ajedrez, febrero 7, 2012

FISCHER (1992) SPASSKY

FISCHER vs SPASSKY (10-5)

Match-revancha 1992


1. Spassky y Fischer en una de las primeras partidas. Sveti Stefan.

2. Bobby Fischer, con su extravagante visera de telegrafista del Oeste, en la primera partida de Belgrado.

6 comentarios

  1. Antonio Gude 08:23, febrero 09, 2012

    Antonio Miguel. Respuesta pendiente. Mi opinión es que Fischer jugó muy bien. Kasparov exagera, un poco celoso, no porque él no pudiese jugar así, pues entonces sin duda podía jugar mejor, pero por el protagonismo del americano y todo lo que rodeó a aquel match. Cierto que Spassky había perdido fuelle, y no estaba muy al día en aperturas, pero subsiste la impresión de que Fischer jugó muy bien. Así lo dijeron muchos grandes maestros. Para empezar, considero a la primera partida una obra maestra, tanto en el plano estratégico (col a), como luego en el remate táctico en el flanco opuesto. El GM alemán Matthias Wahls, que la comentó para RIA, dijo: «Un brillante trabajo, que nos recuerda al Fischer de sus mejores días.» Pero hubo otras partidas impresionantes, como la 11ª.

    • Anonymous 14:45, febrero 09, 2012

      Gracias por la respuesta Antonio. Yo he analizado a fondo esa primera partida, jugada a jugada; partiendo del Tomo cuarto de Kasparov, «Mis geniales predecesores». Y coincido contigo sobre la calidad del juego de Fischer, aunque también es verdad que Spassky le facilitó la tarea, al dejar demasiado expuesto su flanco de rey. Como bien demuestra Kasparov. Y al menos, en lo que se refiere a esta partida, es completamente objetivo.

      También estoy de acuerdo con el hecho de que el entonces Campeón Mundial estaba un poco celoso. De todos modos, asombra un poco que ¡en 2004! cuando publicó su libro sobre Fischer, y ya con la presencia de potentes y accesibles programas informáticos; Kasparov opinara igual que en 1992, sobre el conjunto del encuentro. Pero en ese libro, Kasparov, en mi opinión, intenta «desmitificar» al norteamericano constantemente. Algunas veces con razón, y otras sin ella.

      Aunque esto se sale un poco de tema. Debo decir que en el capítulo que escribió Kasparov sobre el cubano José Raul Capablanca, se produce el mismo fenómeno. En fin, es como si Kasparov quisiera, sutilmente, restar algunos méritos a los dos campeones mundiales que la posteridad considera más geniales. Mientras que los más afines a su estilo de juego (como Alekhine), reciben mejores críticas.

  2. Anonymous 18:52, febrero 08, 2012

    Saludos Antonio. En relación a este encuentro, la cuestión más interesante quizá sea de cual fue la calidad del juego de Bobby Fischer, después de no jugar partida oficial alguna durante veinte años. Según Kasparov, el norteamericano jugó de forma bastante deslucida; mientras que Karpov considera que Fischer realizó un gran ajedrez, aunque obviamente a un nivel menor que en 1972. Me gustaría conocer cual es su opinión al respecto.

    Antonio Miguel.

  3. Anonymous 00:25, febrero 08, 2012

    Las partidas del match-revancha de 1992 son conocidas así como las circunstancias políticas que lo rodearon (presión internacional sobre Yugoslavia, carta del Departamento de Estado estaunidense a Fischer). El desprecio público de Fischer a dicha carta trajo como consecuencia convertirse en un prófugo de la justicia de su propio país.

    Es menos conocido el hecho de que Spassky escribiera una carta al presidente Bush, con motivo de su detención en Japón y su posible extradición, solicitando clemencia para Bobby.

    Hace pocos años asistí a una conferencia del propio Spassky y contaba que Fischer le decía a sus amigos:

    «Fijaos en lo que ha hecho por mí. Es mi enemigo-amigo»

    Sabido es que a Spassy no le gusta mucho escribir. De hecho es el único campeón que no ha escrito un libro, ni siquiera de sus propias partidas. Quizá ello contribuya a que se le conozca poco y esté infravalorado, pero este es otro tema.

    A falta de libro nos conformaremos con la carta. Está muy bien escrita y argumentada. Su último párrafo es precioso.

    Este es esu texto:

    Señor Presidente,

    En 1972 Bobby se convirtió en héroe nacional. Me vapuleó en el match de Reykjavik. La hegemonía soviética en ajedrez se colapsó. Un hombre contra todo un ejército. Poco después Fischer dejó de jugar. Repitió la triste historia de Paul Morphy. A los 21 años de edad, el legendario Paul había batido a los principales maestros europeos y se convirtió en el campeón extraoficial. Dejó de jugar y finalizó su trágica vida a la edad de 47 en New Orleans en 1884.

    En 1992, veinte años después de Reykjavik, hubo un milagro. Bobby resucitó y jugamos un match en Yugoslavia. Pero en aquel entonces había sanciones contra Yugoslavia prohibiendo a los ciudadanos estadounidenses cualquier clase de actividad en el territorio de Yugoslavia. Bobby violó las instrucciones del Departamento de Estado. Fue objeto de un pedido de arresto expedido el 15 de diciembre de 1992 por la Corte de Distrito de los EEUU. En cuanto a mí, como ciudadano francés desde 1978, no recibí ninguna sanción del gobierno francés.

    Desde el 13 de julio de 2004, Bobby ha estado detenido en el aeropuerto de Narita por infracciones inmigratorias. Los hechos subsiguientes han sido descritos por los medios.

    Es claro que la ley es la ley. Pero el caso de Fischer no es común. Soy un viejo amigo de Bobby desde 1960 cuando jugamos en Mar del Plata y compartimos los dos primeros puestos. Bobby es una personalidad trágica. Lo comprendí en aquel entonces. El es un hombre honesto y de buena naturaleza. Absolutamente no social. No es adaptable a los estándares de vida de todo el mundo. Tiene un muy alto sentido de la justicia y no está dispuesto a aceptar compromisos ni con su propia conciencia ni con la gente a su alrededor. Es una persona que hace casi todo contra sí mismo.

    No me gustaría defender ni justificar a Bobby Fischer. El es quien es. Solamente pido una cosa. Y es merced, caridad.

    Si por alguna razón eso es imposible, me gustaría solicitarle a Ud lo siguiente: Por favor corrija el error del presidente Francois Mitterrand en 1992.

    Bobby y yo cometimos el mismo crimen. Aplique sanciones también contra mí. Arrésteme. Y póngame en la misma celda de Bobby Fischer. Y proporciónenos un tablero de ajedrez.

    Boris Spassky,
    10º Campeón del mundo de ajedrez
    (agosto 7 de 2004)

    zappero

  4. Antonio Gude 18:40, febrero 07, 2012

    Gracias, estimado tocayo. No hay por qué creer lo que se dice, ni por qué decir lo que se cree… Portisch estudiaba y entrenaba mucho, muchísimo. Pero quizá, comparado con algunos jóvenes actuales, incluso parezca poco. La entrevista no me dice gran cosa, pero gracias de todos modos.

  5. Antonio MG 18:34, febrero 07, 2012

    Acabo de leer en Chessbase.com una buena entrevista a Portisch, donde habla del período que Fischer estuvo en Hungría. Parece ser que analizó mucho tiempo con Fischer (yo me pregunto para qué analizaba tanto sino quería jugar) y en una conversación le salió diciendo que admiraba mucho a… ¡Botvinnik! Fischer no deja de ser, una vez muerto, una caja de sorpresas.

    «He said something about Botvinnik, when we analyzed Botvinnik’s games, and this is why I am not a Hungarian Botvinnik. He said, in these exact words, “Look, Botvinnik was always very precise. Even in the smallest details, he tried to play very exact.” Bobby admired him very much.»

    También desmonta el mito de que Portisch analizaba 8 horas todos los días, parece que no fue para tanto.