ajedrez, junio 1, 2011

ESTRATEGIA EN ACCIÓN (1)

Uno de los libros más impactantes de esta década es ESTRATEGIA AJEDRECÍSTICA EN ACCIÓN (LCDA, 2004), de John Watson, un brillante ensayista y teórico de ajedrez que ya había revisado en profundidad los conceptos estratégicos y su aplicación al ajedrez actual, en Secretos de la estrategia ajedrecística.
En el libro al que hago referencia hay varios temas especialmente destacados y que me han llamado la atención por su lucidez y perspicacia. Watson no sólo pone el dedo en la llaga (el concepto o el principio sobrevalorados o subvalorados), sino que apoya sus conclusiones con la significación actual de los mismos, aportando, además, estadísticas de la alta competición.
El capítulo 2.1 (pp. 88-118 de la edición española) se titula Los peones de flanco tienen algo que decir, y puesto que eso es cierto, Watson nos dice mejor que nadie qué es lo que tienen que decir y cómo lo dicen. Siguen algunos extractos:

«El mayor cambio conceptual en la estrategia de apertura y de medio juego, en las dos o tres últimas décadas, tiene que ver con los avances de los peones de flanco. La teoría tradicional era extremadamente cautelosa en el empleo de los peones a, b, g y h, tanto en el ataque como para ganar espacio, excepto en circunstancias muy concretas. El cauto precepto general era que las jugadas de peón tienden a crear debilidades y, por tanto, deben evitarse de no estar plenamente justificadas. La regla particular de aplicación era que un centro estable, o mejor aún, un centro bloqueado era condición indispensable para el avance de peones de flanco. Esto se consideraba especialmente cierto en el caso de los peones del flanco de rey y, por la misma razón, para todo avance de peones del flanco en que se encontrase situado el propio rey. En las partidas comentadas, a menudo podemos ver que se atribuye la desventaja o la derrota a un ataque de flanco con el centro no estabilizado.
(…)
«Los avances de flanco pueden, a veces, constituir un debilitamiento permanente. Pero a menudo son deseables y/o necesarios, esté o no resuelta la situación central. La indicación más dramática del cambio (de mentalidad) que ha tenido lugar puede verse en los numerosos avances de flanco que se realizan en la primera fase de la partida.
(…)
Vale la pena considerar cuáles son las principales razones para efectuar avances de flanco en plena apertura. He aquí una breve lista:
1) La motivación más evidente es el ataque directo e inmediato al rey (…). Vale la pena señalar que es frecuente ver a jugadores fuertes recurriendo al ataque por fuerza bruta, vulnerando los principios tradicionales del juego central.
2) Otra razón para tempranos avances de flanco es desviar a piezas contrarias, a fin de aliviar la presión que éstas ejercen sobre la posición propia, eliminar defensores y entorpecer la coordinación de las piezas enemigas.
3) Las jugadas de flanco sirven, cada vez con más frecuencia, a un propósito profiláctico, es decir, impiden jugadas molestas de peón o pieza por parte del oponente.
4) Una importante razón posicional para los avances de peón de flanco es ganar espacio, con independencia de que exista o no un proyecto de ataque (…).
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(continuará)

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