Para refutar el esnobismo al uso, Jean-Paul Sartre dijo en su día que «ser diferente era ser como todo el mundo, puesto que cada uno de nosotros es distinto a los demás.»
No es una noción que comparta el gran poeta norteamericano e. e. cummings, quien en su introducción a ‘Collected Poems’ de 1938, escribió:

«Los poemas que siguen son para usted y para mí, no para mucha gente.
No tiene sentido pretender que los demás y nosotros somos iguales. Muchos tienen menos en común con nosotros que la raíz cuadrada de menos uno. (…) Usted y yo somos seres humanos. La mayoría de la gente son esnobs.»

Y en Seis no conferencias (Six non-lectures):

«…en lo que a mí respecta, la poesía y todos los demás artes son y serán siempre una cuestión de estricto individualismo…

Sin embargo, ¿no son las aspiraciones elitistas una forma de esnobismo, aunque pueda calificarse de, digamos, «fundado»?

De lo que no tengo dudas es de que unos versos de cummings nos ayudarán a sobrellevar el Viernes Santo:

dear girl
How i was crazy how i cried when i heard
over time
and tide and death
leaping
Sweetly
your voice

querida chica
Cómo enloquecí cómo lloré cuando escuché
por encima del tiempo
y la marea y la muerte
saltando
Dulcemente
tu voz