Crockett. Arrabal siempre fue histriónico y defensor de causas perdidas (y no tan perdidas). Porque Kamsky había dejado la URSS por EEUU, y defendiendo al nuevo ‘gringo’, se daba notoria publicidad a sí mismo… Lo de Arrabal es para enmarcarlo. Kamsky no tenía nada de brillante. Siempre fue la máxima expresión del jugador eficiente y técnico, pero nada que permitiera presagiar que iba a ganar un campeonato del Mundo, y, desde luego, nunca ha estado cerca.
Siempre que veo a Kamsky me recuerda a su (probablemente) más ferviente admirador, el excéntrico Fernando Arrabal, quien afirma que Kamsky es el mejor del mundo. Desde luego sus inicios en el ajedrez fueron geniales. También me recuerda varias lamentables anécdotas que he leído acerca de su despótico padre. Por ejemplo, una entrevista de Nigel Short en la que cuenta cómo Rustan Kamsky le abordó en 1994 en el restaurante amenazando con matarlo. Cuenta Short: «No olvide que él fue boxeador, con una historia bien documentada de violencia. Rustam puso su cara a sólo algunos centímetros de la mía y comenzó a gritar cómo me iba a asesinar.» Triste infancia y adolescencia la del talentoso Gata…
Antonio Gude 14:29, febrero 10, 2012
Crockett. Arrabal siempre fue histriónico y defensor de causas perdidas (y no tan perdidas). Porque Kamsky había dejado la URSS por EEUU, y defendiendo al nuevo ‘gringo’, se daba notoria publicidad a sí mismo… Lo de Arrabal es para enmarcarlo. Kamsky no tenía nada de brillante. Siempre fue la máxima expresión del jugador eficiente y técnico, pero nada que permitiera presagiar que iba a ganar un campeonato del Mundo, y, desde luego, nunca ha estado cerca.
Crockett 13:59, febrero 10, 2012
Siempre que veo a Kamsky me recuerda a su (probablemente) más ferviente admirador, el excéntrico Fernando Arrabal, quien afirma que Kamsky es el mejor del mundo. Desde luego sus inicios en el ajedrez fueron geniales.
También me recuerda varias lamentables anécdotas que he leído acerca de su despótico padre. Por ejemplo, una entrevista de Nigel Short en la que cuenta cómo Rustan Kamsky le abordó en 1994 en el restaurante amenazando con matarlo. Cuenta Short: «No olvide que él fue boxeador, con una historia bien documentada de violencia. Rustam puso su cara a sólo algunos centímetros de la mía y comenzó a gritar cómo me iba a asesinar.»
Triste infancia y adolescencia la del talentoso Gata…