El libro canónico sobre Paul Morphy sigue, lamentablemente, inédito en castellano. Me refiero a MORPHY’S GAMES OF CHESS, de Philip W. Sergeant, publicado en 1915.
Este libro lo tengo traducido desde hace algún tiempo, pero ningún editor español se ha animado aún a publicarlo.
El original tiene 352 páginas y 300 partidas comentadas (aunque muchas de ellas con apenas algunas notas). Tiene un breve prólogo de octubre 1915 y un segundo prólogo, añadido en 1916. Sigue una también breve biografía, que en la edición original ocupa 36 páginas. Las partidas están en notación descriptiva inglesa (aunque en mi versión castellana las he convertido a algebraica con figuritas).
Voy a publicar aquí el texto biográfico en tres partes, según mi traducción.
Espero que a muchos aficionados les interese, porque los comentarios del autor son, en general, pertinentes y muy ajustados a la realidad, al menos, tal y como nos consta por todas las referencias históricas al genio de Nueva Orleáns.
PRÓLOGO
Durante muchos años albergué la ambición de producir un nuevo libro con las partidas de ajedrez de Morphy, y pude encontrar en los Sres. G. Bell and Sons Ltd., editores de la obra inglesa sobre el tema que se ha mantenido en el mercado durante cincuenta y cinco años, interés ante mi propuesta, de modo que pude realizar así mis deseos.
Al presentar de nuevo a Morphy al público ajedrecista, podrían haberse adoptado dos planes. Uno era reeditar simplemente a Löwenthal. El otro era incluir las 400 partidas que se conservan de Morphy en su totalidad. Hemos elegido un plan intermedio, de acuerdo con el consejo de los editores y también según mi propio criterio, a saber, seleccionar 300 partidas de las 400 conocidas. De esta forma ha sido posible conservar el tamaño del libro dentro de los límites adecuados y concederle, así, un espacio razonable a los comentarios. Tal y como se ha editado, el volumen contiene ahora un tercio más de partidas de las que se hallan en la colección de Löwenthal, con todas las partidas de Morphy de torneos y matches, así como partidas de exhibición, la mayoría de sus partidas amistosas en términos de igualdad y muchas más partidas con ventaja de las que Löwenthal incluyó en su obra. De esa colección anterior se han omitido pocas partidas, por la razón de que el propio Morphy había supervisado su inclusión en el libro aludido.
En los comentarios a las partidas he utilizado los de todas las autoridades reconocidas, al menos las que estaban a mi alcance, incluidos los libros de Löwenthal, Lange y Maróczy, así como críticas ocasionales de Zukertort, Steinitz, Lasker, etc. Siempre que me ha sido posible, he tratado de identificar la fuente original de tales comentarios, puesto que también yo soy responsable de los mismos y, cuando me han surgido dudas, he consultado a mis amigos del City of London Chess Club, quienes han mostrado la característica generosidad de los verdaderos jugadores de ajedrez, invirtiendo su tiempo ante el tablero, sin beneficio material alguno.
La biografía puede considerarse nueva, en tanto que aporta por primera vez, o al menos eso creo, gran cantidad de material de todo tipo, así como la tentativa de darle coherencia dentro del conjunto.
Con sumo placer reconozco mi deuda con quienes me han prestado su colaboración. Antes que nada, quisiera mostrar mi agradecimiento a los miembros del City of London Chess Club, cuyos nombres son demasiado numerosos para ser mencionados individualmente; al Sr. Walter Russell, secretario del Club, por permitirme el uso de su biblioteca; al Dr. Schumer y al Sr. W. H. Watts, por el acceso a sus valiosas colecciones; al Sr. John Watkinson, por su información sobre diversos puntos; a los editores del American Chess Bulletin por su amable asistencia al procurarme material que no podía hallarse a este lado del Atlántico; al Sr. J. Du Mont, que leyó amablemente el manuscrito; y a los Sres. J. H. White y Brian Harley, por su ayuda en la corrección de las pruebas.
Los trabajos que me han resultado de mayor utilidad son los que se mencionan en la lista de autoridades, a los que debo añadir los archivos de la British Chess Magazine, Chess Monthly, La Stratégie, American Chess Monthly, American Chess Bulletin, etc.
También debo reconocer mi gratitud al editor del Reading Observer por haberme cedido la fotografía que constituye el motivo de la cubierta.
PHILIP W. SERGEANT
Octubre de 1915
Una breve nota sobre mi predecesor, en cuyo libro se basa la presente obra, puede no carecer de interés:
Johann Jakob Löwenthal nació en Budapest, en julio de 1810, de origen judío, como indica su apellido. Nada se conoce de los primeros años de su vida, excepto que era hijo de un comerciante, que fue educado en un instituto de su ciudad nativa y que recibió sus primeras lecciones ajedrecísticas de Joseph Szen. Hacia 1842 era un jugador lo bastante fuerte como para ser seleccionado como uno de los integrantes del club de Budapest que debía jugar el importante match por Correspondencia con París durante aquel año y los tres siguientes. Tomando claro partido, aunque no combativo, en la lucha húngara por la independencia, se vio obligado a abandonar su país en 1849, emigrando a los Estados Unidos, donde pudo conocer a Paul Morphy, el entonces niño prodigio de Nueva Orleáns. En 1851 Löwenthal viajó a Inglaterra y adquirió la nacionalidad británica. Participó en el gran torneo internacional de ese mismo año, siendo eliminado por Williams en la primera ronda. También en 1851 disputó un match con Buckle, quien ganó por 4-3, y perdió una serie de partidas con Anderssen. En el congreso de la Federación Británica de 1857, celebrado en Manchester, Löwenthal logró el primer premio, por delante de Boden, Anderssen, Harrwitz, etc. Entretanto, se había convertido en un jugador famoso en los círculos de ajedrez londinenses y fue apadrinado por Staunton, aunque éste nunca pudo perdonarle que hubiese perdido un match con Harrwitz, en 1853, tras una puntuación de 9-2 a su favor. Löwenthal se convirtió luego en redactor de las columnas ajedrecísticas de Era e Illustrated News of the World y, aunque ya era secretario del Club St. George, fundó el Club de Ajedrez St. James. En 1858 disputó su match con Morphy, y el mismo año ganó el primer premio en el Congreso de la BCA en Birmingham, superando a Falkbeer, Staunton, Saint Amant, Owen, etc. Después de esto, Löwenthal sólo participó en un torneo importante, Londres 1862, en el que la presión de las obligaciones oficiales le forzó a retirarse. Murió en St. Leonards el 20 de julio de 1876.
En algunas notas acerca del ajedrez y los ajedrecistas que dejó en su funeral, Augustus Mongrédien dijo que Löwenthal vivía «para el ajedrez y, lamentablemente, sólo para el ajedrez.» Esto era cierto, pero no en el sentido de que Löwenthal fuese un hombre con anteojeras. Vivió para su labor editorial y organizadora, y no muy bien por decirlo suavemente. Como jugador, su juego era desigual, con períodos de languidez en los que su ajedrez casi podría calificarse de flojo. Era, sin embargo, un analista competente y con notables contribuciones a la literatura ajedrecística, en particular Morphy’s Games of Chess (1860) y The Chess Congress of 1862. En la vida cotidiana era afable y un buen conversador.
Manifestaba una sincera admiración por Morphy y tomó vigorosamente partido por éste en la controversia derivada del rechazo final de Staunton a jugar un match eon el maestro americano.
Al revisar este libro, desde su publicación inicial, he contado con la ayuda de varios amigos, a quienes, en particular los Sres. J. H. Blake y B. Goulding Brown, deseo expresar mi agradecimiento.
P. W. S.
Junio de 1916
SUMARIO
PRÓLOGO 5
BIOGRAFÍA 9
LISTA DE AUTORIDADES 31
ABREVIATURAS 32
PRIMERA PARTE 33
1. PARTIDAS DEL CONGRESO AMERICANO DE AJEDREZ 33
2. MATCH CON J. J. LÖWENTHAL 49
3. MATCH CON JOHN OWEN 63
4. MATCH CON D. HARRWITZ 69
5. MATCH CON A. ANDERSSEN 78
6. MATCH CON A. MONGRÉDIEN 95
7. MATCH CON J. THOMPSON 100
SEGUNDA PARTE 104
1. PARTIDAS EN CONSULTA 104
2. EXHIBICIÓN DE SIMULTÁNEAS EN LONDRES 113
TERCERA PARTE – PARTIDAS A LA CIEGA 119
CUARTA PARTE – PARTIDAS AMISTOSAS 148
1. JUVENILIA 149
2. NUEVA YORK, 1857 159
3. INGLATERRA, 1858-1859 171
4. PARÍS, 1858-1859 195
5. 1862-1863 207
QUINTA PARTE – PARTIDAS CON VENTAJA 215
1. PEÓN Y SALIDA, PEÓN Y DOS JUGADAS 216
2. VENTAJA DE UN CABALLO 220
3. VENTAJA DE UNA TORRE Y OTRAS 239
APÉNDICE 244
ÍNDICE DE JUGADORES 245
ÍNDICE DE APERTURAS 350
BIOGRAFÍA
PAUL CHARLES MORPHY, “el orgullo y la pena del ajedrez”, nació el 22 de junio de 1837 en la ciudad de Nueva Orleáns. Era hijo de Alonzo Morphy, juez del Tribunal Supremo de Luisiana.
A fines del siglo XVIII, el fundador de la familia norteamericana de Morphy, su abuelo, dejó Madrid y emigró a los Estados Unidos. Como observa Löwenthal, el apellido Morphy no parece un patronímico español, sino que sugiere un apellido nada inusual en Irlanda. No hay pruebas, sin embargo, que nos permitan profundizar en la familia más allá del origen español y, por otra parte, los integrantes de la misma parecían considerarse a sí mismos latinos. El primer Morphy americano se instaló en Charleston (Carolina del Sur), donde, en noviembre de 1798, nació su hijo mayor, Alonzo. Más tarde se trasladó a Nueva Orleáns e inscribió a Alonzo en el Colegio Francés para estudiar Derecho, en cuya profesión triunfó plenamente, culminando con su designación como juez del Tribunal Supremo estatal.
Alonzo se casó con una dama de origen antillano, Thelcide Carpentier, cuyo padre, Joseph Carpentier (inicialmente, Le Carpentier), era francés. Con ella tuvo dos hijos, Edward y Paul, y dos hijas. Tras una primera etapa escolar en la Academia Jefferson de su ciudad natal, Paul ingresó, en diciembre de 1850, en el St. Joseph’s College jesuita, en Spring Hill, cerca de Mobile (Alabama). Allí, entre los trece y los diecisiete años, progresó rápidamente en varias disciplinas de estudio. Se graduó en 1854, pero permaneció un año más en St. Joseph, dedicando casi enteramente su tiempo a las matemáticas y el Derecho. Decidió entonces dedicarse a la abogacía, de modo que se matriculó en la Universidad de Luisiana, donde se encontraba cuando murió su padre. En abril de 1857 fue admitido en el Colegio de Abogados. A los veinte años, su precocidad se había manifestado ya en otras áreas, además del ajedrez. Parece que hablaba con fluidez cuatro idiomas (suponemos que inglés, francés, español y alemán) y podía recitar de memoria el Código Civil de Luisiana. Era también un gran amante de la música, pero sus estudios no le permitieron ser más que un aficionado. F. M. Edge escribe de él: “Su oído para cualquier pieza que hubiese escuchado una sola vez era asombrosa. La Sra. Morphy es conocida en los salones de Nueva Orleáns como una brillante música y pianista, y su hijo, sin haber estudiado nunca música, parece estar igualmente dotado.” Hay que decir, de paso, que su hermana menor, Helena, era una buena música.
No puede decirse que una excesiva preocupación por el ajedrez haya interferido con la educación general de Paul Morphy. Se dice que su padre no le enseñó los movimientos de las piezas mucho antes de los diez años. Contamos, sin embargo, con el testimonio de su tío en una carta (que más adelante se cita), según el cual Paul aprendió por sí solo, observando las partidas entre miembros de la familia, su padre, el hermano de su padre y su abuelo materno. Si fue su padre quien le enseñó los primeros pasos, fue Ernest Morphy*, “generalmente considerado el rey del ajedrez en Nueva Orleáns,” según Löwenthal, quien le instruyó acerca de las posibilidades del juego. Paul aprendió con tanta rapidez que pronto pudo enfrentarse en términos de igualdad con sus familiares. En 1849, antes de haber cumplido doce años, su juego comenzó a pasar de la leyenda a la historia. El finado James McConnell, de Nueva Orleáns, solía referirse a ese año como el que tuvo lugar su primer encuentro con el chico. McConnell tenía la costumbre de acudir a una reunión ajedrecística en el viejo edificio de Correos de Royal Street, donde también solían ir Alonzo y Ernest. Un día Ernest lo invitó a jugar allí con su sobrino Paul, advirtiéndole que éste le ganaría. McConnell aceptó, acudió a la casa del juez Morphy, y jugó cuatro partidas con Paul, de las que perdió tres. En la página 209 puede verse una partida entre ambos, jugada en 1849, si bien no podemos afirmar que se trate de una de las disputadas en aquella ocasión. McConnell se mostró asombrado con la profundidad con que Paul era capaz de penetrar en la posición.
Otro testigo de sus primeros tiempos fue C. A. Maurian,* compañero de estudios de Morphy en Spring Hill y con quien posteriormente mantuvo una estrecha amistad. Maurian, que apenas era un año más joven que Morphy, recordaba haberle visto jugar contra su abuelo Carpentier, cuando Paul tenía menos de doce años y era tan pequeño que debían colocar dos libros en su silla para que pudiese llegar a la altura debida del tablero. En Spring Hill Morphy le enseñó ajedrez a su compañero y, hasta que éste pudo ofrecerle una resistencia digna, le ofrecía un caballo de ventaja, que el maestro siguió ofreciendo a su alumno hasta el final de su carrera, en 1869.
Las victorias en el círculo familiar pronto dejaron de contentar al joven genio y, cuando aún no había cumplido trece años, se enfrentó a Eugène Rousseau, un fuerte jugador francés, que por entonces vivía en Nueva Orleáns. El 31 de octubre de 1849 Ernest Morphy escribía esta carta a Kieseritzky, director de La Régence:
“Le adjunto una partida de ajedrez, disputada el día 28 entre el Sr. R. y el joven Paul Morphy, mi sobrino, que sólo tiene doce años. Este niño nunca ha abierto un libro de ajedrez. Ha aprendido a jugar por su cuenta, observando las partidas entre miembros de la familia. En la apertura realiza las jugadas correctas como por inspiración, y es sorprendente observar la precisión de sus cálculos en el medio juego y el final. Al sentarse ante el tablero, su rostro no muestra la menor agitación, ni siquiera en las posiciones más críticas. En tales casos, generalmente se pone a silbar y busca, pacientemente, la combinación que resuelva sus problemas. Por otro lado, suele jugar tres o cuatro partidas serias los domingos (único día en que su padre le permite jugar) sin mostrar la menor fatiga.”
La partida enviada a Kieseritzky es la nº 144 de este libro. Lamentablemente, es la única que se conserva del medio centenar que el joven Morphy disputó con Rousseau entre 1849 y 1851, de las cuales se dice que el niño habría ganado el 90%. Otros jugadores de Nueva Orleáns ayudaron en la educación ajedrecística del futuro campeón. Pero un hecho aún más importante fue la visita que, en mayo de 1850, hizo J. J. Löwenthal, el maestro húngaro que, si aun debía hacerse un nombre como jugador de torneos y analista, ya era conocido como un experto en los círculos de ajedrez. Löwenthal, que tenía cuarenta años, y Morphy que aún no había cumplido los trece, se encontraron en dos ocasiones y jugaron dos partidas,* con el resultado de una ganada y la otra tablas a favor de Morphy. El propio Löwenthal dice que, aunque por entonces se encontraba deprimido, con problemas físicos y también afectado por el clima, “la hazaña del joven Paul acredita un grado de destreza asombroso en un niño.”
Durante los años siguientes no sabemos gran cosa acerca del ajedrez de Morphy, aunque se han conservado cierto número de partidas, que demuestran que, aunque seguía con sus estudios en Spring Hill, se mantenía en forma, tanto en Nueva Orleáns, durante las vacaciones, como en su tiempo libre, contra todos los jugadores que podía encontrar entre sus compañeros o en Mobile. Desde luego, adquirió ciertos conocimientos teóricos en los años que precedieron a su salto a la fama en 1857. Pero no era un estudioso de los libros de la forma en que muchos jóvenes maestros y aspirantes a maestros de la época actual. No tenía, por ejemplo, una biblioteca de ajedrez lista para consulta. Con su prodigiosa memoria, rápidamente extraía la información que necesitaba para cualquier trabajo, después de lo cual regalaba el libro a cualquier amigo. James McConnell se hizo así con el libro del torneo de Londres 1851, que Morphy le regaló cuando tenía 15 años. “El libro es especialmente interesante,” dice C. A. Buck, “debido a las numerosas notas al margen de puño y letra de Morphy, en las que expresaba su opinión acerca de las partidas y de algunas jugadas. Como es bien sabido, ese libro fue editado por Staunton, y el joven Morphy, en un rasgo de su genial carácter, había escrito un comentario en la página del título, donde se leía “Por H. Staunton, Esq., autor del Handbook of Chess, Chess-player’s Companion, etc.” (‘and some devilish bad games’)”1. Es importante tener esto en cuenta en las futuras relaciones entre Staunton y Morphy.
La oportunidad para introducirse en un círculo más amplio de jugadores que el que hasta entonces conocía se le presentó a Morphy en 1857, tras su admisión en el Colegio de Abogados y también, sin duda, porque había desaparecido la influencia restrictiva de su padre. En abril de 1857, el Club de Ajedrez de Nueva York, cuyos miembros más eminentes eran el coronel Charles Mead y James Thompson, de origen inglés, enviaron una carta circular a los clubes de Estados Unidos, proponiendo un torneo para jugadores residentes en Norteamérica. Parece que la idea se debió a Daniel Willard Fiske, que pronto sería coeditor, con Morphy, de la revista Chess Monthly. La noticia recibió amplia divulgación y en el Primer Congreso Americano de Ajedrez se recibió la inscripción de un considerable número de jugadores significativos, como Thompson, Stanley y Lichtenhein, de Nueva York, Raphael de Kentucky, etc., así como dos jóvenes cuyos nombres eran desconocidos para los jugadores del Viejo Mundo: Louis Paulsen y Paul Morphy. Paulsen, que en los últimos años residía en Iowa, había comenzado a ganar celebridad en los estados del Oeste, por sus exhibiciones a la ciega. En cuanto a Morphy, su fama en Nueva Orleáns era suficiente para justificar su presencia en el torneo. Edge afirma que cuando llegó a Nueva York el telegrama que anunciaba la participación de Morphy, Paulsen declaró que el primer premio sería para el jugador de Nueva Orleáns, a juzgar por las partidas que habían sido publicadas ya en América. Los neoyorquinos probablemente eran escépticos, pues algunos de sus campeones tenían, al menos, la ventaja de haberse enfrentado en Europa a maestros de reconocida categoría. Pero el resultado del torneo (cuyos detalles pueden verse en la página 39) fue que, en palabras de Löwenthal, “las barbas grises fueron debidamente arrojadas de sus pedestales. La juventud y el genio resultaron demasiado para la edad y la experiencia. Todos fueron cayendo, casi sin lucha, ante el conquistador de Nueva Orleáns, y el segundo en la competición, Paulsen, sólo unos años mayor que Morphy.” Estos dos jugadores disputaron, cada uno, 18 partidas. Morphy ganó catorce, perdió una e hizo tres tablas, mientras que Paulsen ganó diez, perdió cinco y sumó tres tablas.
El Congreso se desarrolló en los salones Descombes de Nueva York, y el 11 de noviembre tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios, en la que Morphy recibió de manos del coronel Mead, Presidente de la American Chess Association, un magnífico servicio de plata, consistente en una bandeja, una jarra y cuatro copas. La bandeja estaba grabada con una imagen de Morphy, en el momento de ganar la partida decisiva contra Paulsen y tenía una inscripción, declarándolo vencedor del torneo, mientras que todas las piezas llevaban la inscripción “P. M”. Paulsen recibió una medalla de oro, como ganador del segundo premio, y tuvo la satisfacción de ser saludado por Morphy, después de los discursos oficiales, con unas palabras muy elogiosas, en las que sus actuaciones a la ciega fueron comparadas, ventajosamente, con las de La Bourdonnais, Philidor y Kieseritzky. Morphy y Paulsen se habían enfrentado a la ciega durante el Congreso. En la primera ocasión, Paulsen dio una simultánea a cuatro tableros, uno de los cuales fue defendido por Morphy, pero también sin ver, y ganó (partida nº 89). A continuación, disputaron un par de partidas simultáneas y a la ciega, de las cuales una fue ganada por Morphy y la otra fue tablas (nº 90 y 91). Pero Morphy no era hombre de alabar a Paulsen a fin de exaltarse a sí mismo. Así que no realizó la menor tentativa de rivalizar con él en el número de partidas simultáneas, ni entonces ni nunca, a pesar de sus propias dotes como jugador a la ciega, y de que le concedía mucha importancia a este tipo de juego.*
Aunque el torneo se encontraba en pleno desarrollo, Morphy se había comprometido en numerosas partidas amistosas con otros competidores y con algunos jugadores que no tomaban parte en el campeonato. Por entonces no había límite de tiempo, y el ajedrez de torneo seguramente era menos agotador que el de hoy en día, pues lo cierto es que, aparte de reponer fuerzas entre rondas, Morphy ocupó todo el resto de su tiempo en disputar ochenta partidas en condiciones de igualdad y muchas otras con ventaja. Tan abrumador resultó su éxito que cuando, al finalizar el Congreso, escribió a Perrin, secretario del New York Chess Club ofreciendo peón y salida a cualquier miembro del club, el reto no se consideró presuntuoso. El guante lo recogió C. H. Stanley, quien, tras ganar sólo una de las cinco primeras partidas, entregó el match y los 100 dólares del premio. Se cuenta que Morphy estaba ansioso porque Thompson aceptase el desafío, pero éste, a pesar de que el resultado contra él era de 8-0 en igualdad de condiciones, se negó a admitir que su rival fuese tan superior que pudiese concederle peón y salida de ventaja. De modo que el match entre ellos no llegó a celebrarse entonces. Pero dieciocho meses más tarde, Thompson aceptó el reto, con caballo de ventaja y fue vencido por 5-3.
En diciembre Morphy regresó a su ciudad natal, con el récord de haber disputado en Nueva York 100 partidas, en condiciones de igualdad, con sólo 5 derrotas (incluida la partida que perdió en el torneo con Paulsen, y otra en consulta) y 160 partidas con ventaja (casi todas con caballo menos), en las que sólo fue derrotado en 36 ocasiones.* Al llegar a Nueva Orleáns hizo extensiva su oferta de peón y salida a cualquier jugador norteamericano, comunicándolo a través de Chess Monthly, que Morphy había empezado a codirigir. Nadie recogió el guante, pero Paulsen le dijo a Edge que Morphy era lo bastante fuerte como para permitirse ofrecer esa ventaja. Resulta agradable observar esta ausencia de celos entre maestros del juego. Pero lo cierto era que, como dice Löwenthal, los americanos estaban extasiados por el brillo de la estrella que había surgido en su firmamento. Lo consideraban invencible y se mostraban dispuestos a desafiar al mundo a producir otro fenómeno igual. En realidad, apenas había derrotado Morphy a Paulsen en Nueva York cuando la American Chess Association ya había contemplado un desafío en su nombre. En la columna de Howard Staunton del Illustrated London News, del 26 de diciembre de 1857, se hace referencia a un desafío a cualquier jugador europeo dispuesto a jugar en Nueva York con el campeón, por una bolsa de entre 2.000 y 5.000 dólares. “No hay duda,” observaba Staunton, “de que pudiese encontrarse un campeón europeo dispuesto a jugar el match en Londres o París, pero los mejores jugadores de Europa no son profesionales del ajedrez, sino que tienen otras ocupaciones más serias, que les impiden gastar el tiempo que significaría viajar a los Estados Unidos y regresar.”
El propio Morphy no dio ningún paso por darle un carácter oficial a ese desafío a los maestros europeos, ocupando los primeros meses de su regreso a Nueva Orleáns en comentar partidas para el libro del Congreso Americano, además de jugar con sus conciudadanos partidas con ventaja de torre o caballo, y realizando algunas exhibiciones a la ciega. Pero el Club de Ajedrez de Nueva Orleáns no permitió que su campeón descansase, y el 4 de febrero de 1858 envió una carta al propio Staunton, invitándolo formalmente a un match, en Nueva Orleáns, con Morphy, a quien “importantes razones familiares” le impedían viajar a Europa. La bolsa de premios sería de 5.000 dólares, de los cuales Staunton percibiría 1.000 aun en caso de perder.
Staunton respondió con una carta cortés, declinando la oferta de viajar a Nueva Orleáns, sobre la base de su arduo trabajo y el largo tiempo que requeriría el viaje. Era una actitud bastante razonable, pero cometió el error de incluir, al mismo tiempo**, en el Illustrated London News, un párrafo en el que hablaba de la imposibilidad de viajar a Estados Unidos, pero añadía: “Si el Sr. Morphy –por cuya habilidad sentimos la más profunda admiración– desea picar espuelas con la caballería ajedrecística europea, debe aprovechar su planeada visita del próximo año. Entonces podrá enfrentarse en este país, o en Francia, Alemania y Rusia, a muchos campeones, cuyos nombres le resultarán familiares, y quienes estarán dispuestos a honrar sus proezas.”
Puede que Staunton no sugiriese que él mismo jugaría con Morphy en 1859. Pero como, por otra parte, cuando Morphy llegó a Inglaterra, aquél no descartó, ni de inmediato ni a lo largo de los tres meses siguientes, la posibilidad de jugar con él, sino que se limitó a contemporizar, los más fieles seguidores de Staunton no pueden mantener que su conducta fue irreprochable ni digna del refinado caballero que, según ellos, era. El escandaloso abuso de su posición en el Illustrated London News para atacar posteriormente a Morphy dice mucho en su contra, si tratamos de explicarnos ahora su conducta.
En cuanto a Morphy, parece haber considerado que un match con Staunton en Londres era sólo cuestión de tiempo, así que estaba impaciente por cruzar el Atlántico. Había una dificultad, por cuanto su familia lo consideraba muy joven, a sus veinte años, para viajar a Europa solo. Sin embargo, los jugadores de ajedrez de Nueva Orleáns estaban entusiasmados, el respaldo financiero asegurado y el comité del club de ajedrez envió una delegación para convencer a la familia, que finalmente accedió a que Paul realizase el ansiado viaje al Viejo Continente. Tanto en Inglaterra como en Estados Unidos se esperaba que Morphy competiría en el siguiente congreso de la British Chess Association, programado en Birmingham, a fines de junio. El Club de Ajedrez de Nueva Orleáns ofreció a su joven héroe una suma suficiente para cubrir sus gastos. Sin embargo, él rechazó la ayuda, diciendo que no deseaba viajar como un jugador de ajedrez profesional.
El 8 de junio Morphy llegó a Nueva York, y al día siguiente se embarcó en el vapor Arabia, rumbo a Liverpool. Su programa, tal y como revelaba Chess Monthly, consistía en participar en el evento de Birmingham. Después, pasar varias semanas en Londres, para jugar allí con Staunton, siempre y cuando éste accediese. Luego, viajar a París y, tal vez, a Berlín, para enfrentarse con los jugadores continentales más destacados. Por último, regresar a casa en noviembre. Un programa así, en aquellos días de “idealismo” en ajedrez, como explica el actual poseedor del título mundial, dejaría a cualquiera sin aliento. Pero entonces Morphy era Morphy, un artista y no un comerciante.
El buque llegó a Liverpool el 21 de junio, la víspera del cumpleaños de Morphy. Se dirigió de inmediato a Birmingham, donde se encontró con que el congreso de la B. C. A. había sido postergado hasta el 24 de agosto, noticia que, lamentablemente, sólo había llegado a Nueva York al día siguiente de la salida del Arabia. Así que se trasladó sin demora a Londres, y el 22 de junio disputó allí su primera partida.* Al día siguiente hizo su primera aparición tanto en el Divan, en el Strand, como en el St. George’s Chess Club, en King Street. Más tarde visitó los salones del Club Philidorian, en Rathbone Place, y también el London Chess Club, en Cornhill. En 1858, éstos eran los cuatro centros de ajedrez más importantes de Londres. En los dos primeros nombrados Morphy jugó la mayor parte de su ajedrez en Inglaterra. El Cigar Divan, inaugurado con ese nombre, en 1828, por un tal Sr. Ries, y posteriormente conocido entre los jugadores de ajedrez como “Simpson’s”, era el lugar preferido de Morphy. Bird, en su Chess History and Reminiscences dice que el maestro americano incluso llegó a decir que “era muy agradable”, lo que resulta sumamente expresivo, tratándose de Morphy. “el joven más inexpresivo con que nos allí nos hemos encontrado.” Al St. George’s y al London Club Morphy sólo acudió en calidad de invitado de sus miembros.
En el St. George’s, ya fuese o no la misma tarde de su primera visita, Morphy conoció a Staunton. Edge (que había conocido a Morphy en Nueva York, donde trabajaba en el Herald, viajó antes que aquél a Londres, y allí lo acompañó, lo mismo que en París, en calidad de secretario privado, según sus propias declaraciones) dice que Morphy, renunciando a su costumbre habitual de esperar a ser invitado para jugar, sugirió a Staunton que jugasen una partida amistosa. Staunton, sin embargo, se excusó, diciendo que tenía un compromiso. Más tarde, cuando volvieron a encontrarse en el St. George’s, nunca accedería a enfrentarse a Morphy en el tablero. Sus únicos encuentros fueron dos partidas en consulta (nº 75 y 76).
Afortunadamente, sí hubo otros miembros del St. George’s menos celosos que Staunton de su reputación, y Morphy comenzó una notable serie de partidas amistosas, en particular con Barnes. Al principio, Barnes se defendió dignamente, en parte porque era un jugador excelente, pero también, sin duda, porque Morphy se encontraba en un entorno extraño y porque, además de ser un mal viajero, acababa de cruzar el Atlántico. Al final, el americano pudo asegurarse una diferencia sustancial. Pero aun así, Barnes fue el jugador europeo con mejor resultado contra Morphy. La mayoría de los demás expertos londinenses también recibieron la atención de Morphy, y no perdió el tiempo en demostrar que quienes habían descalificado su triunfo de Nueva York, a causa de la supuesta debilidad de sus adversarios, estaban muy equivocados. Pero el joven americano no había viajado a Londres para jugar partidas amistosas, y como Staunton no parecía dispuesto a llegar a un acuerdo, accedió a un match con Löwenthal. El maestro húngaro había progresado mucho como jugador, desde que había perdido ante el Morphy de doce años, y ahora era el influyente redactor de la columna de ajedrez de Era. Así pues, se organizó rápidamente un match con una bolsa de 50 libras esterlinas, que luego se incrementó a 100, por deseo de los financiadores de Löwenthal. El encuentro comenzó el 19 de julio y finalizó el 21 de agosto, con la victoria de Morphy por 9-3 y dos tablas. Steinitz declara, haciéndose eco de Zytogorsky, un profesional polaco entonces residente en Londres, que Morphy inmediatamente regaló a Löwenthal algunos muebles que le costaron 120 libras, para su nueva casa.
Entretanto, las negociaciones con Staunton seguían en punto muerto. Staunton, lejos de renunciar a la idea de jugar un match, dejó entender que estaría dispuesto a jugar, pero pedía un mes de prórroga para “pulir sus aperturas y finales.” Morphy no planteó objeción alguna y quedó establecido que el match se disputaría después del Congreso de Birmingham. A mediados de agosto, mientras aún seguía disputando su match con Löwenthal, envió una carta a Staunton. que podemos transcribir literalmente, como ejemplo de su estilo epistolar, y que demuestra su verdadera ansiedad por enfrentarse a maestro inglés.
Estimado Señor:
Puesto que se aproxima el Congreso de Birmingham, a cuya conclusión usted ha dispuesto que comience nuestro match, creo que sería recomendable establecer en esta semana los prolegómenos del mismo. ¿Tendría usted la amabilidad de indicar las fechas en que sus representantes pueden reunirse con los míos, a fin de discutir los detalles de un encuentro tan importante para mí y que, dada su eminente posición, tanto interés despierta en el mundo del ajedrez, y hacer así que su celebración sea un fait accompli?
Respetuosamente suyo,
PAUL MORPHY
Staunton respondió solicitando “algunas semanas” para prepararse. En su contestación, Morphy dejaba los términos del encuentro enteramente a criterio de su rival.
* Nacido el 22 de noviembre de 1807. Falleció el 7 de marzo de 1874.
* Charles Amédée Maurian, nacido en Nueva Orleáns el 21 de mayo de 1838, de familia francesa. En 1890 se trasladó a París, donde murió el 2 de diciembre de 1912. Después de sus primeros encuentros con Morphy, Maurian ganó, en 1858, el primer premio del Club de Ajedrez de Nueva Orleáns. Nunca tomó parte en torneos públicos, pero durante treinta años disputó muchas partidas amistosas, en igualdad de condiciones, con Mackenzie, Steinitz, Chigorin, Zukertort y otros maestros, con buenos resultados. Entre 1858 y 1860 escribió una columna de ajedrez en el New Orleans Delta y, desde 1883 en adelante, fue coeditor, durante muchos años, de la columna del Times-Democrat.
* Löwenthal dice (p. 349): “Es correcto afirmar que en esa ocasión sólo se jugaron dos partidas… El Sr. Morphy ganó la primera y la segunda fue tablas.” Estas partidas aparecen en la presente obra (nº 146 y 147). Otros autores hablan de tres partidas, dos ganadas por Morphy y una tablas. Pero la afirmación de Löwenthal, en una obra supervisada y endosada por Morphy, debe considerarse concluyente, sobre todo porque no hay rastro de una tercera partida. Una supuesta partida en la que Löwenthal le habría dado a Morphy peón y jugada de ventaja, aunque publicada en la revista de La Habana El Pablo Morphy (en junio de 1892), no sólo recibió el silencio de Löwenthal, sino también la firme negativa de C. A. Maurian, en el sentido de que Morphy jamás aceptó ventaja alguna.
1 “Y algunas partidas increíblemente malas” (N.d.T.)
* Véase, en la página 161, la opinión de Morphy sobre el juego a la ciega. No está de más decir que Paulsen fue, gradualmente, preparándose para disputar diez partidas simultáneas a la ciega, hazaña que consiguió realizar con éxito en julio siguiente.
* Estas cifras varían ligeramente según la crónica, pero el número de derrotas coincide.
** Tanto la carta de Staunton como el texto en el I.L.N. están fechados 3 de abril de 1858. Edge no menciona la carta que, sin embargo, sí es publicada por Max Lange.
* Su primer oponente fue F. H. Lewis (1834-1889). Existe una partida entre ellos, ganada por Morphy, pero dado que su autenticidad es dudosa, no se incluye en este libro. Puede verse en Lange (nº 369) y en Maróczy (nº 397). Según algunas fuentes, la primera partida con Lewis fue tablas.
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Jose Luis Mora 09:06, abril 02, 2013
El libro de morphy se edito en mexico,en 1959 por la compañia editorial continental,el libro aqui en mexico era muy comun hace 10 años ,yo lo tengo varias veses ,el video que menciono ,que esta en You tube,se llama la colección CECSA De ajedrez ,pero alli no aparece la portada,esta encuadernado de negro el libro ,ese es de 1964 creo ,el original aqui lo tengo es del 1959 ,la portada es de carton duro ,amarillo claro con recubierta acolores amarilla,y lo tradujo Carlos aguilera
capablack 16:59, julio 05, 2012
Creo que se han salido del contexto los comentarios.
Este libro si ha sido editado en español por la Editorial Continental hace años, pero actualmente se encuentra descatalogado y por lo tanto la inicativa del autor es muy buena, de publicar su Traduccion que como ya sabemos son de gran calidad por las que hemos leido como la que hizo clasico «Mi Sistema»
Saludos y hasta La proxima
Paul Morphy Spain 13:19, mayo 27, 2012
Atonio L. me parece que te lo estás tomando por lo personal, y sinceramente eso es cosa tuya, te repito, al igual que en mi último post, que mi intención no era poner en duda si existe o no, sino si es una obra fácil de conseguir, y Antonio Gude deja claro en su comentario que si existe una traducción anterior, «mea culpa»
De todas formas creo que lo primero era dar las gracias a Gude por habernos regalado esta fantástica traducción de una joya como es este libro, si tú dispones de una versión en castellano te felicito por ello, en mi caso disfrutaré de la traducción de Gude.
Por mi parte no tengo más que decir sobre este tema, un saludo
Antonio L. 11:15, mayo 27, 2012
Hombre, Paul, cuando escribes: «No se si existe» solo puedo pensar que dudas de la existencia del libro, ¿no te parece?
En cuanto a la dificultad de encontrarlo, bueno, todo es relativo. Es un libro que en librerías de viejo he visto varias veces a la venta, y hay otros, aún editados en España, que no he visto ni una vez, y llevo años detrás de ellos. Por eso decía que se encuentra con cierta facilidad, en comparación con estos casos, en los que casi no hay manera, u otros en los que únicamente he visto un ejemplar en muchos años. Hablo siempre de libros de ajedrez del siglo XX.
Paul Morphy Spain 16:49, mayo 26, 2012
No he puesto en duda que exista o no una traducción en castellano, digo que discrepo mucho con que sea un libro fácil de encontrar
Anonymous 13:18, mayo 26, 2012
Para Antonio Gude y PaulMorphySpain: Me sorprende eso de «así que si existe» y «no sé si existe». Los datos que he dado del libro, ¿creen que los invento? Es chocante, pero eso es lo que vienen a decir. En fin, que se le va a hacer.
Jose Luis Mora 08:50, abril 02, 2013
Yo te creo lo tengo 4 veses repetido jajaja ,tambien tengo la colección CECSA COMPLETA DE AJEDREZ ,consta de 28 libros hay un video en You tube que subí, se llama la colección CECSA de ajedrez checatelo.saludos.
Antonio Gude 10:56, mayo 26, 2012
Luis. Sí, conozco ese libro, pero, con todo respeto por Benito López Esnaola, es muy inferior al de Sergeant, con el agravante de que fue escrito 70 años después.
luis 08:45, mayo 26, 2012
Yo tengo una edición del año 1988, de la editorial aguilera, escrito por López Esnaola, que se titula : MORPHY: SU VIDA Y 353 PARTIDAS. Contiene una escueta biografía de unas 15 páginas, y las partidas sin comentarios.
Antonio Gude 22:19, mayo 25, 2012
Anónimo. Lo siento, pero no conozco ese libro, así que si existe, mea culpa.
Anonymous 22:00, mayo 25, 2012
¿Por qué dice que es inédito en español? Tengo delante la traducción mexicana de Editorial CECSA, en concreto la reimpresión de mayo de 1966 (la primera edición es de julio de 1959). Además en un libro que en España se encuentra con cierta facilidad, lo he visto varias veces a la venta en librería españolas.
Paul Morphy Spain 22:37, mayo 25, 2012
No se si existe, pero eso de que se encuentra con cierta facilidad … sinceramente discrepo mucho … Un saludo
Carlos Castillp 18:57, mayo 25, 2012
Excelente trabajo, te agradezco mucho tu esfuerzo de traduccion y que compartas con todos este libro.
Paul Morphy Spain 18:20, mayo 25, 2012
No hay palabras! Eternamente agradecido Antonio. Un abrazo! Víctor
Antonio Gude 11:48, mayo 26, 2012
Me alegro, Paul, de que te intereses por tu propia biografía… Saludos.
Paul Morphy Spain 13:20, mayo 27, 2012
Uno siempre se guarda ciertos secretos :) pero por lo demás una biografía y traducción espléndida! Un abrazo.