En enero de 1980 el famoso pianista Friedrich Gulda tenía programado un concierto en Viena, quizá el mayor centro musical del orbe. Pero Gulda dejó plantados a sus 2.000 espectadores de elite y se fue a Velden, donde estaba disputándose el match de candidatos al título mundial entre Viktor Korchnoi y Tigran Petrosian.
«Siempre quise conocer personalmente al excepcional maestro Korchnoi», fue su explicación. Pagó la multa preceptiva de 5.000 marcos y dejó atrás a un público vociferante. Es curioso que al célebre concertista sólo le interesara conocer a Korchnoi y no a un excampeón del mundo tan extraordinario como Petrosian.
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Antonio Gude 11:19, diciembre 08, 2011
Reinablanca. Es lo que llamamos una «espantada». Tal vez tenía una crisis existencial, como quien desaparece de casa y, después de dos días sólo recuerda que ha perdido la memoria (José Luis Alvite)…
Reinablanca 10:18, diciembre 08, 2011
que señor tan particular, yo me habría enfadado mucho si estuviese entre el público esperando. No es demasiado compresible ese comportamiento, si bien conocer a korchnoi debió verlo cómo una oportunidad única.
Antonio Gude 08:40, diciembre 08, 2011
Jorgewic. Gracias. No sé exactamente cuáles son los planes de los editores en cuanto a esta colección. En lo que respecta a su brevedad, tienes razón, pero fue un formato prediseñado. A título anecdótico, incluso puedo comentarte que inicialmente iban a ser 16+16+16 y, a sugerencia mía, se decidió incluir 32 partidas (con lo que, además, se cumplía el número cabalístico del ajedrez, 64).
Jorgewic 06:52, diciembre 08, 2011
Manias de artista, que ya se sabe… Por cierto, que hablando de maestros y artistas he terminado sus dos impagables libros sobre Tal y Fischer, y me he quedado con las ganas de saber cuál es el plan general de la obra, querido amigo. Espero que la idea sea ambiciosa y de largo recorrido (¡no será por falta «material humano», eh!). Sólo he echado de menos la escasa paginación, permítame decírselo, creo que se podrían haber estirado un poco más en la recopilación de partidas «memorables» de cada ajedrecista…, aunque sí, es cierto, ya sabemos que las tenemos todas colgadas en la red y con visor…, pero en libro son otra cosa. Felicidades y suerte.
Antonio Gude 20:25, diciembre 07, 2011
Sí, le perdonamos al pianista, Jairo. Pero, aunque Korchnoi ganó aquel match, no me parece que debería interesarse más por él que por Petrosian, en fin…
Anonymous 20:10, diciembre 07, 2011
¡Parece mas un comportamiento Fischeriano!
¡Culpable el Ajedrez, luego merece perdon!
Jairo