En la primera crónica de la Neue Wiener Schachzeitung sobre el torneo internacional de Nueva York 1927, se publicaron dos partidas imaginarias, sin advertir que lo eran a los lectores, sino, por el contrario, afirmando que se habían disputado en la primera ronda. Eran éstas:
Grünfeld-Capablanca
Nueva York 1927
1 e4 e5 2 f4 d5 3 Cf3 dxe4 4 Cxe5 Ad6 5 Ac4 Axe5 6 fxe5 Dd4 7 De2 Dxe5 8 d4 Dxd4 9 Cc3 Cf6 10 Ae3 Dd8 11 0-0 h6 12 Ac5 Cbd7 13 Dxe4+
1-0
Alekhine-Reshevsky
Nueva York 1927
1 d4 e6 2 Cf3 f5 3 g3 Cf6 4 Ag2 d5 5 0-0 Ad6 6 c4 c6 7 Dc2 0-0 8 b3 Ce4 9 Ab2 Cbd7 10 Ce5 Df6 11 f3 Cxe5 12 dxe5 Ac5+ 13 Rh1 Cxg3+
0-1
Desde luego, imaginación no le faltó al redactor. Como ejercicio de mixtificación es apreciable, pues de haberse jugado realmente estas dos partidas, habrían constituido una grandísima sorpresa, no sólo por haber perdido Capablanca y Alekhine, los dos favoritos del torneo, sino por haberlo hecho, además, en sendas microminiaturas.
Por otro lado, Grünfeld no participó en dicho torneo, ni tampoco Samuel Reshevsky, que entonces tenía 15 añoa y, aunque había sido un niño-prodigio, no tenía aún talla para medirse a los gigantes del tablero.
Capablanca, como se recordará, ganó aquel famoso torneo, con una superioridad insultante (2,5 puntos de ventaja sobre Alekhine).
‘Neue Wiener Schachzeitung’, nº 4, 1927, pp. 4-5.
Antonio Gude 17:08, septiembre 13, 2011
+sobre el tema. A Jairo: Hace años, con motivo de una visita del Papa Wojtyla a España, dos conocidos periodistas me consultaron sobre los problemas del Papa. Me costó mucho convencerlos de que el Papa no sólo no había compuesto ningún problema de ajedrez, sino que ni siquiera sabía jugar (había una carta del Secretario del Vaticano afirmándolo). Te enfrentas a un muro: es el mismo mecanismo mental que cuando uno concibe un proyecto estrafalario y todo el mundo lo ve claro, familia, amigos y te lo desaconsejan. Pero tú quieres hacerlo y todos ellos juntos no pueden neutralizar la fuerza de tu deseo y no estás preparado para que te agüen la fiesta… Así que se sigue hablando de los problemas de Juan Pablo II y de las partidas de Stalin. Tal es la naturaleza humana…
Antonio Gude 16:57, septiembre 13, 2011
Todas esas partidas (o la mayoría), así como problemas atribuidos a Juan Pablo II, parecen haber sido obra de un mismo intoxicador francés, que se divierte con estas creaciones. Ha sido identificado por la revista ‘Europe Echecs’, pero la fuerza de divulgar mentiras resulta siempre más fuerte que la verdad, y han sobrevivido a los desmentidos. Esto es curioso pero da la razón al inefable Joseph Goebbels: «una mentira mil veces repetida se convierte en verdad.»
Anonymous 14:22, septiembre 13, 2011
Saludos,Antonio:
Descubro que en tu obra:”Perfecto tramposo de Ajedrez”, capítulo V:”El ajedrez que nunca existió”, presentas partidas apócrifas de Napoleón, Stalin y Einstein. En un artículo de Frank Mayer, se menciona también, una partida falsa del Papa Juan Pablo II, quien en una entrevista al respecto, respondió: Un hijo nos ha sido dado, acojámoslo como si fuera nuestro» (Isaías 9,5).
Jairo