ajedrez, enero 11, 2012

GEORG MEIER

Entre los jóvenes grandes maestros, Georg Meier (2659 Elo), nacido en Alemania y vive en Texas, con buenos resultados últimamente, debe tener algo especial.
En el cuestionario NIC responde a las preguntas temáticas:

¿Cuál es su jugador favorito de todos los tiempos?
Vassili Smyslov. Desde que leí su colección de partidas de niño simpaticé mucho con él y me resulta triste no haber podido conocerlo personalmente. Su juego y su actitud hacia el ajedrez me produjero una profunda impresión que me ayudaron a formar mi estilo.

¿Qué libro ha ejercido mayor influencia sobre usted?
‘Endgame Virtuoso’ de Vassili Smyslov.
(…)

¿Cuál es el mejor país ajedrecístico del mundo?
Es cuestión de apreciación personal, claro, pero sólo hay dos países en los que he sentido un amor especial por el ajedrez: Rusia y Armenia, una impresión que me ha hecho feliz como jugador. Lamentablemente, no he tenido esa sensación en Alemania.
(…)

¿Quién o qué le gustaría ser, si no fuese usted mismo?
El inventor de una máquina del tiempo.
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3 comentarios

  1. Antonio Gude 13:42, abril 17, 2012

    Anónimo. Creo que debe responderte Jairo, que fue quien empleó la palabra.

  2. Anonymous 12:15, abril 17, 2012

    Es primera vez que leo en este caso esa palabra ubicuidad; pero me parece muy interesnate como utilizas eses ejemplo pero no lo he entendido muy bien.

  3. Anonymous 18:21, enero 11, 2012

    Existe un refrán que dice:»Entre gustos, no hay disgustos». Respecto a la «máquina del tiempo», que nos recuerda a H. G. Wells, mi pensamiento es el siguiente:Construir una «máquina del tiempo», siempre será ciencia ficción.Ello implica inmortalidad y contradicción. Segun sus principios, viajando al pasado, podríamos encontrar a Hitler(Inmortalidad ad infinitum). Pero tambien podría darse, que 4 exploradores, podrían viajar al pasado simultáneamente:uno, a 1910, otro, a 1920,el siguiente a 1930 y el 4o. a 1940, encontrandose cada uno, a un Hitler con diferentes edades:problema de ubicuidad, propiedad exclusiva de Dios, pero siendo siempre el mismo. Luego, enfrentamos así una contradicción
    Jairo