LA PUNTUACIÓN POR EQUIPOS
Antonio Gude
El carácter antinatural de la lucha en ajedrez por equipos queda reflejada en el hecho de que no es, propiamente hablando, una confrontación «en equipo», sino una serie de confrontaciones individuales cuyos resultados unitarios se aglutinan en un resultado que, supuestamente, refleja la realidad deportiva global.
Las partidas de exhibición del pasado, en las que un grupo de jugadores se enfrentaban a otro en consulta, son mucho más representativas de lo que podría considerarse ajedrez «en equipo». Ahora bien, nos gusta la forma actual en que los colectivos de ajedrez se enfrentan entre sí, lo que, en cualquier caso, no significa que la denominación «por equipos» tenga mucho sentido.
Resulta preocupante la forma en que se ha ido generalizando la puntuación y las tablas de posiciones en este tipo de competición por equipos: los puntos de partida se suman una y otra vez y tienen prioridad sobre todos los demás factores. Se suman, primero, para determinar quien ha ganado el match y se suman luego para saber quién va delante. Ahora bien, esta forma de escalonar a los equipos es ilógica y, por tanto, obsoleta. Viene a ser algo así como dar prioridad a la suma de goles de un equipo de fútbol y anteponerlo a los resultados finales de partido (puntos de partido). Si un equipo mete, por decir una cifra absurda, diez goles en dos partidos que, pese a todo, ha perdido, podría estar por delante, siguiendo los criterios de esta clasificación, de otros que sólo han metido dos pero que han ganado esos dos partidos por 1-0.
De forma similar, parece más lógico en ajedrez disponer los equipos por puntos de match y sólo después concederle importancia a los puntos de partida acumulados. No ignoramos que tiene su lógica hacerlo como hasta ahora, considerando lo atípico de la confrontación y, por tanto, la importancia intrínseca de cada partida, pero, puesto que hoy en día se barajan importantes intereses como los del público o los meramente emocionales, sería deseable que el sistema de puntuación basado en puntos de match tuviese preponderancia. De esa forma se daría prioridad igualmente a una racionalidad más «deportiva», más en línea con el concepto «unidad de lucha», que tiene vigencia en deportes masivos (como el tenis) donde el partido consta de unidades, en forma de cajas chinas: punto, juego y partido, y donde un jugador puede totalizar mayor número de puntos perdidos y aun así ganar el partido.
REVISTA INTERNACIONAL DE AJEDREZ nº 76
enero 1994, página 25
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