Rogers – Kochiev

Tallinn 1965

A la ocupación de la casilla e4 por un caballo blanco ha seguido el cambio y la posterior clavada de la dama blanca. Ahora juegan negras y, antes de apresurarnos a tomar en f2, debemos recordar que la dama de f5 queda colgada y se capturaría con jaque. Pero algo se cuece en la columna g, porque la presión que ejerce la batería de torres negras es temible.

Aquí Kochiev jugó 38…Rh8, a lo que siguió 39 Dxe4, acordándose tablas en la jugada 43. Sin embargo, ¿qué hubiera pasado de tomar las negras en f2? Sí, ya sé…

38…Cxf2!! 39 Dxf5+ T8g6 39 Tg1 (no hay otra) 39…Cxh3! 40 Dxh3 (ni tampoco ahora, pues de otro modo seguiría 40…Cxg1, etc.) 40…Txh3+ 41 gxh3. Si 41 gxh3, 41…Txg1 42 Rxg1 bxc4, ganando. 41…Tg3+ 42 Rh2. Si 42 Rxh4??, 42…Rg6, seguido de 43…Ag5++. 42…h3! 43 gxh3 Txf3 44 cxb5 Tb3 45 Aa1 f3. Las blancas tendrían que abandonar. Claro está que una continuación así es difícil de encontrar ante el tablero, porque los riesgos de que haya un error de cálculo son enormes.

De ESCUELA DE TÁCTICA – Antonio Gude – página 166.