Antes del torneo internacional de Moscú (15.2-15.3.1935), Capablanca dio dos exhibiciones de simultáneas contra jugadores de primera categoría. En la primera de ellas, en Leningrado, su resultado fue de 10 partidas ganadas, 9 tablas y 11 perdidas. Días después, jugó la segunda en Moscú, contra un nivel de oposición similar. Capablanca esperaba conseguir un resultado mucho mejor, pero no fue así. Ganó 7 partidas, 9 tablas y perdió 14. Un resultado chocante, teniendo en cuenta, sobre todo, que en ese mismo año había dado numerosas exhibiciones en distintas capitales europeas (París, Praga, Berlín, Manchester y Varsovia), con un resultado global de 251 partidas ganadas, 39 tablas y sólo 12 derrotas.
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Jose Luis Fanjul 00:19, agosto 03, 2012
El Prólogo del «Fundamentos» es una verdadera delicia. Y termina así:
«El lector puede, por eso, dedicarse al estudio de esta obra con la plena seguridad de que hallará en ella todo lo que necesita; que nada debe agregarse, y nada debe cambiarse. «Fundamentos del Ajedrez» fue el único trabajo modelo de este género hace trece años, y el autor cree que también constituye único modelo de esta naturaleza en la actualidad».
Ahí queda eso. Genial Capablanca.
Jorge 15:57, agosto 02, 2012
Mi primer libro de ajedrez fue «Fundamentos de Ajedrez» de Capablanca. Se le entiende tal cual cuando se reproduce una partida de él. Y aprendí mucho con ese libro. Ahora no sé si influye el estilo que juega uno con el del autor del primer libro que uno lee. Por que en mi caso juego de una manera posicional, aunque quisiera jugar un poco más agresivo, pero al final, me siento más cómodo jugar con mi estilo «nato». De repente si mi primer libro hubiera sido con las partidas de Alekhine ¿mi estilo de juego hubiera sido diferente? Siempre he tenido esa duda.
Antonio Gude 22:39, agosto 01, 2012
Discrepo de que su labor como pedagogo haya sido importante, pero sin duda ‘Fundamentos del ajedrez’ y algún otro libro suyo han contribuido a la difusión del juego desde una perspectiva posicional y estratégica. Creo queCapablanca era más eficiente como jugador que como teórico o autor.
JAIRO TANGARIFE C. 17:55, agosto 01, 2012
«La memoria proclama a Capablanca vencedor invicto en todas las ocasiones en que compitió durante la segunda mitad de los años treinta; en 1939, de hecho, consiguió triunfar en los Juegos Olímpicos de Buenos Aires. No obstante, durante esos años perdió en varios encuentros: con Lasker, en Moscú, en 1935; con S. Flohr, en Nottingham, en 1936; con Lilienthal, en Hastings, en 1935; con Reshevisky, en Margate, en 1935; con N. Rjumin, en Moscú, en 1935; con Sir G. A. Thomas, en Hastings, en 1935. Su labor como pedagogo fue muy amplia, por lo que es citado por todos los grandes jugadores de la actualidad como uno de los diez ajedrecistas más importantes de la historia» «La Web de las biografias»