MATAR UN RUISEÑOR
To Kill a Mockingbird
Robert Mulligan (1962)
sobre la novela de Harper Lee
—
Un abogado viudo, con dos hijos pequeños (un niño y una niña) ejerce su profesión en el Sur de Estados Unidos, conviviendo con los eternos prejuicios raciales. Y la ejerce con esa perla rara que es la integridad, y con su corolario, la comprensión y el liberalismo.
Los dos niños son todo un hallazgo y las secuencias entre padre e hijos memorables. También lo es la considerable presencia de un personaje (el loco) que supuso el debut en el cine de ese formidable actor que es Robert Duvall. Un inofensivo perturbado que deja pequeños regalos a los niños en el hueco de un árbol.
Los temas que ocupan al abogado, las vivencias de los niños, la atmósfera general de la pequeña ciudad sureña, propia de un relato de William Faulkner, eran idóneas para un cineasta como Robert Mulligan, tan dotado para captar la riqueza humana de la novela y dotarla de su peculiar poesía. Todo un clásico del cine clásico. Seamos redundantes cuando debemos serlo.
¿Pero era un ruiseñor?
En inglés ruiseñor es ‘nightingale’. Mockingbird significa sinsonte (cenzontle en Latinoamérica). Pero claro eso no nos diría nada, o muy poco.
+
ina 10:18, octubre 23, 2014
Magnífica y atractiva reseña.