Marlene Dietrich, con Rita Hayworth y Orson Welles, en Hollywood, en los años de la Segunda Guerra Mundial.
En 1931, Marlene Dietrich rodó, a las órdenes de Josef von Sternberg, la película FATALIDAD (también conocida como AGENTE X-27), realmente floja, flojita. Pero la película contiene una secuencia final memorable, sobre la que me permití escribir, en su día, un modesto poemita.
FATAL MARLENE
¿no es fatal enamorarse?
en un tiempo de desesperanza
la agente X-27 proclama su último deseo
un improbable piano en la provisional mazmorra
los inspirados compases de Olas del Danubio
preludian los amenazadores pasos sincopados
al amanecer
¿no es fatal enamorarse?
¿qué gesto puede superar al reflejo
del carmín en el sable de un oficial?
el paseo ritual de una mujer hermosa
Marlene por más señas
eleva la figura de seda contra el paredón
a la categoría de arte mayor
y convierte al pelotón de fusilamiento
en un puñado de soldaditos de plomo
+
Anonymous 07:05, septiembre 06, 2012
Desde luego, Marlene Dietrich sí que era «fatal». Creo recordar que quería volver a Alemania, para asesinar a Adolf Hitler. Pero, los aliados occidentales no estaban de acuerdo con utilizar esos métodos. Incluso con Hitler.
Antonio Miguel.