ajedrez, junio 15, 2020

TAIMANOV FRENTE A SU DESTINO

PRÓLOGO

 

 

Las cosas que más le importaban a Mark Evgenievich Taimanov eran el ajedrez, la música y las mujeres, no necesariamente en este orden.

No fue un niño prodigio del ajedrez, pero sí, por partida doble, del cine y la música.

Sucedió que, en 1936, una empresa cinematográfica buscaba un niño para interpretar  a un violinista prodigio. Acudieron al Conservatorio de Leningrado y eligieron como el más idóneo a Mark. El único inconveniente era que el niño no sabía tocar el violín. Lo suyo era el piano. Pero en pocos meses aprendió los movimientos del arco y toda la técnica interpretativa del instrumento. Así que, en 1937 se rodó y estrenó la película Beethoven Concerto, con Taimanov de protagonista, que acabó ganando un premio en el Festival de París. “Inesperadamente, me convertí en una estrella del cine”.

Años más tarde, el famoso violinista Isaac Stern le diría a Taimanov que no conocía a ningún violinista soviético competente y que el único que le había llamado la atención era el niño de aquella película. “¡Pues era yo y no era violinista!”, comentó, con toda naturalidad, Mark.

Había nacido el 7 de febrero de 1926, en Jarkov (Ucrania), en el seno de una familia judía. En agosto de ese mismo año la familia se trasladaría a Leningrado.

Su vocación o predestinación musical le vino a Taimanov de su madre, profesora de piano. La ajedrecística, de su padre, un ingeniero de la construcción y gran aficionado al ajedrez.

En cualquier caso, sus comienzos en el juego rey no tuvieron nada de grises.

Poco después de su aventura cinematográfica, eligió el ajedrez en el Palacio de Pioneros. Su primer instructor fue el maestro Alexei Sokolsky. Luego, Grigori Loevenfish y, más tarde, un debutante en la enseñanza del ajedrez: Mijail Botvinnik.

En 1939 era ya jugador de primera categoría (es decir, en torno a los 2000 Elo) y campeón escolar de Leningrado.

Al comenzar la invasión del ejército alemán, durante la Segunda Guerra Mundial, fue evacuado con otros estudiantes del Conservatorio a la lejana Tashkent.

Finalizada la guerra, reanuda sus estudios de música y, en 1946, se casa con Lyubov Bruk, una compañera de estudios en el Conservatorio de Leningrado, con quien había formado un dúo de piano. Ambos tienen 19 años.

En 1947 nace su primer hijo.

 

UNA CARRERA SOBRESALIENTE

Hagamos un breve recorrido por los momentos más significativos de su carrera ajedrecística.

No consiguió el título de Maestro del Deporte hasta los veinte años. Pero a los veinticuatro era maestro internacional y  gran maestro a los veintiséis.

En 1948 y 1950 gana el Campeonato de Leningrado. Ese último año, en el que comparte el segundo puesto en el torneo internacional de Szczawno Zdroj,  Taimanov era el número trece del ranking soviético, por delante, entre otros, de Viacheslav Ragozin y Vladimir Makogonov.

1952 fue un gran año para él. Ganó en Liverpool el Campeonato Mundial de Estudiantes, empatado con Bronstein, y en el Interzonal de Estocolmo finalizaría segundo (empatado con Petrosian), clasificándose así para el Torneo de Candidatos. A finales de año venció, con negras, a Botvinnik en el 20º Campeonato de la URSS, empatando ambos en el primer puesto, cayendo, aunque dignamente, en el desempate (2,5-3,5) ante el campeón del mundo.

En 1953 participa en el supertorneo de Candidatos al título mundial de Zurich/Neuhausen, con 15 participantes  a doble vuelta. En sus propias palabras, “sin duda el más hermoso torneo del siglo veinte, tanto en términos de calidad, como de intensidad de la lucha.” Tenía entonces 27 años y finaliza empatado con Alexander Kotov en el octavo puesto, con 14 puntos en 28 partidas (+7 -7 =14), un resultado muy equilibrado. Smyslov fue allí el claro triunfador, con Keres, Bronstein y Reshevsky empatados en el segundo puesto, y luego Petrosian, Geller y Najdorf: todo un formidable elenco estelar.

En 1954 finaliza segundo en el Campeonato de la URSS.

1956 es otro gran año, pues además de ganar el torneo de Budapest, es tercero en el Memorial Alekhine, con una performance Elo de 2761. En la Olimpiada de Moscú integra el equipo de la URSS como segundo reserva, logrando la medalla de bronce individual (+6 =5). Por último, se corona campeón de la URSS, al superar en el triangular de desempate a Spassky y Averbaj.

Entre 1950 y 1956 el Elo histórico lo sitúa en el top ten mundial.

En 1957, a los treinta años, está considerado quinto del mundo.

En los años siguientes gana los torneos de los Países Bálticos en Leningrado (1958), Dresde (1959), Federación Rusa (1960), Santa Fe, Dortmund y Rostov (1961), Marianske Lazne (1962) y Luxemburgo (1963), y finaliza segundo en el 30º Campeonato de la URSS (1962).

En 1964 viaja por primera vez a Cuba, donde participa en el Memorial Capablanca de La Habana, un megatorneo de 22 jugadores. Aunque finaliza invicto, sólo es tercero, a medio punto de los vencedores, Uhlmann y Smyslov.

En 1965 gana los torneos de Budapest y Copenhague.

En 1966 es 1º en Helsinki y comparte el segundo puesto en el 33º Campeonato de la URSS.

En 1967 vuelve a Cuba y es 2º en el Memorial Capablanca. 4º en el Campeonato de la URSS.

Gana el torneo de Reykjavik en 1968 y el de Zalaegerszeg en 1969, así como los de Wijk aan Zee y Skopje en 1970.

Representó, además, a la URSS en los Campeonatos de Europa de países de Viena (1957), Oberhausen (1961), Hamburgo (1965) y Kapfenberg (1970), en todos los cuales su equipo consiguió la medalla de oro y él medallas individuales en su tablero.

 

EL TOQUE TAIMANOV

Dijo Artur Yusupov que admiraba “el magnífico estilo posicional” de Mark Taimanov, y éste, al comentar una de sus partidas con Fischer, declaró sentirse orgulloso de su profundo juego posicional. Curiosamente, a mí siempre me ha parecido un jugador de estilo eminentemente táctico, si por eso se entiende el juego agudo, la búsqueda de complicaciones, la lucha dinámica y el afán por asumir la iniciativa.

En el torneo de Candidatos de Zurich nuestro hombre jugó una espléndida partida contra Petrosian, que le valió uno de los premios de belleza.

 

TAIMANOV – PETROSIAN

Torneo de Candidatos

Zurich, 6.10.1953

Defensa Nimzoindia (E58)

(…)

Bronstein la comentó así: “Una de las más hermosas partidas del torneo: las blancas penetran con éxito en la posición enemiga por medios puramente combinativos, sin emplear avalanchas de peones.”

Por otro lado, el hecho de que para enfrentarse a Bobby Fischer hubiese querido elegir a Tal como segundo abunda en el sentido de nuestra idea.

En una entrevista con Joël Lautier, a la pregunta ¿quiénes son sus jugadores favoritos?, responde: “Alekhine, Tal y Kasparov.”

En la siguiente partida veremos cómo explota el retraso de un rey en el centro.

 

TAIMANOV – POLUGAIEVSKY

27º Campeonato de la URSS

Leningrado, 14.2.1960

Gambito de Dama Aceptado (D23)

 

EL TEÓRICO DE APERTURAS

Mark Taimanov era un reputado investigador de aperturas, que no sólo publicó excelentes monografías sobre las que eran de su especialidad, como la Siciliana, la India de Rey o la Nimzoindia (tres volúmenes), sino también sobre la Eslava, la Catalana, la Holandesa y la India de Dama, entre otras. Además, realizó numerosas aportaciones en distintos sistemas y hay al menos cuatro variantes que llevan su nombre:

 

1) En la Siciliana: 1.e4 c5 2.Ìf3 e6 3.d4 cxd4 4.Ìxd4 a6 5.Ìc3 Ëc7 6.Íd3 Ìc6 7.Íe3 Ìf6 8.0-0 Ìe5.

2) En la Nimzoindia: 1.d4 Ìf6 2.c4 e6 3.Ìc3 Íb4 4.e3 Ìc6.

3) En la India de Rey: 1.d4 Ìf6 2.c4 g6 3.Ìc3 Íg7 4.e4 d6 5.Ìf3 0-0 6.Íe2 e5 7.0-0 Ìc6 8.d5 Ìe7 9.b4.

4) En la Benoni Moderna: 1.d4 Ìf6 2.c4 c5 3.d5 e6 4.Ìc3 exd5 5.cxd5 d6 6.e4 g6 7.f4 Íg7 8.Íb5+.

 

Por otra parte, y como él mismo revela en este libro, había investigado en profundidad otras variantes de la Siciliana, que siempre mantenía en reserva, como segundas o terceras opciones, para el caso de que las cosas no le fuesen bien con su variante predilecta.

DE MALLORCA A VANCOUVER

La última partida que juega en el Campeonato de la URSS de 1969 no está exenta de errores, pero en ella puede apreciarse la fe de Taimanov en sus posibilidades y cómo, en lugar de optar por la profilaxis, busca alcanzar al rey blanco, ignorando el ataque sobre su propio rey. Probablemente fue la partida de su vida.

 

LUTIKOV – TAIMANOV

37º Campeonato de la URSS

Moscú, 11.10.1969

Defensa Siciliana (B48)

 

En la primavera de 1970 tiene lugar, en Belgrado, el famoso Match del Siglo entre las selecciones de la URSS y el Resto del Mundo. A Taimanov se le asigna el séptimo tablero soviético, que defiende con éxito ante quien sería uno de sus rivales directos en el Interzonal, Wolfgang Uhlmann, derrotándolo en su minimatch por 2,5-1,5.

El Interzonal de Palma de Mallorca, celebrado a fines de año, fue el gran despegue de Fischer hacia la gloria. Allí, con un impresionante sprint final, sumó 18,5 puntos en 23 partidas, superando a sus inmediatos rivales (Larsen, Geller y Hübner) en 3,5 puntos, y rompiendo así el récord establecido en el Interzonal de 1952 por Kotov, quien había superado al segundo clasificado (precisamente Taimanov) en 3 puntos.

Pero si su última partida en el Campeonato Soviético de 1969 fue un momento de gloria, la última de Mallorca arrojó sombras sobre Taimanov. El suspense en cuanto a los clasificados para la fase de Candidatos se mantuvo hasta esa ronda final, en la que cuatro jugadores (con 12,5) tenían posibilidades, aunque ligeras, de alcanzar a Taimanov y Uhlmann (ambos con 13). Uhlmann ganó una bonita partida y se clasificó brillantemente, mientras que Taimanov lo hizo de forma sospechosa. Su rival, Milan Matulovic, llegó quince minutos tarde e invirtió apenas 64 minutos en 41 jugadas, perdiendo sin ofrecer mayor resistencia. Korchnoi diría más tarde que no había misterio alguno: “Todo el mundo del ajedrez sabe que Matulovic vendió el punto por 400 dólares.”

Así pues, tras su quinto puesto en Mallorca, con 44 años y un Elo de 2600 (13º del mundo), Mark Taimanov se había proclamado aspirante al título mundial.

Tenía seis meses para prepararse y cuando el sorteo le depara el enfrentamiento con Fischer, sus amigos se apenan pero él se siente animado y hasta contento por tener que medirse con el monstruo americano.

Pide asesoramiento  a Botvinnik, y el patriarca se muestra muy cooperador, entregándole incluso un dossier que había elaborado sobre Fischer por el tiempo en que se hablaba de un posible match entre ambos. El informe de Botvinnik, incluidos sus comentarios personales, sin duda tenía un considerable valor. Pero hay observaciones que resultan pintorescas. Por ejemplo: “Fischer tiene tendencia a realizar jugadas largas de dama.” ¿Qué significa esto? ¿Tenía el campeón norteamericano esa tendencia en posiciones en las que se requerían esas jugadas largas de dama o, por el contrario, en posiciones en las que no se requerían? ¿Las realizaba en posiciones en las que otros colegas suyos no las hubieran hecho? Me cuesta creer que tales jugadas largas fueran una excentricidad de Fischer y, en consecuencia, difícilmente me parecería una observación valiosa o una peculiaridad técnica a tener en cuenta.

Esa petición de ayuda le costó cara a Mark Taimanov, porque el patriarca extendió su autoridad a todas las cuestiones concernientes a su inminente match con Bobby Fischer, de tal modo que incluso interfirió en un aspecto tan sumamente personal como la elección de ayudantes. Taimanov quería que Tal y Vasiukov fuesen sus segundos, pero Botvinnik se opuso a la designación de Tal, porque “ambos sois de temperamento bohemio, y eso podría traducirse en que la atmósfera antes del match no sea lo suficientemente ascética.”

Si las recomendaciones de Botvinnik eran acertadas, no es seguro que lo fueran para Taimanov. Yuri Averbaj lo vio muy claro: “Puede que el material fuese muy valioso, pero teniendo en cuenta la idiosincrasia totalmente opuesta de Botvinnik y Taimanov, lo sería para otra persona.”

La Federación Soviética convoca a sus mejores maestros, requiriéndoles que redactasen informes acerca de Fischer, junto con sugerencias para neutralizar su juego. En una reunión celebrada en el Comité de Deportes, se cita a las grandes figuras, incluido Botvinnik y el vigente campeón mundial, Boris Spassky. Se les pide su opinión: ¿qué consejo dar a Taimanov? Cada uno expone la suya. Muchos se reservan o no se atreven a expresar su verdadero sentir. Spassky dice: “Creo que lo mejor es no decirle a Taimanov la verdad acerca de la fuerza real de Fischer.”

Los pronósticos generales son favorables a Fischer. Botvinnik, tenuemente, sugiere que Taimanov tiene sus posibilidades si logra anular el juego activo de Fischer. Tal es más optimista y valora la capacidad táctica de Taimanov en ese tipo de juego en el que Fischer se siente incómodo. Naturalmente, la cuestión es cómo imponerlo, cómo poner el cascabel al gato.

El candidato juega con sus segundos, Evgeni Vasiukov y Yuri Balashov, partidas de entrenamiento en consulta, en las que éstos disponen de la posibilidad de acceder a libros de aperturas e incluso de mover las piezas en una habitación contigua. El resultado (1-1 y varias tablas) le parece satisfactorio. Juntos analizan 500 partidas de Fischer. El gran maestro Mark Taimanov se dispone a presentar batalla.

Pero ahora estamos ya en Vancouver, en la costa canadiense del Pacífico. Tras algunos desajustes logísticos, el 16 de mayo se juega la primera partida. Taimanov pierde, al desaprovechar una posición  favorable en el medio juego.

Pierde también la tercera partida (que se jugó antes de haber finalizado la segunda), escapándosele lo que parecía una victoria inevitable.

Cuando llevan ocho o diez días en Vancouver, sus analistas se dan cuenta de que Taimanov está mal nutrido. ¿Razón? Mientras ellos frecuentan el restaurante del hotel, su jefe sólo consume algunos alimentos básicos de un autoservicio. Quiere ahorrar la asignación del Comité de Deportes a fin de poder comprar regalos para su familia.

Después de cometer un fatal error en la reanudación de la segunda partida (en posición de claras tablas), Taimanov debe acudir al hospital a causa de una alta presión sanguínea y el encuentro se interrumpe durante tres días.

El 1º de julio se juega la sexta y última, que vuelve a ganar Bobby Fischer, sellando así su aplastante victoria en el match por 6-0.

Un resultado devastador que, sin embargo, no refleja en modo alguno lo igualado de la lucha, como admitiría el propio Fischer, quien incluso añadió que el resultado final debió haber sido 3,5-2,5.

Las seis partidas del match, los momentos críticos, los errores y las decepciones están perfectamente comentados en el libro y hay poco que añadir.

“Me parecía que estaba cumpliendo una misión. Tal vez ese haya sido el principal error.”

 

EL MUNDO DESPUÉS DE FISCHER

El 7 de junio la Federación Soviética celebra una reunión del Comité de entrenadores  que se convierte prácticamente en un juicio sumarísimo a Taimanov, sin éste presente. Baturinsky niega que fuese así. Pero apenas nadie defiende al árbol caído. Keres dice que sus amigos lo han abandonado y que todos han subestimado el talento de Fischer. Spassky, con su habitual humor cáustico, dice: “Cuando todos hayamos perdido con Fischer, ¿también se nos arrastrará por el fango?”

Altos funcionarios del Partido  atribuyeron la derrota de Taimanov (“la mayor catástrofe en la historia del ajedrez soviético”) a razones que no tenían tanto que ver con el ajedrez como con la política. Había que buscar una razón. Un gran maestro soviético no podía perder así con un norteamericano. Taimanov fue el chivo expiatorio de la tremenda frustración soviética.

El libro que le fue incautado en la aduana de Moscú era El primer círculo, de Alexander Solzhenitsyn. En un paralelismo dantesco, eso supuso, ciertamente, el primer círculo del infierno para Mark Taimanov. Primero fue criticado en los medios de comunicación. Luego por sus colegas. Pero la cosa no quedó ahí. Siguió una caza de brujas de las autoridades y la repulsa general: su ejecución civil, como él mismo la llama y describe detalladamente en este libro, privándosele del estipendio de gran maestro y prohibiéndosele viajar al extranjero, lo que afectaba, sobre todo, a sus conciertos de piano.

Su calvario se vio aliviado marginalmente cuando Bent Larsen sufría la misma ignominiosa derrota por 6-0 en semifinales. Pero siguió estando represaliado durante un tiempo.

Su participación en el  Interzonal de Leningrado (1973) incluso fue debatida en el Comité Central del PCUS y, en última instancia, las autoridades decidieron “perdonarle”. Como le dijo un importante personaje, “tuvimos que elegir entre perdonarte o hundirte del todo”.

Durante el Interzonal, los periodistas preguntaron a los participantes quién sería el aspirante que se enfrentaría a Fischer en 1975. Torre y Radulov, por ejemplo, dijeron que Spassky. Taimanov dijo “Yo, desde luego, no.”

Tas doblar el medio siglo, Taimanov no se había olvidado de jugar. Veamos, por ejemplo, su victoria sobre el campeón mundial, Anatoly Karpov, en 1977, una partida considerada de las mejores del período por el jurado de Informator.

 

KARPOV – TAIMANOV

Torneo 60º Aniversario Revolución de Octubre

Leningrado, 25.6.1977

Defensa Siciliana (B28)

(…)

Otra interesante partida es la que le gana a Walter Browne en Wijk aan Zee, por entonces en la plenitud de su juego, mientras que Taimanov es ya un veterano a punto de cumplir 55 años.

 

TAIMANOV – BROWNE

Wijk aan Zee, 1.2.1981

Defensa Nimzoindia (E54)

(…)

En la década de los noventa, el gran maestro aún se mantenía muy activo y, entre otras cosas, ganó el Campeonato Mundial de veteranos en 1993 y escribió un libro con sus mejores partidas, Taimanov’s Selected Games, publicado por Cadogan en 1995. Tres años después, aparecería The Soviet Chess Championships, escrito en colaboración con Bernard Cafferty.

El libro que tiene en sus manos fue publicado (únicamente en ruso) en 1993. Curiosamente, y pese a lo que su título sugiere, más que una crónica de las desgracias que le ocurrieron al autor como consecuencia de su aparatosa derrota en Vancouver, se trata de un auténtico homenaje a Robert James Fischer, en el que deja tangible su admiración profesional por el campeón, el reconocimiento que un artista hace de otro, de un intérprete de arte mayor. En sus propias palabras, “se trata de un ensayo sobre el jugador norteamericano y describe cómo percibí su estilo y su personalidad, una vez que finalizó el match.”

 

LA MÚSICA Y LA VIDA

Desde 1950, el dúo Taimanov/Bruk realizó numerosas giras por la URSS y por el extranjero. En 1954, por ejemplo, dio un famoso concierto en Londres. Años después, la prestigiosa firma musical Philips & Steinway incluyó las grabaciones del dúo en su colección Grandes pianistas del siglo veinte.

Taimanov tenía amistad personal con el gran violoncelista Mstislav Rostropovich y el pianista Sviatoslav Richter, pero sobre todo con el famoso compositor Dmitri Shostakovich.

¿Y sus preferencias musicales? Los románticos: Chopin, Schumann, Schubert… pero también Francis Poulenc y los rusos Rashmaninov, Chaikovsky, Shostakovich y Jachaturian.

Tras divorciarse de su primera esposa, Mark volvió a casarse otras tres veces, y a los 78 años fue padre de gemelos, un suceso nada común, pues entre el nacimiento de éstos y el de su primer hijo mediaban cincuenta años.

Por lo que sabemos, parece que escribió un libro de memorias, Remembering the most memorable, en 2003, una narración que enfatiza en su vida creativa, tanto en la música como en el ajedrez, pero no nos consta que haya sido publicado.

En una entrevista telefónica de abril 2016, tras haber cumplido los noventa, Konstantin Pyryaev le pregunta que opina de los análisis de computadora de las partidas de épocas anteriores (años 1950-1990, por ejemplo). Taimanov: “Desde hace muchos años mantengo amistad con Gary Kimovich Kasparov, pero en este aspecto disentimos. Algunas de las partidas del pasado que consideramos obras maestras son criticadas por los módulos de análisis, que incluso las descalifican de forma implacable. Creo que esto es como si la computadora analizase la Quinta Sinfonía y condenase que Beethoven haya recurrido a quintas paralelas, al no estar permitidas por la teoría clásica de la composición. Un análisis así podría destruir nuestras brillantes sensaciones de las mayores obras maestras de la creatividad musical, y me parece que tal descalificación de las grandes obras de arte sería, como mínimo, ofensiva.”

Porque el ajedrez es arte para Taimanov: “Concibo el ajedrez como un arte antes que nada, y cuando juego al ajedrez, trato de hacerlo como un artista.”

La principal actividad del gran maestro, si es que puede llamarse actividad a ese sentimiento, era amar la vida. “El mayor regalo de la naturaleza es el amor, y el amor por las mujeres siempre ha sido una parte esencial de mi vida.”

Y la vida le ha correspondido, permitiéndole mantener su vitalidad hasta el 28 de noviembre de 2016, tras haber cumplido unos largos noventa años, durante los cuales nos hizo partícipes de una riquísima y conmovedora experiencia humana y creativa.

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5 comentarios

  1. edison olmedo 23:48, noviembre 07, 2020

    Buenas tardes.Como puedo conseguir el libro de Taimanov?

  2. Jorge Barrento 23:45, junio 17, 2020

    Excelente artigo. Parabéns.!

  3. José Sarmiento 01:23, junio 16, 2020

    Muy buen artículo que refleja la vida pública de un artista con sus éxitos y caídas.
    Gracias Maestro Antonio Gude!

  4. Marcos Köhn 23:11, junio 15, 2020

    Un relato magistral, con un final humano y conmovedor. Gracias

  5. Viorel 21:39, junio 15, 2020

    Excelente artículo! Muy interesante.