Algunos extractos de la novela de Gabriel García Márquez, que hacen referencia al ajedrez:
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.»
«El doctor Urbino había visto el recubrimiento paulatino de los muros, año tras año, durante las civilizaciones absortas de las tardes de ajedrez, y había pensado muchas veces con un pálpito de desolación que en esa galería de retratos casuales estaba el germen de la ciudad futura.»
«En el escritorio, junto a un tarro con varias cachimbas de lobo de mar, estaba el tablero de ajedrez con una partida inconclusa. A pesar de su prisa y de su ánimo sombrío, el doctor Urbino no resistió la tentación de estudiarla. Sabía que era la partida de la noche anterior, pues Jeremiah de Saint-Amour jugaba todas las tardes de la semana y por lo menos con tres adversarios distintos, pero llegaba siempre al final y guardaba después el tablero y las fichas (sic) en su caja, y guardaba la caja en una gaveta del escritorio. Sabía que jugaba con las piezas blancas, y aquella vez era evidente que iba a ser derrotado sin salvación en cuatro jugadas más. ‘Si hubiera sido un crimen, aquí habría una buena pista –se dijo–. Sólo conozco un hombre capaz de componer esta emboscada maestra.»
«De joven se demoraba en el Café de la Parroquia antes de volver a casa, y así perfeccionó su ajedrez con los cómplices de su suegro y con algunos refugiados del Caribe. Pero desde los albores del nuevo siglo no volvió al Café de la Parroquia y trató de organizar torneos nacionales patrocinados por el Club Social.»
+
Anonymous 08:42, abril 18, 2014
El amor en los tiempos del cólera es un libro maravilloso. Y GM no tiene libros malos, y menos peores…
eustaquio 23:53, abril 03, 2014
El peor de los peores libros de GM es el amor y los demonios y le sigue este.