literatura, marzo 29, 2011

Naturaleza del ajedrez

Baruch H. Wood (1909-1989) fue un jugador inglés que ganó algunos torneos menores, conocido sobre todo por haber fundado la revista CHESS, de la que, como él decía, era «editor, director, redactor, distribuidor y ciclista». Escribió una interesante enciclopedia,

History of Chess, aunque su título no es muy apropiado, porque contenía los más diversos temas (anécdotas, aspectos competitivos, partidas, curiosidades, ilustraciones, grabados, y sólo un breve resumen histórico). Uno de los temas que debatía era la naturaleza del ajedrez, y citaba la aportación de Boris Vainstein al respecto: «B. Vainstein sugirió que podríamos comenzar por tratar de definir de qué estamos hablando. Según él, la palabra ajedrez contiene más significados de los que podría suponerse. Podría ser: (1) una partida que se juega en el tablero; (2) una partida que se juega por correspondencia (ya sea por correo, por radio o por teléfono); (3) una partida en el marco de una investigación (por ejemplo: la búsqueda de una mejora en la apertura) o de una experiencia estética (por ejemplo: creación de un problema o un estudio); (4) un ejercicio mental, como la resolución de un problema; (5) teoría en el pleno sentido de la palabra, es decir, el corpus de conocimientos y técnica que el ajedrez contiene; (6) su origen e historia. Si decimos que el ajedrez es un arte, concluye Vainstein, no nos referimos a ninguna de estas manifestaciones en particular, sino a todas ellas consideradas en conjunto. Si, de todos modos, alguien sostiene que el ajedrez sólo es un juego, entonces ese alguien se limitaría a la primera de las manifestaciones relacionadas.» No es que nos descubra nada nuevo, pero sirve como punto de partida para un ejercicio de reflexión, siempre muy saludable. +

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