6. SIGLO XVII
63. HISTORIA DEL ENROQUE
Tanto Salvio como Greco registran minuciosamente las distintas reglas locales del ajedrez que se practicaba en su tiempo, lo que permite seguir la historia del enroque.
En Roma, la moderna forma de enrocar (corto: Rg1 y Tf1; largo: Rc1 y Td1) había entrado en uso hacia 1585. En los manuscritos romanos de 1585-1595 esta jugada se describ3e como saltare (salto) in parte di Rè (Donna) come s’usa o all’ordinario, o simplemente saltare.
Poco después de 1600, los jugadores romanos adoptaron el enroque libre, que permitía a la torre ser jugada a cualquier casilla (incluida la del rey) y a éste ser situado en cualquier casilla al otro lado de la torre, incluida la inicial de esta pieza. Esta forma de enroque es empleada en todos los manuscritos de Greco, durante su período romano. La vieja opción de saltar «a la tercera casilla», como caballo o alfil o torre, sobrevivió junto con la nueva forma, y el privilegio de enrocar era posible en tanto el rey no hubiese jugado.
La tendencia general en Italia, después de Salvio, era hacia la uniformidad de las reglas relativas al enroque, desplazando el enroque libre de los jugadores romanos a las demás variedades locales. Pero esto llevó su tiempo. En 1665, en Venecia, se seguía jugando Rh1, Te1 y g3(h3) como una sola jugada. En 1683, el Dr. Francesco Piacenza denuncia la existencia de varios errores y abusos en la ejecución del enroque. Así, en Umbria se permitía enrocar atravesando el rey una casilla atacada. Algunos jugadores napolitanos permitían el enroque después de haber jugado el rey. En otros lugares, los jugadores seguían practicando el enroque libre, con g3(g4) o h3(h4) en una sola jugada. En el siglo XVIII los maestros modeneses permitían el enroque libre, incluso después de haber recibido el rey un jaque, siempre y cuando la torre no quedase atacando ninguna pieza. Cozio sigue la práctica de enrocar como en Francia, pero a condición de que la torre no atacase a ninguna pieza hostil. Todos ellos prohibían mover un peón en la misma jugada. La gran reputación de los maestros de Módena permitió la adopción general de sus reglas en Italia, aunque, en zonas remotas del país, el enroque libre sobrevivió hasta fines del siglo XIX.
Sin embargo, la influencia de C. Salvioli y La nuova Rivista degli Scacchi (1876-1903) tuvo como resultado la adopción de las normas europeas en todos los clubes de ajedrez italianos, desde unos veinte años atrás. El Club de Ajedrez de Roma, por ejemplo, asimiló esos cambios en 1877.
En España el enroque fue introducido mucho más tarde. En todas las partidas españolas que aparecen en los manuscritos romanos sólo se emplea el viejo salto, y la maniobra Tf1-Rg1 se realiza en dos jugadas. Salvio dice, en 1604, que el enroque seguía siendo desconocido en España, pero en su libro de 1634 añade que en algunas partes los ajedrecistas habían empezado a jugar Tf1 y Rg1 (o Td1 y Rc1) en un solo movimiento.
En Francia e Inglaterra la moderna forma de enroque ya estaba generalizada entre los mejores jugadores, en la época de las visitas de Greco y, aunque éste no hace referencia al mismo, el salto del rey persistía en Francia, pero no en Inglaterra. En ambos países hubo un período durante el cual los jugadores se encontraban confusos acerca de las posiciones de rey y torre después del enroque. En Francia ese período llegó a su fin antes de 1620, pero en Inglaterra se prolongó hasta 1640, cuando J. Barbier, al reeditar el muy popular libro de Arthur Saul, Famous Game of Chesse-play, se sintió obligado a ser más explícito que Saul, indicando la regla moderna con toda exactitud.
El viejo salto solitario del rey se indica en el manuscrito de París y en Maison académique, de La Marinière (París, 1659), primero de una larga sucesión de manuales sobre juegos, a menudo retrasados en un siglo en relación con las reglas vigentes del ajedrez. En este libro, como en las ediciones francesas de las partidas de Greco (desde 1669 en adelante), se dice que el salto en cuestión había quedado obsoleto. Su última aparición en un trabajo de autoridad se encuentra en el Traitté du Jeu Royal des Échets, de Asperling (Lausana, hacia fines del s. XVII).
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De HISTORIA DEL AJEDREZ, A. Gude
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