ABRAHAM IBN EZRA
Revista Internacional de Ajedrez nº 68, mayo 1993, p. 5 (editorial)
La memoria histórica nos obliga al recuerdo de Abraham ben Meir ibn Ezra (o Aben Hezra), autor del primer poema conocido sobre ajedrez, y de cuyo nacimiento se cumplen este año nueve siglos.
Ibn Ezra (Tudela, h. 1093 – Calahorra, 1167), filósofo, gramático, astrónomo, fue fundamentalmente un destacado comentarista bíblico, cuya interpretación del Pentateuco conmovió a generaciones de estudiosos. Su poema consta de 75 versos hebreos, que se extienden a 122 en la primera traducción castellana (rescatada gracias a los desvelos de Pablo Morán). Los últimos versos anticipan un concepto que dejaría frecuente rastro en la literatura castellana posterior:
Pierden todos la gloria,
Y la digna memoria:
Pierden sus puestos sin concierto,
Porque a su vista su Señor ha muerto.
Mas con todo animosos
Volverán a la lucha valerosos
Y resucitarán todos los muertos
A tener en la guerra más aciertos.
Más allá de la inmediata alegoría bélica, ¿qué vio Ibn Ezra en el ajedrez? ¿Un ensueño cabalístico? ¿Una combinatoria de numerología mística, en la que también era experto? ¿O acaso, por qué no conjeturar que, sintiéndose fascinado por él, quiso dejar testimonio de su grandeza?
+
¿Quieres comentar algo?