otros temas, febrero 5, 2011

PRINS Y DONNER

Lodewijk Prins (1913-1999) puede que no fuese un gran jugador, pero era uno de los mejores jugadores holandeses en el ocaso de Euwe y hasta la aparición de Donner.
Ganó algunos torneos internacionales (Beverwijk 1948, Madrid 1951) y representó a su país en doce olimpiadas (entre 1937 y 1968). En 1982 la FIDE le concedió el título (supongo que honorífico) de gran maestro.
Pero Jan Hein Donner, hombretón seguro de sí mismo, arrogante y cáustico, lo menospreciaba y lo detestaba, y un día lo ridiculizó, lanzando una de esas frases que hacen mella porque prenden: «Prins no sabe distinguir un alfil de un caballo».
Hay otra anécdota relacionada con la supuesta torpeza de Prins. En una partida de exhibición, disputada en consulta entre Botvinnik y Polugaievsky, por un lado, y Keres y Prins por otro, Botvinnik comentó luego: «Las fuerzas eran desiguales. Nosotros teníamos cuatro manos para jugar, mientras que el pobre Paul sólo tenía una, pues la otra tenía que utilizarla para impedir que Prins interviniese.»
+

¿Quieres comentar algo?