La inagotable fuente Checking Out, de New in Chess, una entrevista temática, nos permite extraer nuevas preferencias de los grandes maestros. En este caso se trata de respuestas a la pregunta Quién o qué le gustaría ser, de no ser usted mismo. He aquí el interesante mosaico resultante:
Natalia Zhukova: «Un abogado».
Vassili Ivanchuk: «Una serpiente.»
Nigel Short: «Winston Churchill.»
Vlastimil Hort: «En mi próxima vida espero ser un animal o un actor que interpreta a Hamlet.»
Magnus Carlsen: «Napoleón Bonaparte.
Joel Benjamin: «Jugador de béisbol en los New York Mets.»
Alexander Morozevich: «Me gusta ser como soy.»
Elisabeth Pähtz: «Tal vez la musa de Terence Hill.»
Jennifer Shahade: «Björk.»
Suat Atalik: «Un dictador, en cualquier parte del mundo.»
Bartlomiej Macieja: «Un latino desatado.»
Francisco Vallejo: «Ernesto Che Guevara.»
Viktor Bologan: «Un delfín.»
Alexandra Kosteniuk: «Un pájaro.»
Pavel Eljanov: «Me conformo con ser yo mismo.»
Vladislav Tkachiev: «Un pirata del Caribe.»
Teimur Radjabov: «Me gustaría ser yo mismo.»
Ruslan Ponomariov: «Me gustaría ser un mago, capaz de convertirme a mí mismo en distintas clases de animal.»
Maia Chiburdanidze: «Un monje del Monte Athos.»
Victoria Cmilyte: «Estoy razonablemente satisfecha con ser cómo soy, pero una buena alternativa sería ser una destacada tenista.»
Jeremy Silman: «Mi gato, que recibe veinte masajes diarios gratis y come buena comida, sin ninguna obligación. ¿A quién no le gustaría ser su gato?»
Fabiano Caruana: John McClane de Die Hard.
Daniel Gormally: Harry el sucio.
Evgeni Bareev: «Me asusto sólo de pensarlo.»
Susan Polgár: «Jane, viviendo con Tarzán en la jungla.»
Maurice Ashley: «Astronauta.»
Jan Smeets: «Algo hermoso que vuele, como un dragón.»
Ben Finegold: «Una mariposa, porque nadie sospecha de una mariposa.»
Michael Adams: «Los delfines parecen muy felices.»
Alexander Onischuk: «Agente secreto.»
Loek van Wely: «El rey Loek II.»
Sergei Karjakin: «Robert Fischer.»
Luke McShane: «Hace décadas que he dejado de pensar en eso.»
Vladimir Malajov: «Nunca he pensado en ello. Me gusta ser yo mismo.»
Shajriyar Mamedyarov: «Shjariyar Mamedyarov.»
Stuart Conquest: «El marido de Scarlett Johansson.»
Evgeni Alexeev: «Gary Kasparov.»
Artur Yusupov: «Agente de viajes o fotógrafo.»
Antoaneta Stefanova: «Una estrella del rock.»
Rustam Kasimdzhanov: «Me gustaría saber qué se siente siendo Roger Federer.»
Joël Lautier: «Charlie Chaplin.»
Jaan Ehlvest: «Ni idea, pero convertirte en alguien sin cerebro debe ser horrible.»
John Nunn: «Sin duda volver a ser yo mismo.»
Jan Gustafsson: «Posiblemente un gato. Los gatos comen, duermen y comen… Su estilo de vida siempre me ha parecido muy confortable.»
Larry Christiansen: «Benjamin Franklin, que además jugaba al ajedrez.»
Sergei Tiviakov: «Escritor o crítico de arte.»
Viswanathan Anand: «Viajero del espacio.»
Alexander Baburin: «Un tigre o una pantera, pero no enjaulado.»
Sofía Polgár: «Estoy satisfecha conmigo misma, gracias.»
Liviu-Dieter Nisipeanu: «Piloto de fórmula I.»
Vugar Gashimov: «Futbolista.»
Gary Kasparov: «Sigo trabajando para mejorarme a mí mismo.»
Maxime Vachier-Lagrave: «El cerebro de Paris Hilton, porque me aseguraría una absoluta paz de espíritu.»
La respuesta de Kasparov resulta un poco decepcionante, aunque apuntala su ego y su voluntarismo.
Hay dos respuestas ajedrecísticas de los jóvenes Alexeev y Karjakin, que son muy de agradecer.
De estos 53 grandes maestros hay seis que están satisfechos de ser ellos mismos y ni siquiera se les ocurre una respuesta alternativa: ¿timidez o conservadurismo psicológico?
La de Atalik da que pensar: ¿es una broma o es sincera? Seguramente, hay una dosis de sinceridad en estas respuestas, aunque muchos jueguen a responder…
La megalomanía asoma sus fauces en algunos. ¿Habéis reparado en las respuestas de Short, Carlsen y Van Wely?
Sorprende la preferencia de Paco Vallejo, encarnarse en un ideal revolucionario…
Chiburdanidze querría ser un monje, pero de los del Monte Athos, no se sabe si por el espléndido paisaje, el retiro espiritual o la luminosidad mediterránea. Monje o monja, siempre sospeché que Maia tenía una vocación secreta…
Hay dos, de distinta generación, a quienes no se les ha escapado la buena vida que llevan los gatos. Yo también me apuntaría a serlo, aunque elegiría patrona…
La elección de Ben Finegold chocaría en dos planos, sobre todo a quienes conozcan su físico. Primero, por la ligereza de la mariposa y después por lo de la solapada paranoia.
Y la de Ponomariov no puede ser más extraña: que quieras convertirte en mago parece muy atractivo, pero para que a su vez te conviertas en distintos animales… Si fuese en Superman o el hombre invisible, se entendería mejor.
Que a Bologan y Adams les gustaría convertirse en delfines, no es preferencia que nos resulte fácil de comprender, pero en fin…
Tengo la impresión (tal vez injustificada) de que la Kosteniuk es un tanto volátil, así que no debe extrañarnos que quiera ser pájaro.
Por último, premio al ingenio para el pillín de Conquest, pero, muy por encima para la brillante respuesta del joven Vachier-Lagrave, que nos regala un toque de ‘esprit’ francés.
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Jesus 21:44, junio 12, 2011
Yo creo que lo de la mariposa hace una alusión a una frase de los Simpson, que dice Bart (inmediatamente después se ve a Bart, transformado en mariposa quemando el choche de Skinner).
También es gracioso quién lo dice :P.