del ajedrez (como el tablero circular, atribuido a los bizantinos), observa:
Los indios y los otros (griegos, persas y bizantinos), que juegan al ajedrez, han descrito la forma y movimiento de las piezas en el ajedrez, su disposición al comienzo de la partida, los diversos motivos que intervienen en su juego, sus peculiaridades y las clasificaciones de los qawaim y mufridat, y los tipos de los notables mansubat.
Las únicas referencias al ajedrez griego en los manuscritos árabes se refieren a Hipócrates, Galeno y Aristóteles. Al parecer, Hipócrates y Galeno encontraron en el ajedrez un fuerte antídoto contra la diarrea y la erisipela y lo prescribieron con éxito (un misterio fisiológico que se nos escapa), mientras que Aristóteles se ha citado en diversas fuentes como uno de los inventores hipotéticos del ajedrez.
La palabra zatrikion aparece, por primera vez, en obras relativas a la interpretación de los sueños, ciencia o disciplina inicialmente estudiada por los griegos, pero pronto recogida por escritores persas y árabes. Una de estas obras, inicialmente atribuida a Muhammad b. Sirin, pero que posiblemente sea de origen cristiano, puesto que se refiere a un sueño de al-Mamun (quien reinó entre 813 y 833 d.C.), trata, en su capítulo 241, Del zatrikion, de persas y egipcios, y en el que se lee:
Si alguien sueña que juega al ajedrez (zatrikion) con un hombre que conoce, se pelearán por cuestiones de dinero.
Si un rey o un noble o un general sueña que juega al ajedrez, pensará acerca del lugar idóneo en que presentar batalla al enemigo.
Si sueña que tomará muchas piezas en la partida, capturará muchos enemigos.
Si un rey o un noble o un general sueña que ha perdido o se ha visto privado de su zatrikion, perderá su ejército.
Sólo en el siglo XII hay una referencia al zatrikion, que permite asignar una fecha concreta. Se trata del 12º libro de la Alexíada, de la princesa Anna Comneno (1083-1153), con una biografía laudatoria de su padre, el emperador Alejo (1048-1118), en la que dice, acerca de las distracciones del emperador:
Tenía algunos buenos amigos con los que jugaba al ajedrez, un juego que había descubierto en el lujo de los asirios, y que éstos nos habían traído a nosotros.
En los tiempos de Anna Comneno Asiria no era ya un reino, pero podemos considerar su afirmación como una licencia poética para designar sin atenuantes el esplendor oriental.
(1) Duncan Forbes, History of Chess, Londres, 1860.
¿Quieres comentar algo?