Kramnik es un campeón.
Lo es desde que ganó aquel titánico match de Londres a Kasparov (2000), que le permitió proclamarse, contra todo pronóstico, campeón del mundo.
Después ganó otros matches decisivos, pero también tuvo muchos altibajos y algún que otro problema de salud.
Pero parece haber vuelto por sus fueros. En la primavera ganó el fuerte torneo de Dortmund (¡por décima vez!), y ahora en Londres ha exhibido su implacable virtuosismo técnico, jugando algunas partidas excelentes y produciendo esa sensación de dominio y seguridad a los que tiempo atrás nos tenía acostumbrados.

Resultados de la última ronda
Short-Carlsen, tablas, Italiana (77 j.)
Kramnik-Aronian, tablas, GD Ortodoxa (32)
McShane-Anand, tablas, Caro-Kann (25)
Nakamura-Adams 1-0, Gambito de Rey (41)

¿No era que el Gambito de Rey estaba refutado? Pues cada vez que se plantea al máximo nivel crea cortocircuitos importantes. Si un jugador tan sólido como Adams puede perder, todos pueden perder. Claro que Adams estaba en baja forma.

CLASIFICACIÓN FINAL:
(entre paréntesis Elo de actuación o rendimiento)

1. KRAMNIK 16,0 (2934)
2. Nakamura 15,0 (2887)
3. Carlsen 14,0 (2879)
4. McShane 13,0 (2852)
5. Anand 9,0 (2740)
6. Aronian 9,0 (2741)
7. Short 6,0 (2613)
8. Howell 4,0 (2569)
9. Adams 3,0 (2498)

Kramnik no sólo ganó, sino que también convenció (+4 =4 -0). Jugó algunas partidas magníficas, como contra Short, Howell y McShane y en ningún momento pasó por situaciones apuradas.
Nakamura, salvo su traspiés ante el primer pupilo de Kasparov, demostró que tenía ganas y jugó, al menos, dos partidas muy buenas, y en momentos críticos del torneo: contra Anand y ayer, contra Adams. Su resultado final (+4 =3 -1) enjuga su reciente revés en el Memorial Tal.
Carlsen, con su estilo sólido y supertécnico habitual, tal vez adoleció de falta de ambición o de una especie de fatalidad positiva, como si toda fuese a salir como él deseaba. Finalizó invicto (+3 =5 -0), pero no produjo gran impresión.
McShane (+3 =4 -1) estuvo luchando por el primer puesto hasta la penúltima ronda, y con eso queda dicho todo. Fue el mejor de los jugadores ingleses y si esto, en el Clásico de Londres, no es decir gran cosa, sí lo es si consideramos que entre los cuatro jugadores británicos se encontraban Short y Adams.
Anand y Aronian, ambos con el mismo resultado (+1 =6 -1) fueron los grandes derrotados. Si en el caso de Aronian su actuación resultó inesperada, del campeón mundial no se esperaba una gran actuación, por las habituales reservas, a cinco meses del match por el máximo título con Gelfand. Sin embargo… ¿tan, tan absolutamente imprescindible es esa extrema reserva, que no deja espacio para su habitual brillantez?
Short (+1 =3 -4) parece que debería pensar en los abiertos que tanto le gustan. No parece que esté ya para estos trotes.
A Howell (+0 =4 -4) le vino muy grande el torneo. Es joven y tiene tiempo para madurar.
El caso de Adams (+0 =3 -5) es muy distinto. Un jugador tan extraordinario, un estratega sólido y de alto vuelo, tiene que estar en muy baja forma para perder cinco partidas de un total de ocho. Esperamos ver pronto su recuperación, pues este mismo año había ganado brillantemente el Campeonato Británico.
Sin duda, un gran torneo. Felicitaciones a los organizadores.
Lástima el corto número de participantes, que limita mucho las opciones deportivas.
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