ajedrez, noviembre 5, 2014

UNIVERSO SIN FRONTERAS

El ajedrez despierta o evoca en todos nosotros emociones vinculadas a conceptos como atracción, misterio, complejidad y magia, planteando un reto lúdico que ejerce una poderosa fascinación.
La suma de todas las especulaciones que han pretendido mostrarnos un rostro distinto del ajedrez no han podido modificar en absoluto su identidad. El ajedrez no ha recorrido ningún otro camino a través del espejo que no sea su propio camino, un universo estricto y repleto de arcanos, que si algo ha trascendido es su condición originaria de metáfora de la guerra, por obra y gracia de su propio contenido mágico. El ajedrez ha resistido todas las tentativas de interpretación semiótica a que ha sido sometido para preservar única y precisamente su genuina identidad: rica, intensa, secreta. Para que el ajedrez haya ido conquistando millones de adeptos en un mundo en el que cada vez es más popular, le ha bastado con la modificación natural de su rol sociológico con el paso (y por el peso) de los tiempos, superando su confinamiento elitista o cortesano para instalarse en un territorio mucho menos grandioso pero bastante más grande. De juego de reyes ha pasado a desbordar el mundo para ser accesible a todos, por un lado, y a la vez, ha podido convertirse, en virtud de su capacidad de seducción, en rey de todos los juegos.
A la pregunta ¿Acaso existe el ajedrez? responderemos con otra pregunta: ¿Existe, acaso, el mundo, al margen del ajedrez?
(extracto de ‘¿Acaso existe el ajedrez?’, A. Gude, JAQUE nº 500, pp 20-27.
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1 comentario

  1. Anónimo 18:24, diciembre 01, 2023

    Muy bien escrito y mejor aún conceptualizado