literatura, diciembre 14, 2010

CAPABLANCA

CAPABLANCA
Nicolás Guillén

Así pues, Capablanca
no está en su trono, sino que anda,
camina, ejerce su gobierno
en las calles del mundo.
Bien está que nos lleve
de Noruega a Zanzíbar,
de Cáncer a la nieve.
Va en un caballo blanco,
caracoleando
sobre puentes y ríos
junto a torres y alfiles.
El sombrero en la mano
(para las damas),
la sonrisa en el aire
(para los caballeros)
y su caballo blanco
sacando chispas puras
del empedrado…

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