La intervención de la fatalidad del «todo está escrito» se insinúa en el siguiente fragmento de ‘La guerra de las salamandras’ del escritor checo Karel Capek (1890-1938).
«Yo estaba jugando al ajedrez con Belamy en el hall del Hotel de Francia, en Saigón… Perdí la partida. De repente me pareció que cada jugada sobre el tablero había sido realizada ya por otra persona y en otra ocasión.
Tal vez nuestra historia haya sido ya ‘jugada’ y henos aquí a punto de mover nuestras piezas con los mismos gestos y con los mismos errores…»
Capek, por cierto, fue quien introdujo el concepto y término robot, en su obra teatral de ciencia ficción Robots Universales Rossum, escrita en 1920 y estrenada en 1921.
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