literatura, septiembre 15, 2011

TAMATA Y LA ALIANZA

Elez, un asiduo del blog, llama mi atención sobre unas referencias al ajedrez contenidas en el libro del título (original, Tamate et l’Alliance, 1993), de Bernard Moitessier, publicado en España por Ed. Juventud (1995).

«Mi padre tiene los pies bien anclados en la tierra. Mira lejos y su vida parece una partida de ajedrez, juego en el que destaca» (p. 81).

A Elez le parece extraña la expresión «mira lejos» y no es para menos. Posiblemente sea una traducción literal del francés, y podría querer decir «es de altas miras», o algo por el estilo. También se pregunta qué significa «su vida parece una partida de ajedrez». Bueno, podría ser una metáfora más o menos manida: comparar la vida con una partida de ajedrez o a la inversa. ¿Muchas aventuras, tal vez?

«Admito que todo esto parece bastante vago y nebuloso. Por tanto voy a intentar limitarme a presentar las piezas en el tablero de ajedrez. Eso permitirá comprender mejor cómo traté de prender la hoguera.
En un lado del tablero, el Papa (…)
Del otro lado del tablero, los Amigos de la Tierra (…)
Colocando entre el Papa y los Amigos de la Tierra este tercer símbolo representado por el abandono de mi seguridad material, yo me planteaba el formidable reto de un jaque mate a todo nuestro sistema político, económico y moral. Un jaque mate que sacudiera tal vez la conciencia de Occidente, hiciera caer las caretas, y desembocara entonces en una especie de revolución cultural. ¡Casi nada!» (p. 219)

«No hace falta ser profeta para comprender que un día, próximo o lejano, se producirá el gran hundimiento económico que pondrá en jaque al becerro de oro de Occidente y sacudirá al planeta entero.» (p. 290).

Moitessier, (1925-1994) era un navegante y aventurero francés (aunque nacido en Vietnam, cuando el país era Indochina), autor de varios libros sobre sus viajes, con interesantes reflexiones vitales. Una de sus citas más conocidas es:

«Soy ciudadano de una nación inmensa, sin fronteras ni límites. Una nación que no miente, de reglas duras, pero simples. Una nación de viento, luz y paz, sólo regida por el mar.»
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4 comentarios

  1. Antonio Gude 16:45, septiembre 15, 2011

    Muy estimulantes vuestros comentarios. Mi padre, marino vocacional y admirador sin límites de los navegantes solitarios, se habría interesado mucho por este hombre. Saludos.

  2. elez 15:45, septiembre 15, 2011

    http://www.elmundo.es/magazine/num188/textos/32.html
    un personaje curioso , muy afin a mi en lo «practico» (me rapo la cabeza al cero porque es mas practico) y muy distante a mi por la fuerza que tiene para ser consecuente con sus ideas y directrices morales, para mantener «la alianza» que llama él.

  3. Anonymous 14:52, septiembre 15, 2011

    Continuación:
    “Bernard Moitessier nació en Indochina en 1925. Se inició en la navegación en su juventud con los pescadores del golfo de Siam y más tarde surcó como patrón los legendarios mares del Sur. Con la experiencia de haber navegado según los métodos más primitivos, y enriquecida su formación por los marinos de Asia, nació en el fondo de su ser un amor por la mar que marcaría toda su vida. En 1966, acompañado por su esposa Françoise, dobló por primera vez el cabo de Hornos a bordo del Joshua, uniendo sin escalas Tahití con Europa.
    Bernard Moitessier ha sido uno de los más arrojados e intrépidos navegantes en solitario de todos los tiempos. Fascinado por los océanos y las altas latitudes, toda su vida deseó que, como en un poema, el hombre, su barco, el mar y los elementos se fundieran y vibraran al unísono.
    Bernard Moitessier no solo fue un marino fuera de serie que llegó, en sus travesías, al límite de la resistencia humana, sino también un autor que sabe transmitir a los lectores la intensidad de su vida, sus emociones, su experiencia y sus hazañas” (Tomado de la Red).

  4. Anonymous 14:51, septiembre 15, 2011

    Saludos,Antonio:te adjunto un complemento
    “Tamata y la Alianza es el relato de la aventura de una vida. Bajo la mirada atenta de los dioses de su Asia natal, Bernard Moitessier nos cuenta su mágica juventud en Indochina. En su pueblo del golfo de Siam, que dejó en él una huella indeleble, oye por primera vez la llamada del mar. Después se inicia una guerra fratricida entre franceses y vietnamitas, que le obliga a salir de su país hacia el inmenso horizonte a bordo de su junco Marie Therèse. Inicia una aventura marítima y humana con múltiples facetas, la de un pionero, marcada por continuas luchas por conquistar y preservar sus opciones fundamentales. Después de cumplir los cuarenta años emprenderá el “Largo viaje”, asombrosa navegación en solitario durante seis meses y sin escalas y de la que saldrá transformado para siempre.
    Después de este giro fundamental y durante los siguientes veinticinco años, se esfuerza por transmitir (en Polinesia, en América y en Europa) las cosas esenciales que la vida le ha enseñado: participar en la evolución del mundo transformando nuestros sueños en actos creadores.
    Tamata y la Alianza se lee como un cuento épico en donde, en cada encrucijada de una existencia plena de vueltas imprevisibles, se enfrentan el niño mimado por los dioses y su terrible enemigo el Dragón.
    Tamata y la Alianza es el resultado de una fe absoluta en nuestro libre albedrío: somos nosotros solos quienes, en vez de sufrirlo, guiamos nuestro destino. Moitessier, en este libro, lanza un grito de alarma a sus contemporáneos sobre la urgencia del despertar de las conciencias a nivel planetario.
    Tamata y la Alianza es la mirada serena de un hombre hojeando su álbum de fotos, el recorrido de un vagabundo que se atreve a plantear objetivos más grandes que su propia persona. El último objetivo que atañe a todos los humanos”.
    Jairo