ajedrez, noviembre 14, 2010

TODOS LOS HORRORES, EL ERROR (2)

Pero veamos el caso contrario, en el mismo tipo de combinación. A la posición del diagrama se llegó después de 1 e4 c5 2 Cf3 Cc6 3 d4 cxd4 4 Cxd4 Cf6 5 Cc3 d6 6 Ag5 Ad7 7 Dd2 a6 8 Ae2 e6 9 Td1 h6 10 Ah4


Un esquema que nos recuerda la posición anterior: el alfil blanco en h4, dama blanca en d2, negra en d8 y el caballo negro en f6, pero…
10 … Cxe4?
Aquí, un jugador nada sospechoso de torpeza táctica, como Leonid Stein en sus mejores tiempos, sufre una tremenda alucinación.
11 Axd8 Cxd2 12 Ab6!
He aquí por qué. Ahora el caballo negro de d2 queda encerrado y las negras pierden pieza sin remisión. Sucedió en la partida Minev-Stein (Sofía 1965, match Bulgaria-Ucrania, primer tablero). La causa del error en este caso también tiene que ver con la pereza (uno de los males del jugador de ajedrez, según el excampeón mundial Max Euwe). Una forma de pereza relacionada con la extrema facilidad. Seguramente Stein (que, por cierto, era un gran jugdor de Blitz) se había encontrado muchas veces con una posición de este tipo, que habría liquidado con esa «sencilla» combinación. Pero en este caso, los elementos concretos (¡los detalles!) de la posición la invalidaban.
(continuará)

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