literatura, noviembre 2, 2010

LA VUELTA AL DÍA EN OCHENTA MUNDOS

Revista Internacional de Ajedrez nº 34, julio 1990, p. 54

En LaVuelta al día en ochenta mundos, del gran escritor argentino Julio Cortázar, compuesta por ejercicios de estilo y divertimenti, se encuentran algunas referencias al ajedrez:

Del sentimiento de lo fantástico:
…el estudio de los llamados azares va ampliando las bandas del billar, las piezas del ajedrez, hasta ese límite personal más allá del cual sólo tendrán acceso otros poderes de los nuestros.

Otra máquina célibe:
Metáforas que apuntan hacia esa vaga, incitante dirección: el latigazo de la triple carambola, la jugada de alfil que modifica las tensiones de todo el tablero…
(…)
Entre los pasajeros que llenarían con la poesía de lo excepcional el libro incomparable de Raymond Roussel (se refiere al libro ‘Impresiones de África’), no podía faltar Marcel Duchamp, que debió viajar de incógnito pues jamás se habla de él, pero que sin duda jugó al ajedrez con Roussel…
(…)
Como es lógico, la crítica seria sabe que todo esto no es posible, primero por el Lyncée era un navío imaginario, y segundo porque Duchamp y Roussel no se conocieron nunca (Duchamp cuenta que vio una sola vez a Roussel en el café de la Régence, el del poema de César Vallejo, y que el autor de Locus Solus jugaba al ajedrez con un amigo. «Creo que omitió presentarme», agrega Duchamp). Pero hay otros para quienes esos inconvenientes físicos no desmienten una realidad más digna de fe…

Como acotación a este artículo, no está de más recordar que Raymond Roussel inventó un procedimiento técnico distinto del habitual para dar el mate de alfil y caballo vs Rey, un procedimiento que se conoce como mate de la cedilla. (Se publicó en El Ajedrez, de Vigo, en 1980).
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