Durante el llamado Match del Siglo (URSS-Resto del Mundo, Belgrado 1970), le preguntaron en una entrevista a Boris Spassky (vigente campeón del mundo entonces y primer tablero de la selección soviética) cuál era su partida predilecta. Spassky respondió: «Es difícil mencionar una sola de tus partidas, pero la que recuerdo con más cariño es una que jugué hace diez años con el jugador de Leningrado Reshko. Aunque los gustos varían con el tiempo…»
17 f5! Cxe5
Si 17 … exf5, 18 Txf5, y si 17 … Dxe5, 18 fxe6 Dxe6 19 Te1, en ambos casos con ataque.
18 fxe6 f6 19 Txf6! gxf6 20 Cxf6+ Rd8 21 Cd5 Dd6 22 Ag5+ Rc8
22 … Re8? 23 Dxe5!! (o también 23 Ah5+ Cg6 24 Cc7+ Dxc7 25 Dxc7; sirve igualmente el orden inverso: 23 Cc7+ Dxc7 24 Ah5+) 23 … Dxe5 24 Ah5++.
23 Ag4 Cxg4
Era éste un momento crítico, en el que había las siguientes alternativas:
a) 23 … Cbd7 24 exd7+ Cxd7 25 Axd7+! (25 Te1 b6 26 Df3 Ag7 27 Df7, con ventaja decisiva, según Spassky) 25 … Rxd7 26 Dg4+ De6 27 Cb6+ Rd6 28 Cxc4+ Rd7 29 Ce5+ Rd6 30 Dxd4+, y las blancas ganan (Semkov).
b) 23 … Dxd5 24 e7+ Rc7 25 e8D, con ventaja decisiva.
c) La mejor defensa parece 23 … Ag7 24 Ce7+ Rc7 25 Cf5 Dc5! (25 … Dxe6 26 Cxg7 Dd5 27 Af6 +-) 26 Cxg7 Rb6 27 e7, con ventaja (Semkov).
24 e7! Axe7?
Era mejor 24 … Txg2+, aunque después de 25 Dxg2 Ag7 26 Dxg4+ Cd7 27 Txb5, el ataque sigue su curso.
25 Dxg4+ Cd7 26 Cxe7+ Rc7 27 Af4 Ce5 28 Dg7! Rb6 29 Axe5 De6 30 Axd4+
Las negras se rindieron.
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Anonymous 00:54, abril 14, 2013
Precisamente durante el Match del Siglo Spassky ganó fulminantemente con negras a Larsen en una apertura Larsen, la especialidad del danés. El público ¡dos mil espectadores! aplaudió a rabiar.
Sería interesante saber si la elección de Spassky se produjo antes o despues de esta partida, una de las más famosas o quizá la que más.
La partida con Bronstein fué recogida por éste en su libro «200 Partidas Abiertas» donde comenta que al hacer 1… e5 ?? (sic) se olvidó del gusto de Spassky por el gambito de rey. Al final termina diciendo » El mirlo blanco que aleteaba sobre el tablero se posó en el bando del futuro campeón del mundo; es decir, entregó el premio a la belleza». Hermosas palabras del ajedrecista que más apreciaba la belleza en el juego y que no podía dejar de admirar la victoria de su rival. Todo un ejemplo.
Una de las jugadas más espectaculares de Spassky se produjo durante su partida con Averbaj (éste con blancas) durante el 23 Cto URSS, en Leningrado 1956. En una India de rey se encontró en una posición pasiva y jugó 16.. Cc6, desarrollando su caballo a tiro del peón d5 de su rival, que aceptó el sacrificio posicional despues de pensar durante ¡55 minutos!. La partida terminó en tablas a pesar de que Averbaj primero y luego Spassky pudieran ganar. La partida no es de las mejores pero merece la pena verse por la insólita jugada que confundió a su rival y permitió un contrajuego.
Otras partidas:
Spassky – Geller (6ª Match 1968): Una siciliana cerrada donde Spassky se impone estrategicamente y remata con un ataque directo al rey.
Spassky – Fischer (11ª Match 1972): Para ganarle al Super-Fischer de 1972 en una Najdorf del peón envenenado hay que ser Super-Spassky.
Kasparov – Spassky (Tilburg 1981 y Niksic 1983): Astutamente Spassky elige la India de Rey contra el mejor paladín de dicha apertura en ese momento. Se impone en ambas a pesar de la superioridad inicial de Kasparov. En los comentarios de «Mis geniales Predecesores» se puede apreciar la fuerza psicológica de Spassky y su tesón en la defensa.(zappero)
Anonymous 08:16, marzo 23, 2013
Según el libro de Nunn, de las mejores partidas de todos los tiempos. El mejor juego de Spassky sería contra David Bronstein, en 1960. Cuando ganó mediante un gambito de rey. Se puede estar de acuerdo con esta opinión. Aunque lógicamente es discutible.
Anonymous 18:51, marzo 21, 2013
Conociendo Tantas partidas de Spassky, es obvio pensar que su respuesta fue una ligereza. Él siempre ha tenido fama de “lenguiflojo” “Se está por rifar una trompada y él no sabe que tiene todos los números”: desde sus 18 años, Spassky se ha caracterizado por hablador”, “tal vez demasiado, podría decirse”, comentó Averbach. Se comentaba su “léxico Tolush”, es decir, expresiones adquiridas de su entrenador, con un argot plagado de palabrotas. David Bronstein cuenta que en 1960, cuando él y Spassky fueron a Argentina a jugar en Mar del Plata, Bronstein le dijo que debían hacer una visita de cortesía a la embajada soviética, Spassky lo rechazó, diciéndole “David Ionovich, ve tú, yo no. Pertenezco a una generación distinta, donde estas reglas no se aplican”. Spassky era un actor natural, solía imitar las voces de las “vacas sagradas” del ajedrez soviético, como a su maestro Bondarevsky, a Averbach, y especialmente a Botvinnik. En una ocasión, en las oficinas de la revista Shakhmaty URSS, hasta se atrevió a imitar a Lenin, “Trabajadores de todos los pueblos, ¡uníos!”, dijo, y luego añadió de su propia cosecha “¿Pero uníos para qué?”. Para mí, esta partida puede ser su predilecta, pero está muy lejos de ser su mejor partida. Reshko nació en 1927, y murió en 1984. (J)