ajedrez, septiembre 14, 2011

MIESES sobre el MUNDIAL de 1948

El venerable maestro Jacques Mieses (Leipzig, 1865 – Londres, 1954) envió a la British Chess Magazine una interesante carta abierta, a raíz de la celebración del Campeonato Mundial de 1948. Teniendo en cuenta los acontecimientos a que se refiere, la carta debió haber sido publicada ese mismo año, pero, lamentablemente, he perdido la referencia exacta. ¿Algún visitante podría identificar el número de la BCM en que fue publicada?
Mieses, un destacado maestro, distinguido por su erudición ajedrecística y sofisticada cultura, era entonces el maestro decano del juego rey, con 83 años, y sus interesantes reflexiones evidencian que conservaba una mente lúcida y vigorosa. He aquí el texto:

«Al director de la British Chess Magazine.

Estimado Señor:
La regla hasta aquí generalmente aceptada de que el Campeonato Mundial de Ajedrez sólo podía cambiar de manos como resultado de un match con el poseedor del título no pudo seguirse en esta ocasión, debido a la repentina muerte del Dr. Alekhine. En consecuencia, la FIDE decidió convocar un ‘Torneo de Elite’. Su primera acción fue, por supuesto, ponerse en contacto con las autoridades ajedrecísticas de la Rusia soviética, pues es un hecho que Rusia desempeña hoy en día el papel protagonista en el ajedrez mundial. La respuesta no se hizo esperar. Las autoridades soviéticas enviarían a Botvinnik, Keres y Smyslov como representantes suyos, pero a condición de que sólo participasen, además, los americanos Reshevsky y Fine, y el excampeón mundial Dr. Euwe. De no ser así, los soviéticos se desentenderían del proyecto. Por otro lado, tampoco admitirían que, caso de retirarse alguno de los nombrados, se designase un sustituto. Era, en otras palabras, ni más ni menos que un ultimátum que, para asombro –por no decir indignación– del mundo del ajedrez, la FIDE aceptó en todos sus términos.
Como todo el mundo sabe, Fine no tomó parte en el evento, de modo que el sensacional ‘Torneo de Elite’ anunciado por la FIDE quedo reducido a una lamentable farsa. No podemos calificarlo de otro modo, cuando, además de la URSS y Estados Unidos, el mundo sólo estaba representado por un Dr. Euwe que, para colmo, resultó encontrarse en una lamentable baja forma. Así pues, la FIDE fracasó estrepitosamente. Cierto que sus responsables lo negarán y declinarán asumir responsabilidad alguna, endosándosela a las autoridades soviéticas, sobre la base de que una competición de esas características no podría prescindir de los jugadores de ese país. Personalmente, no acepto una explicación así. Que la amenaza soviética de no participar, caso de no darse las condiciones por ellos exigidas, llegase a materializarse es discutible. Incluso creo que un torneo seriamente organizado, con términos responsables, sería, aun sin participación rusa, el menor de los males. Pues tendríamos al menos un campeón del mundo occidental y, antes o después, acabaría produciéndose un match con el campeón soviético.
Podemos lamentar la posición monolítica de las autoridades soviéticas, pero en modo alguno condenarlas, pues su tarea es defender los intereses del ajedrez soviético y, siempre que fuese posible, conseguir el título mundial para Rusia, por lo que no cabe esperar que sean los soviéticos quienes deban preocuparse de defender los intereses del mundo del ajedrez en general. Esa es tarea y obligación de la FIDE, única razón por la que esta institución fue creada.
Si alguien tiene derecho a quejarse de la actitud soviética, ese es, precisamente, Botvinnik. Pues aunque ganó la carrera con autoridad, proclamándose brillante campeón del mundo, todo el torneo nació «torcido», desde el principio y, desde el punto de vista deportivo, puede considerarse un fiasco.
Considerar a Botvinnik el mejor jugador del mundo sobre la base de su triunfo en este torneo es injustificado.
En un torneo de ocho, o mejor aún, diez matadores, apostaría por él en proporción de 3 a 1 contra cualquiera de los demás participantes, y ganar en tales condiciones el Campeonato Mundial sí le legitimaría por completo y la daría el respaldo universal del mundo del ajedrez. Sin embargo, a Botvinnik se le ha privado de ejercer ese derecho a la gloria, y eso debe agradecérselo al mal entendido proteccionismo de sus compatriotas.
Como dice el refrán, «protégeme de mis amigos, que de mis enemigos ya me protegeré yo.»
Jacques Mieses»
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2 comentarios

  1. Antonio Gude 14:01, septiembre 14, 2011

    Grcias, Jairo. Sí, podría ser agosto de 1948. Saludos.

  2. Anonymous 13:35, septiembre 14, 2011

    Saludos,Antonio:
    Consulte con un amigo al respecto. Esta fue su respuesta:»No estoy muy seguro del número, creo que fue el «8», de Agosto de 1948, correspondiente al Vol.LXVIII, siendo su director Julio du Mont. Como la revsta se viene publicando ininterrumpidamente desde 1981, la clave esta en el mes de la carta de Mieses:¿Enero?:No.1, ¿Agosto?:No. 8, ¿Noviembre?:No.10, etc»
    Jairo