Uno de los carteles exhibidos durante la Olimpiada de Novi Sad (Yugoslavia, 1990), en la exposición de obras gráficas. PLAY CHESS NOT WAR = Juegue al ajedrez, no a la guerra. +.
Armando. Sobre el papel sí era aplastante en Julio de 1936. La república tenía la capacidad industrial de las dos regiones que he mencionado. La de Madrid, la de Valencia. Prácticamente todo el oro del Banco de España. Una clara superioridad en población. Todas esas regiones, además, eran hostiles al alzamiento; pero como bien dices, a la hora de la verdad, apenas hicieron algo efectivo.
Posiblemente, el punto crítico más importante de la contienda 1936-39, fue al principio mismo. Durante unas semanas después del 18 de Julio, la marina republicana (cuya superioridad era abrumadora) pudo hacer bloqueado el estrecho. Y las fuerzas de tierra, controlado las posibles zonas de aterrizaje. Pero, nuevamente, apenas se hizo nada. Sin duda, por una defectuosa capacidad para tomar decisiones políticas y militares. En caso de haber actuado con energía, no hubiese importado la competencia del ejército de Africa, pués no hubiera puesto pie al otro lado del Estrecho.
Volviendo a mi primer comentario. Está claro que la posición de Yugoslavia por lo general, ha sido más desafortunada que la nuestra. Pero también nosotros hemos sufrido tremendas hecatombes, causadas por otros poderes. Por ejemplo, la invasión romana, la de los godos, la musulmana, las incursiones navales británicas. Y por último, la invasión francesa de hace 200 años, que causó centenares de miles de muertos. Por supuesto, también conflictos internos, como el de 1936-39. Ahora estamos en un momento peligroso. Escocia tal vez logre la independencia proximamente, por poner un ejemplo. Y en España pudiese ocurrir lo mismo con algunas regiones. Aunque ya he dicho que probablemente no sería duradera, principalmente por motivos geopolíticos y de conveniencia económica, a largo plazo.
Saludos Antonio Miguel. Ahora que puedo responder coincido contigo en la falta de cohesión territorial durante la II República… algo que parece compartir con la Primera durante la cual también tuvieron lugar movimientos secesionistas, sin embargo, el germen de la derrota no sólo fue achacable a la falta de unión entre las provincias afectas al Gobierno – La Pasionaria recordaba con amargura en sus memorias que el «Ejército Republicano del Norte» como tal no existía ya que vascos, cántabros y asturianos apelaban al espíritu de tribu y no aunaban esfuerzos en combatir de forma mancomunada contra las tropas franquistas – sino, además, en la falta de entendimiento entre comunistas-troskistas y comunistas-stalinistas, entre estos y anarquistas… mientras que los sublevados observaban una férrea disciplina; la superioridad material estatal fue mayor, sin duda, pero tampoco aplastante: recuerda que al lado de Franco estaba Hitler y Musolini – aunque la aportación y efectividad italianas fueron más limitadas – . Saludos. Armando.
Estoy de acuerdo Armando. Pero hay que recordar que durante la década de los 30, Cataluña y Vascongadas fueron independientes. No legalmente, pero sí en la práctica. Y eso costó la guerra a la República, que en 1936 tenía una gran superioridad en medios materiales, respecto a las fuerzas franquistas. Pués esos territorios apenas ayudaron al gobierno central de Madrid. Y actualmente, nada menos que el presidente de Cataluña, se manifesta a favor de la independencia. Probablemente no la consiga, y como he dicho, sí lo hiciese, tal cosa no sería duradera. Pero los transtornos que tal cosa puede ocasionar; y encima con esta crisis económica, pueden ser importantes.
Antonio Miguel: nada tiene que ver unos y otros pues la evolución histórica de ambas naciones es por completo diferente: los Balcanes siempre fueron un polvorín y quebradero de cabeza del Imperio Austrohúngaro – recuerda que en esas tierras se encendió la mecha que desencadenaría la I Guerra Mundial – y, al igual que la URSS, fue un territorio que se mantuvo unido manu militari: cuando cayó Tito y su régimen los movimientos centrífugos desembocaron en la guerra que asolaría su territorio durante los años que indicas; los nacionalismos en España representan, aparte de su fondo obsolescente y retrógrado ¿volvemos a la época medieval?, la genuina filosofía ibérica de «ir a lo mío y lo demás poco me importa» pues, históricamente, no se sostiene ¿Conquista el Norte al Sur y ahora quiere hacerse independiente? Una sandez pero el español tiene muy asimilado el concepto de la alteridad que hace que los cuadros de Goya sigan estando de rabiosa actualidad. Saludos. Armando.
Todavía no había estallado la guerra en Yugoslavia, durante aquella Olimpiada. Pués comenzó en el verano de 1991. Y en cierto modo, se prolongó hasta la intervención de la OTAN, en 1999. Aparte de la tragedia de la guerra en si. Desde el punto de vista deportivo, y no sólo en el ajedrez, es una pena que Yugoslavia se rompiese en pedazos. Aquel país era una potencia significativa en varios deportes.
Eso debiera ser una advertencia para España y otros países, con potenciales problemas seccesionistas. Aunque yo creo, que sí España se rompiese; después de unos años volvería a unificarse de nuevo. Pués sus condiciones geográficas y políticas, son distintas a la de las de la antigua Yugoslavia.
Anonymous 13:38, mayo 10, 2013
Armando. Sobre el papel sí era aplastante en Julio de 1936. La república tenía la capacidad industrial de las dos regiones que he mencionado. La de Madrid, la de Valencia. Prácticamente todo el oro del Banco de España. Una clara superioridad en población. Todas esas regiones, además, eran hostiles al alzamiento; pero como bien dices, a la hora de la verdad, apenas hicieron algo efectivo.
Posiblemente, el punto crítico más importante de la contienda 1936-39, fue al principio mismo. Durante unas semanas después del 18 de Julio, la marina republicana (cuya superioridad era abrumadora) pudo hacer bloqueado el estrecho. Y las fuerzas de tierra, controlado las posibles zonas de aterrizaje. Pero, nuevamente, apenas se hizo nada. Sin duda, por una defectuosa capacidad para tomar decisiones políticas y militares. En caso de haber actuado con energía, no hubiese importado la competencia del ejército de Africa, pués no hubiera puesto pie al otro lado del Estrecho.
Volviendo a mi primer comentario. Está claro que la posición de Yugoslavia por lo general, ha sido más desafortunada que la nuestra. Pero también nosotros hemos sufrido tremendas hecatombes, causadas por otros poderes. Por ejemplo, la invasión romana, la de los godos, la musulmana, las incursiones navales británicas. Y por último, la invasión francesa de hace 200 años, que causó centenares de miles de muertos. Por supuesto, también conflictos internos, como el de 1936-39. Ahora estamos en un momento peligroso. Escocia tal vez logre la independencia proximamente, por poner un ejemplo. Y en España pudiese ocurrir lo mismo con algunas regiones. Aunque ya he dicho que probablemente no sería duradera, principalmente por motivos geopolíticos y de conveniencia económica, a largo plazo.
Antonio Miguel.
Anonymous 06:09, mayo 10, 2013
Fe de erratas: donde dice «comunistas-troskistas» quise decir «comunistas-trotskistas» y donde dice «Musolini» quise decir «Mussolini».
Anonymous 05:59, mayo 10, 2013
Saludos Antonio Miguel. Ahora que puedo responder coincido contigo en la falta de cohesión territorial durante la II República… algo que parece compartir con la Primera durante la cual también tuvieron lugar movimientos secesionistas, sin embargo, el germen de la derrota no sólo fue achacable a la falta de unión entre las provincias afectas al Gobierno – La Pasionaria recordaba con amargura en sus memorias que el «Ejército Republicano del Norte» como tal no existía ya que vascos, cántabros y asturianos apelaban al espíritu de tribu y no aunaban esfuerzos en combatir de forma mancomunada contra las tropas franquistas – sino, además, en la falta de entendimiento entre comunistas-troskistas y comunistas-stalinistas, entre estos y anarquistas… mientras que los sublevados observaban una férrea disciplina; la superioridad material estatal fue mayor, sin duda, pero tampoco aplastante: recuerda que al lado de Franco estaba Hitler y Musolini – aunque la aportación y efectividad italianas fueron más limitadas – . Saludos. Armando.
Anonymous 09:56, mayo 05, 2013
Estoy de acuerdo Armando. Pero hay que recordar que durante la década de los 30, Cataluña y Vascongadas fueron independientes. No legalmente, pero sí en la práctica. Y eso costó la guerra a la República, que en 1936 tenía una gran superioridad en medios materiales, respecto a las fuerzas franquistas. Pués esos territorios apenas ayudaron al gobierno central de Madrid. Y actualmente, nada menos que el presidente de Cataluña, se manifesta a favor de la independencia. Probablemente no la consiga, y como he dicho, sí lo hiciese, tal cosa no sería duradera. Pero los transtornos que tal cosa puede ocasionar; y encima con esta crisis económica, pueden ser importantes.
Anonymous 13:00, mayo 04, 2013
Antonio Miguel: nada tiene que ver unos y otros pues la evolución histórica de ambas naciones es por completo diferente: los Balcanes siempre fueron un polvorín y quebradero de cabeza del Imperio Austrohúngaro – recuerda que en esas tierras se encendió la mecha que desencadenaría la I Guerra Mundial – y, al igual que la URSS, fue un territorio que se mantuvo unido manu militari: cuando cayó Tito y su régimen los movimientos centrífugos desembocaron en la guerra que asolaría su territorio durante los años que indicas; los nacionalismos en España representan, aparte de su fondo obsolescente y retrógrado ¿volvemos a la época medieval?, la genuina filosofía ibérica de «ir a lo mío y lo demás poco me importa» pues, históricamente, no se sostiene ¿Conquista el Norte al Sur y ahora quiere hacerse independiente? Una sandez pero el español tiene muy asimilado el concepto de la alteridad que hace que los cuadros de Goya sigan estando de rabiosa actualidad. Saludos. Armando.
Anonymous 20:01, mayo 03, 2013
Todavía no había estallado la guerra en Yugoslavia, durante aquella Olimpiada. Pués comenzó en el verano de 1991. Y en cierto modo, se prolongó hasta la intervención de la OTAN, en 1999. Aparte de la tragedia de la guerra en si. Desde el punto de vista deportivo, y no sólo en el ajedrez, es una pena que Yugoslavia se rompiese en pedazos. Aquel país era una potencia significativa en varios deportes.
Eso debiera ser una advertencia para España y otros países, con potenciales problemas seccesionistas. Aunque yo creo, que sí España se rompiese; después de unos años volvería a unificarse de nuevo. Pués sus condiciones geográficas y políticas, son distintas a la de las de la antigua Yugoslavia.
Antonio Miguel.