Revista Internacional de Ajedrez nº 83, agosto 1994, p. 47.
En 1979 comenzó Michael Basman a jugar asiduamente el Ataque Grob (1 g4), que además sublimó, respondiendo 1 … g5 a 1 e4. Basman, maestro internacional y enfant terrible del ajedrez británico, mortificó a todos los jugadores del circuito con sus temibles extravagancias, de las que pasaría a posturas aún más radicales. Pero de eso hablaremos luego.
En 1991 Basman publicaba en Pergamon The killer Grob, obviamente no refiriéndose a que Henri Grob, su inspirador y maestro, fuese un asesino, sino al carácter mortal de su apertura. Aunque el autor desplegaba un minucioso estudio teórico del Grob, el libro se abría con una inquietante e inequívoca dedicatoria, a Jerrry Lee Lewis, el padre del rock-and-roll, también apodado The Killer y proseguía con una enumeración de las víctimas de la apertura.
En los tests que siguen, y para epatar del todo, Basman recomienda el uso de un aparato imaginario, el grobómetro, que sirve para medir (nuestras) habilidades en el manejo del Grob. Cuando sus indicadores se hallan bajo mínimos, el grobómetro conforta con el consejo: «Juegue el Gambito de Dama.»
Aquellos que hayan soportado la tortura mental, verán que la obrita se cierra con el texto de una canción de Sandy Denny, entre cuyas admoniciones nos fustiga con un pequeño brote de sadismo: «Dios bendiga a los pobres, que no tienen nada, por más que lo hayan intentado.»
Basman apuntaba a tentativas más radicales, como 1 a3 o 1 h3. En el último torneo de Hastings, por ejemplo, practicó el terrorismo de apertura en cuatro ocasiones. Veamos:
Basman-A. Cohen: 1 h3 e5 2 a3 d5 (1-0).
Basman-Yakovich: 1 h3 e5 2 a3 d5 (0,5-0,5).
Basman-J. Parker: 1 h3 d5 2 a3 h5 (1-0).
Harman-Basman: 1 e4 h6 2 d4 a6 (0-1).
En el reciente Open de Islington, Basman produjo una de las mejores partidas de los últimos tiempos, contra el GM Stefan Djuric. Vale la pena echarle un vistazo.
Basman-Djuric
Islington 1994
Apertura Basman (A00)
1 h3 b6 2 c4 c5 3 Cc3 g6 4 Cf3 Ag7 5 d3 Cc6 6 e4 d6 7 g4 e6 8 Ag2 Ce5 9 Ch2 g5 10 Cf1 Ab7 11 Cg3 Cg6 12 Ch5 Ae5 13 Da4+ Rf8 14 Ce2 Ch4 15 0-0 Cxg2 16 Rxg2 d5 17 cxd5 exd5 18 Axg5 Dxg5 19 f4 De7 20 fe5 Td8 21 Txf7+ Rxf7 22 Tf1+ Re6 23 Tf5 Dc7 24 Chf4+ Re7 25 Cc3 Ch6 26 Tf6 Cc7 27 Ccxd5+ Txd5 28 Cxd5+ Axd5 29 exd5 Cxe5 30 d6+ Dxd6 31 Txd6 Rxd6 32 Dxa7 Cd7 33 Da4 Te8 34 Df4+ Rc6 35 Dh6+ Rc7 36 Dxh7 Te2+ 37 Rg3 Txg2 38 g5 Txa2 39 g6 Ta3 40 g7 (1-0).
Obsérvese que ya en la jugada 11 el caballo de rey blanco había movido cuatro veces y que los golpes 18 Axg5! y 21 Txf7+!! y demás, tan espectaculares como efectivos, responden a una inspiración peculiar. Basman ha vuelto a las andadas.
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