otros temas, agosto 27, 2015

ANÉCDOTAS DE PABLO MORÁN

Morán

1.

Una de las anécdotas más graciosas de PABLO MORÁN, contada por él mismo, sucedió durante un Campeonato de España. Al parecer, el camarero del hotel en que estaban alojados se le acercó y le dijo: «Me han dicho que es usted un gran jugador de ajedrez. Tenemos que jugar una partida.» Remarcaba mucho esto de «un gran jugador…» Lo verdaderamente divertido era el cabreo que se traía Morán por lo que consideraba una falta de respeto, y apostillaba: «Seguro que si fuese un boxeador, no me lo propondría.» Por aquí asoma esa veta que me parece un poco ingenua de su personalidad… Aún hay más… (continuará).

2.

OTRA SIGNIFICATIVA DE MORÁN
Durante el I Campeonato de Europa de ajedrez rápido (Gijón, 1988), en la ronda decisiva, nuestro amigo Pablo se había situado en las primeras filas del pabellón donde se disputaba el torneo, para presenciar muy de cerca la partida Karpov-Yudasin (o Yudasin-Karpov). Lo cierto es que el árbitro principal, Enmanuel Reicher, también seguía atentamente la partida más importante del torneo, pero evolucionaba de tal forma que, a veces, tapaba la visión del tablero. Morán (que a la postre era presidente de la Federación Asturiana y, por tanto, una autoridad federativa en aquella jurisdicción) se lo recriminó con gestos ostensibles. El árbitro rumano pareció hacerle caso en un principio, pero tal vez por inadvertencia, o porque decidió ignorar a aquel molesto espectador, seguía dándole a menudo la espalda a Morán, que se fue enfureciendo a medida que el juego progresaba. Esto hizo que el Sr. Reicher ordenase a seguridad que lo expulsasen del recinto. Dándose así la curiosa circunstancia de que el presidente de la Federación Asturiana era expulsado del lugar de juego. Nadie intervino para defender a Morán, ni siquiera Torán, presente también y que se enteró a toro pasado de lo que había sucedido. Posteriormente, Morán promovió una moción de censura para declarar al Sr. Reicher «persona non grata», lo que venía a ser papel mojado, teniendo en cuenta que era muy poco probable que el árbitro rumano volviese a aparecer por Asturias. He ahí uno de los rasgos algo ingenuos, a mi modo de ver, de mi amigo Pablo Morán, temperamental y vehemente. Y que, como debe ser evidente, hago sin el menor ánimo de crítica.

1 comentario

  1. Chelsi 00:16, agosto 24, 2016

    Gracias a ti Rafa, por ser parte de los que no quieren Olvidar y quieren seguir en el camino de la Memoria y la verdad. Como siempre un magnifico Post en el que explicas muy bien en el País de Pandereta que nos encontramos y en el que la Memoria Histórica solo tiene cabida a medias, algo que innartetemos cambiar para que sea completa y en lo que seguiremos luchando; esperando a que por fin se honre y dignifique la Memoria de los Olvidados. Un beso y siempre ¡Salud, Memoria y Libertad!