otros temas, noviembre 2, 2010

PRESENTACIÓN DE REVISTA INTERNACIONAL DE AJEDREZ

Breve discurso de A. Gude

Sevilla, 30 octubre 1987
En el marco de actos del match Karpov-Kasparov por el Campeonato del Mundo

El ajedrez está protagonizando en nuestros días una auténtica revolución sociológica. En efecto, de patrimonio de las clases privilegiadas ha pasado a serlo de las clases populares para convertirse en un juego de práctica masiva. Ha dejado las cámaras reales, los salones aristocráticos o los casinos más o menos decadentes. Hoy en día se juega en clubes organizados, pero también en otras asociaciones, escuelas, hospitales, fábricas, parques y centros penitenciarios. Hasta los rompehielos siberianos juegan por radio contra las unidades de la Armada. Más aún, astronautas del Soyuz y del Cosmos han jugado desde la estratosfera contra sus colegas de la Tierra.
¿Qué papel cumple una revista especializada de ajedrez? Los aficionados al fútbol o al baloncesto pueden seguir estos deportes a través de la televisión o de los periódicos. El ajedrez, no. Aun con la honrosísima excepción de este Campeonato Mundial, que está recibiendo gran cobertura en los medios de comunicación, en la infinita mayoría de los casos no podemos saber qué está pasando en el mundo sin el auxilio de las revistas técnicas: partidas, tablas de clasificación, entrevistas, rankings únicamente podrán encontrarse en una revista especializada. Ésta es nuestra justificación. ¿Y nuestro objetivo? Difundir el ajedrez constituye nuestra meta.
Con esta revista, inicitiva de unos editores dinámicos, a quienes desde aquí agradezco que hayan apostado por el ajedrez, pretendemos introducir una mayor versatilidad en el tratamiento de diversos temas, como historia del ajedrez, composición, ajedrez y computadoras, ajedrez por correspondencia, etc., amén de una especial atención a los ya mencionados temas de actualidad. Cabe señalar, además, nuestro deseo de convertirla en muy participativa, con numerosos concursos e invitaciones a nuestros lectores. La introducción de la notación algebraica, por otra parte, con figuritas sustituyendo a la clásica inicial de la pieza, constituye una innovación en nuestro país, que esperamos sea apreciada.
¿A qué público nos dirigimos? A un público amplio, compuesto por un abanico de lectores que va desde el ajedrecista experto al aficionado, continuando por una tarea de inducción de cara a un público inicialmente interesado, pero que aún no ha dado el primer paso.
Espero que a todos ustedes les guste el ajedrez. De otro modo, no tendrían sentido estas palabras: el ajedrez se presta muy poco a la ambigüedad emocional. O nos gusta (nos apasiona) o no nos gusta.
Alguien me ha preguntado cuál es la línea política de la revista. En principio, parece obligado responder que una revista técnica no tiene por qué tener una línea política, lo que tampoco supone que carezca de una línea de pensamiento. Pero en nuestro caso, puedo dar una respuesta: nuestra línea política es la del terrorismo fisiológico. Al igual que el poeta francés Paul Eluard, quien dijo que «la poesía es contagiosa», queremos contagiar, envenenar a la gente de ajedrez. Llegar, cuando menos, a la fiebre del ajedrez, como resumía magistralmente en su día el cineasta Pudovkin.
Permítasenos, por último, recurrir a una nueva cita literaria, con el ajedrez como protagonista. Nabokov, en su libro La Defensa Luzhin (visiblemente inspirado en la vida de Alekhine), escribe: «Las piezas no conocían la piedad. Lo atraparon y absorbieron. Seguramente había un gran horror en todo esto, peero también una gran verdad, porque, después de todo, ¿qué otra cosa existía en el mundo, aparte del ajedrez?».
La vida es el gran juego, pero dentro de la vida, el más grande de los juegos es nuestro querido y milenario juego del ajedrez.
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