Mundial de equipos nacionales. Cuarta ronda

Hubo sorpresas, sin duda. La primera, la derrota de Rusia ante Azerbayán, no sólo por la derrota en sí, sino por lo clara (3-1). Los azeríes jugaron un match impecable, ganando sus partidas con blancas (Gashimov y Guseinov, ante Grischuk y Svidler, respectivamente) y neutralizando a sus rivales en las partidas con negras (Karjakin-Radjabov, Nepomniachy-Mamedyarov). Rusia, como potencia, ya no es lo que era, pero además siempre está presentando equipos en los que faltan jugadores importantes (en este caso, Kramnik y Morozevich, por ejemplo).
Otra catástrofe de altura fue la de los norteamericanos, que perdieron estrepitosamente ante China (3,5-0,5). Sólo Kamsky salvó unas tablas ante Wang Hao. Seirawan ofreció una resistencia heroica en una posición con torre de menos, pero con algunas posibilidades de pescar en río revuelto. El joven Yu Yiangzi no le dio opción, aunque la partida se prolongó más de la cuenta.
También Armenia (con descanso de su primer tablero, Aronian) venció por el mismo resultado (3,5-0,5) al equipo más flojo, Egipto, aunque las tablas las consiguió el divertido Samy Shoker (un kamikaze que vuela sin motor) ante Sargissian.
Los matches Ucrania-Hungría e Israel-India se decidieron por la mínima (una victoria y tres tablas en cada caso). Por los húngaros ganó Peter Lékó, en un Marshall (con negras), del que es quizá el mayor especialista mundial. Pero Ivanchuk patinó de forma poco habitual en él. Para los indios ganó, también con negras, Harikrishna a Sutovsky, en el segundo tablero.
Después de estos resultados, Armenia vuelve al primer puesto de la clasificación, con 2 encuentros ganados y 2 empatados, seguida de cuatro equipos, Azerbayán, China, Rusia y Hungría, que tienen 2 ganados, 1 empatado y 1 perdido.
Muy interesante el Mundial de países, pero decepcionantes los rusos.
+