AJEDREZ
«Juego de mesa que se desarrolla sobre un tablero de 64 casillas (la mitad blancas y la mitad negras) entre dos personas, cada una de las cuales dispone de 16 piezas.»
Ésta o parecidas definiciones inundan los textos que tratan de decirnos qué es el juego rey. ¿es satisfactoria una definición de este tipo?
Es interesante la que aporta Juan B. Sánchez Pérez, en su notable Diccionario de ajedrez (Madrid, 1934): «Juego de habilidad y cálculo, en el que dos series de piezas de distinto color, luchan, haciendo jugadas alternativas hasta el vencimiento de una de ellas o hasta declarar, ya por la posición o por falta de fuerzas, terminada la lucha sin vencedor ni vencido.»
Arte o juego diabólico, asequible a todos por la sencillez de sus reglas, aunque no recomendable a temperamentos apacibles por las emociones que suscita, y en el que sobresalen los jugadores dotados de buena visión estructural o estratégica, retentiva, capacidad analítica y de cálculo.
De DICCIONARIO DE AJEDREZ, A. Gude, Ediciones Tutor, 2005.
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Antonio Gude 18:02, junio 15, 2011
Arte, ciencia, cálculo… el eterno debate. Es todo eso y mucho más: estrategia, psicología ¡y un gran sistema nervioso para resistir la tensión competitiva! Claro que se puede definir de muchas formas y no necesariamente objetivas. En la enciclopedia soviética lo definían como «arte que se manifiesta en forma de juego.»
Leo 17:47, junio 15, 2011
A mí me gusta lo de «diabólico». El caso es que los diccionarios tienden a dar definiciones del tipo de juego compuesto por nosecuantas piezas y cuya finalidad es dar jaque mate.
Por ejemplo, tenemos la definición de la Wikipedia:
El ajedrez es un juego de mesa o deporte,1 para dos jugadores. Se juega sobre un tablero cuadriculado de 8×8 casillas, alternadas en colores blanco y negro, que constituyen las 64 posibles posiciones para el desarrollo del juego. Al principio del juego cada jugador tiene dieciséis piezas: un rey, una dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres y 8 peones. Se trata de un juego de inteligencia en el que el objetivo es «derrocar» al rey del oponente. Esto se hace alcanzando la casilla que ocupa el rey con alguna de las piezas propias sin que el otro jugador pueda zafarse del ataque, una jugada llamada jaque mate.
Lo normal es que se trate de no entrar en comentarios subjetivos aunque pudieran darle más vidilla a la lectura. Por eso en general los diccionarios son aburridos, aunque es comprensible. Si se dice por ejemplo, como en este post, que es un arte (a mi también me lo parece) alguno podría argumentar que es más una ciencia que depende principalmente del cálculo y la prueba es que las máquinas juegan mejor que los humanos.
Antonio Gude 16:49, junio 15, 2011
Bueno, lo de «diabólico» puede ser cosecha propia, pero las palabras pueden leerse de muchas formas, y aquí entra en juego la ironía. Los padres (de-niños-que-juegan-al-ajedrez) pueden ser bastante más diabólicos con las expectativas infundadas que crean y el estrés que, en muchos casos, transmiten a sus hijos. Así que…
Leo 16:38, junio 15, 2011
Tienes razón, en otros juegos se pone dinero sobre la mesa, en este juego se pone encima de la mesa en muchos casos el ego de cada uno lo que nos lleva a vivir con mucha intensidad la victoria o la derrota. No hay nada más doloroso que te peguen un atraco cuando ya tienes la partida ganada. Lo que me ha hecho gracia es lo del «juego diabólico» que supongo que para los que hemos jugado unos cuantos años a esto podemos certificar que lo es pero me imaginaba al padre que veía lo de diabólico cuando iba a averiguar qué era eso del ajedrez que va a hacer el niño como actividad extraescolar.
Antonio Gude 16:14, junio 15, 2011
Una cosa son las definiciones, Leo, y otra la práctica: en el ajedrez algunos mantienen su naturaleza y otros nos transformamos en bestias ávidas de sangre (y no lo digo por ti).
Leo 16:12, junio 15, 2011
Jajajaja, me encanta el último párrafo. Por cierto, yo me considero un temperamento apacible y soy un viciado del ajedrez.