George Fels es uno de los mayores expertos y divulgadores del billar americano, popularmente conocido como pool.
En su libro BILLAR AMERICANO SUPERIOR (Tutor, 1998) hace referencia al ajedrez, comparándolo con su querida disciplina:

«Comencemos con una simple analogía. Supongamos, en beneficio del debate, que no sabe usted absolutamente nada de ajedrez. No debería necesitar más de 20 o 30 minutos para memorizar y enumerar todas las jugadas reglamentarias que pueden realizar las distintas piezas. Pero es hecho seguirá dejándole totalmente indefenso cuando se trate de jugar una partida.
La portada y el título de este libro le prometen información acerca del billar americano, no del ajedrez, pero en este caso los dos juegos son parecidos, especialmente cuando se trata de la instrucción.»

He aquí la razón:

«La verdad es que todas las modalidades de billar americano son, en gran parte, un esfuerzo mental, que los expertos evalúan influye en un 80 por ciento sobre toda la partida.»

«Como el ajedrez, el billar americano tiene algo nuevo que enseñarle cada vez que juega. A diferencia del ajedrez, sin embargo, no sólo tiene que captar el concepto, sino también ejecutarlo.»

Hay otra interesante reflexión del autor, a propósito del billar americano, según la cual el objetivo final del mismo no es meter una bola en una tronera, sino situar la bola blanca en un punto de la mesa. Está claro que para enlazar la siguiente o siguientes jugadas. Esto vendría a ser equivalente con el mate en ajedrez, que nadie duda es el objetivo último del juego. ¿Pero lo es en realidad? Es el objetivo final entre paréntesis. El verdadero objetivo es conseguir la ventaja necesaria (material, posicional) para ganar la partida: que esa ventaja decisiva nos llevará al mate se da por supuesto.
+