ajedrez, enero 22, 2017

El poema «Scachs d’amor»

  1. AJEDREZ MODERNO: NACIMIENTO Y COMIENZOS

 

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En el tercer cuarto del siglo XV las reglas del ajedrez parecían haber quedado firmemente establecidas en la Europa Occidental, y en diversas obras, o en los ballets de ajedrez viviente (1467) de Francesco Colonna, por ejemplo, el alfil medieval juega con su salto peculiar a la segunda casilla.

Sin embargo, seguía vivo el espíritu experimental y pronto pudo constatarse que una nueva modalidad de ajedrez había empezado a convivir con el «viejo». Así, en España el juego medieval pasa a conocerse como axedrez del viejo, en Italia como scacchi al antica, y en Francia, le viel jeu des eschés, mientras que la nueva modalidad adopta diversos nombres. En Italia se le conoce como sccchi della donna o alla rabiosa; en España, axedrez de la dama; en Francia, eschés de la dama o de la dame enragée.

El nuevo ajedrez difería del viejo principalmente en dos aspectos. El alfil podía jugar a discreción a cualquier casilla en diagonal, pero perdiendo su viejo privilegio de saltar por encima de una pieza, como sucedía antes. La dama, por su parte, pasaba a jugar a cualquier casilla en horizontal, vertical o diagonal, como actualmente. Esto reforzaba de forma considerable la capacidad o fuerza de juego de ambas piezas, pues la dama era antes sólo algo más fuerte que el alfil y, desde luego, menos fuerte que la torre o el caballo. En todos los demás aspectos, se conservaban las viejas reglas y condiciones generales o locales.

En la nueva modalidad, está claro que la principal modificación afectaba al gran incremento de actividad de la dama y de ahí que, en sus denominaciones nacionales, el nuevo ajedrez enfatizase en el nombre de la dama (donna en Italia o dame en Francia).

Los cambios en el movimiento de las dos piezas alteraron significativamente la técnica del juego. En el ajedrez musulmán o medieval había un largo trecho hasta que las fuerzas respectivas entrasen en contacto. Ahora, damas y alfiles podían atacar ya en plena apertura casillas enemigas e incluso dar mate. El reproche de lentitud que se había hecho al ajedrez antiguo ya no tenía sentido, pues con la dinamización de la fuerza de juego, se intensificaba el carácter de la lucha y los errores podían penalizarse de forma decisiva.

Se ha dicho que la aparición del nuevo ajedrez fue consecuencia de los grandes acontecimientos de la época, como la invención de la imprenta y los descubrimientos geográficos, sobre todo el de América. Sin embargo, estos descubrimientos, por importantes que fuesen para la humanidad, no afectaron a la mayoría de los juegos de salón habituales (como tablas, dados y juegos de cartas al uso), por lo que no tendrían por qué haber afectado de modo especial al ajedrez.

No existe una constancia concluyente acerca de la fecha en que se generalizó la práctica del nuevo ajedrez. Von der Lasa la sitúa en 1475 y supone que fue inventado en España. Una vez más, cedemos la palabra a Murray:

Los registros más antiguos del nuevo juego se hallan en tres manuscritos, dos de origen francés y uno de origen catalán (sic), así como en la obra impresa del español Lucena. Hay otros manuscritos italianos tempranos, que contienen problemas del nuevo ajedrez, uno de los cuales se considera datado a fines del siglo XV. Es difícil decidir entre las alegaciones de Italia, Francia y España en cuanto a cuál fue la cuna del ajedrez moderno, pero es posible que Italia sea la reivindicación más justificada. La moralidad francesa, al emplear el nombre eschés de la dama enragée creo que hace referencia a un parentesco italiano, antes que español. Lucena no pretende en su libro que el descubrimiento sea español, y declara expresamente que ha recogido el material para su libro en Roma, en toda Italia y en Francia. (…) Por otro lado, concedo cierto peso al hecho de que el centro principal de la actividad ajedrecística en el siglo XV no era España ni Francia, sino Italia.

En las últimas décadas del siglo XX, varios historiadores han estudiado profusamente esta época crítica en la historia del ajedrez, y eso significa una distancia de casi un siglo con respecto a las investigaciones de Murray. Antes de barajar otras hipótesis, procede mencionar el poema valenciano de un MS que se halla en la Real Capilla del Palau (Barcelona). El poema tiene 576 versos (agrupados en 64 estrofas de 9 versos cada una), con el título Hobra jntitulada scachs damor feta per dos franci de Castelui e narcis vinyoles e mossen fenollar sots nom de tres planetas  ço es Març venus e Mercuri per conjunccio e influencia dels quals fon juentada. El poema (que los eruditos no han podido datar con precisión, pero que sin duda se inscribe en el último tercio del siglo XV) describe los pasos sucesivos de Marte en la corte de Venus, mediante una partida que ajedrez que estas dos divinidades se supone juegan en presencia de Mercurio. Francisco de Castellvi toma el partido de Marte, mientras que Narciso Vinyoles lo hace por el de Venus, asumiendo el Abad Fenollar el papel de Mercurio. Las piezas tienen significados alegóricos y Fenollar explica las leyes del ajedrez reformado, conforme a las cuales se desarrolla la partida. Las notas marginales establecen la sucesión de las jugadas, que pueden reproducirse ante el tablero.

 

Castellvi (rojas)          Vinyoles (verdes)

 

1            Pe4             Pd5

     2               PxP                 DxP

      3                Cc3                  Dd8

      4                Ac4                  Cf6

      5                Cf3                  Ag4     

      6                Ph3                 AxC

      7                Dxf3                Pe6

      8                DxP                 Cbd7

      9                Cb5                 Tc8

      10              CxPa               Cb6

      11              CxT                 CxC

      12              Pd4                 Cd6

      13              Ab5+               CxA

      14              DxC+               Cd7

      15              Pd5                 PxP

      16              Ae3                  Ad6

      17              Td1                  Df6

      18              TxP                 Dg6

      19              Af4                  AxA

      20              DxC+               Rf8

      21              Dd8++                               

 

 

El juego de las divinidades deja mucho que desear, pero sí puede apreciarse que los movimientos de las piezas siguen fielmente las reglas del ajedrez actual.

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1 comentario

  1. oscar cuasnicu 15:48, enero 22, 2017

    …es notable tu relato, y si pudiésemos consumar el milagro de transcribir al castellano los sesenta y cuatro poemas de nueve versos, antecesor delos sonetos, será maravilloso. De poder conseguirlos envíame el texto o publícalo, muchas gracias.