En línea con la entrada sobre maestros prematuramente desaparecidos, y además de las aportaciones de algunos lectores del blog, el polaco David Przepiórka (1880-1940) cumple con las justas esa edad límite de los sesenta.
Przepiórka tocó varios campos del ajedrez, siempre con brillantez. En el ajedrez de competición no es que fuese un maestro de primera fila, pero sí lo suficientemente bueno como para ganar el torneo de Munich 1926 (por delante de Spielmann y Bogoljubov), y de quedar segundo (tras Euwe) en el segundo y último Campeonato Mundial «amateur», de 1928, además de formar parte del equipo polaco en dos olimpiadas: en Hamburgo 1930 (donde Polonia conquistó la medalla de oro) y 1931.
Era un excelente compositor de problemas en un número elevado de jugadas y también escribió diversas columnas en la prensa de su país, además de editar la revista técnica Swiat Szachowy.
En 1939 resultó ser un patriota, pues no tuvo el menor reparo en vender su casa para financiar la participación de Polonia en la Olimpiada de Buenos Aires.
No viviría mucho más.
Con la ocupación alemana de Varsovia, Przepiórka fue arrestado en 1940, al parecer en una asamblea no permitida, y enviado a uno de los siniestros campos de concentración en que moriría.
Otra versión dice que nuestro hombre solía frecuentar un restaurante de su cuñado, pero unos oficiales nazis le prohibieron que volviese a pisarlo, en tanto que judío. Przepiórka era arrogante y volvió allí para su desgracia, con lo que selló su fatal destino.
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