ajedrez, mayo 27, 2013

OTRA VEZ BOGOLJUBOV (1)

HISTORIA DEL CAMPEONATO DE LA URSS

IV Campeonato. Leningrado, 11 agosto – 6 septiembre 1925

(EXTRACTO)

Stalin, apoyado inicialmente por Zinoviev y Kamenev, fue desembarazándose de opositores a derecha e izquierda, por el procedimiento de promover enfrentamientos entre sus rivales más directos. Por otra parte, emprende una campaña de desprestigio, basada en desvirtuar los hechos clave de la Revolución, cuando éstos afectan a su actuación o a la de sus rivales. Así, resta protagonismo a Trotsky en la creación del Ejército Rojo y recuerda las reticencias e indecisiones de Zinoviev y Kamenev a la hora de apoyar la insurrección de 1917. La técnica de eliminar rivales es insuperable, incluida falsificación de documentos, supresión de personajes en fotografías, mediante trucajes y fotomontajes, etc. La difamación, la propagación de la mentira es un arte. Aunque se atribuye a Joseph Goebbels*, el ministro de propaganda de Hitler, la famosa frase «una mentira mil veces repetida se convierte en verdad», la idea ya la había formulado Lenin: «Una mentira repetida muchas veces se convierte en una gran verdad.»
Desde enero de 1925 puede decirse que Stalin había marginado a Trotsky del poder, y que la tesis de éste sobre la revolución permanente, con el internacionalismo proletario como telón de fondo, había sido derrotada por la de socialismo en un país. Stalin utiliza su poder y su control del aparato del Partido para conseguir aliados incondicionales, a base de situar en puestos influyentes a personajes dispuestos a poner sus intereses al servicio de aquél.
 
LA CIUDAD ESTRENA NOMBRE Y CLUB
Después de la muerte de Lenin, y en homenaje a éste, Petrogrado pasó a llamarse Leningrado. En febrero se había inaugurado en la ciudad un Club Central de Ajedrez, que aglutinó a la mayoría de los jugadores destacados. Por otra parte, en las factorías de su zona de influencia ya existían entonces más de 200 círculos de ajedrez, con 7.100 jugadores federados, es decir, una tercera parte del total del país (23.000). No obstante, el pulso ajedrecístico latía allí donde se encontrase Romanovsky, que ahora frecuentaba un club de trabajadores en la calle Herzen.
 
UN AÑO IMPORTANTE
Como una primera toma de contacto con el ajedrez occidental, la Sección de Ajedrez decidió enviar un representante a un torneo «burgués» muy significativo: el de Baden-Baden, donde competiría con grandes nombres, entre ellos Alekhine. Se designó a Ilya Rabinovich, otro destacado maestro de Leningrado, muy diferente en estilo a Romanovsky. Rabinovich era la racionalidad suma, el juego lógico y posicional por excelencia, y detestaba entregar material. Su nivel competitivo era muy alto en la URSS, pero faltaba por ver qué haría con los más fuertes de Occidente. Las voces oficiales justificaban su participación diciendo que su jugador podría conseguir información en preparación de un gran torneo que ya estaba en proyecto: el primer torneo internacional de Moscú, programado para fines de año y para el que Krylenko había conseguido ya que el Consejo de Comisarios del Pueblo le garantizase la fabulosa suma de 30.000 rublos.
El caso es que Ilya Rabinovich participó en el fortísimo torneo de Baden-Baden 1925, donde finalizó séptimo (venciendo en su partida a Bogoljubov), lo que fue considerado un éxito por sus compatriotas. Botvinnik recuerda que, cuando Rabinovich, a su regreso, se presentó en el nuevo club, fue recibido con una ovación general.
 
EN BUSCA DE SEDE
A Rojlin, secretario del comité organizador, se le ocurrió que la Casa de los Científicos podía ser una sede muy digna para el IV Campeonato. Se trataba de un magnífico edificio frente al Neva, que había pertenecido a un primo del zar, con espléndidos salones, techos altos y amplios ventanales. Así que concertó una entrevista con el responsable para solicitar algunas salas donde celebrar la competición. Pero el director estaba distante y poco dispuesto a colaborar. Rojlin le mostró entonces una carta de Krylenko, en la que apoyaba la petición, incluso solicitándola como un favor personal.
«¿Quién es este Krylenko?», preguntó el director.
«¿Cómo es posible que no conozca usted», dijo Rojlin, «al presidente del Comité de Justicia del Estado?»
Inmediatamente se produjo una singular transformación en el hombre, quien farfulló:
«¿Cuántas dependencias necesitarán?»
Rojlin vio la posición ganada y no dudó en contestar:
«Todo el edificio.»
Otras fuentes relatan una versión más jacobina del encuentro. Según una de ellas, fueron varios los miembros del comité organizador que acudieron a la entrevista y que, cuando le explicaron la petición al director, éste respondió: «Por encima de mi cadáver», a lo que uno de los visitantes comentó, muy tranquilamente, que esa condición tal vez no supusiese un obstáculo infranqueable. En el desenlace coinciden todas las fuentes.
(continuará)
*Posiblemente porque fue quien con más convicción y eficacia utilizó la idea.
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