ajedrez, noviembre 28, 2010

¿ALGUIEN RECUERDA A STEIN?

Leonid Stein dejó una profunda huella en el ajedrez.
Vale la pena recordar que, en la década de los sesenta, ganó tres campeonatos de la URSS (1963, 1965 y 1966). En el primero de ellos empató con Jolmov y Spassky, pero se impuso en el triangular de desempate.
Entre sus numerosos triunfos en competiciones internacionales, se cuentan los supertorneos de Moscú 1967 y 1971, este último empatado con Karpov, superando en ambos a varios campeones mundiales y otras figuras de primerísima fila.
En el libro Stein: la estrategia del riesgo, Gufeld y Lazarev nos hablan de la personalidad de este gran jugador:
«El amor de Stein por el ajedrez no tenía nada que ver con la vanidad y era abrumador. Con un corazón abierto, aceptaba lo que el juego le ofrecía: penas y alegrías a un tiempo. (…)
(Lo que caracterizaba a su ajedrez era…)
«En primer lugar, la elegancia y facilidad de sus partidas. A veces daba la impresión de que ni siquiera se esforzaba, como si estuviese sentado a un lado del tablero y moviese sus piezas con displicencia. En sus años de formación lo normal es que invirtiese 15/20 minutos en toda la partida, fuese cuál fuese el resultado. Cada victoria de Stein, conseguida a un intenso ritmo, siempre producía la impresión de una pequeña maravilla.»
Veamos una partida suya:

Stein-Birbrager
Campeonato de la URSS, equipos, 1966
Defensa Caro-Kann (B10)

1 e4 c6 2 d3
Stein no estudiaba demasiado las aperturas y solía adoptar el Ataque Indio de Rey contra defensas semiabiertas.
2 … d5 3 Cd2 dxe4 4 dxe4 Cf6 5 Cgf3 Ag4 6 h3 Ah5?
«Un grave error. Ahora las blancas consiguen una posición muy superior con jugadas sencillas. Era obligada la continuación 6 … Axf3, que conduciría a un juego igualado» (Stein).
7 e5 Cd5 8 e6!
«Un sacrificio típico en posiciones similares, para bloquear el flanco de rey negro» (Gufeld).
8 … f6
«Después de esto, las negras tendrán un juego difícil, pero todavía era peor aceptar el peón: 8 … fxe6 9 g4 Ag6 (o 9 … Af7) 10 Ce5» (Stein).
9 g4 Ag6 10 Cd4 Cc7 11 c3 Dd5
Aquí cualquiera pensaría en 12 Df3…

12 Db3!! Dxh1?
«Grave y decisivo error. Las negras tenían que haber cambiado damas, aunque en tal caso la ventaja blanca resultaría también abrumadora. La aceptación del sacrificio de torre conduce a una rápida derrota» (Stein).
13 Dxb7 Rd8 14 C2f3 Ad3 15 Af4! Dxf1+ 16 Rd2 Dxf2+ 17 Rxd3 Cxe6
«Más resistente era 17 … Cba6, pero incluso en este caso, despuçes de 18 Rc4!, el mate estaría a la vista» (Stein).
«Es una pena que las negras no cierren la partida permitiendo esa asombrosa jugada de rey a c4. Una jugada de problema que plantearía la amenaza 19 Td1, seguida de 20 Cxc6+ Re8 21 Dxa8+ Cxa8 22 Td8+!`. Dado que Birbrager era un maestro en composición ajedrecística, se dio cuenta de que no recibiría precisamente una mención honorífica de su equipo por un remate así. Quizá por esa razón, prefirió un final más prosaico…» (Gufeld).
18 Cxe6+ Re8 19 Dc8+ Rf7

20 Cfg5+! (1-0).
Si 20 … fxg5 (20 … Rg6 21 De8+ Rh6 22 Dh5++) 21 Cxg5+ Rf6 (21 … Rg6 22 De6++) 22 De6(f5)++.
Enorme talento, gran capacidad de cálculo, Stein era bueno en todos los juegos: póquer y otros de naipe, billar…
También era excesivo en su amor por la vida: trasnochaba, bebía…
A su regreso de un torneo internacional, se reunió con un ex entrenador suyo para comentarle algunas partidas. Resultó que no tenía ningún tablero en casa, pero sí una botella de coñac, que entre ambos liquidaron en un par de horas.
Stein no tuvo suerte en la lucha por el Campeonato Mundial.
Sí, ya sé que, en ajedrez, la suerte no existe.
Pero hablemos de circunstancias afortunadas o desafortunadas.
¿Cómo llamar, por ejemplo, al hecho de que cuando nuestro rival va a coger la pieza para darnos mate, se le cae la banderita? ¿O si un rival más fuerte elige entrar en la variante de apertura que mejor conocemos?
En Estocolmo 1962 y Amsterdam 1964 le cerró el paso el cupo de jugadores de un mismo país (la sibilina propuesta de Botvinnik, aprobada por la FIDE), según el cual otros jugadores, clasificados detrás de él, pasaron a disputar la fase de Candidatos. En Sousse 1967 empató en el sexto puesto con Portisch y Reshevsky, pero no se clasificó en el desempate.
Menos suerte tuvo aún con la vida.
En 1973, en vísperas del viaje de la selección soviética a Bath (Inglaterra), para participar en el Campeonato de Europa de equipos nacionales, sintió un fuerte dolor de cabeza y recurrió al servicio médico del hotel, donde se le administró una inyección. Era el 4 de julio y los médicos no pudieron salvarle. Tenía 38 años.

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2 comentarios

  1. rechesqui 10:46, noviembre 16, 2011

    Jeje, lógicamente quise decir inacabada!

  2. rechesqui 10:45, noviembre 16, 2011

    Exquisita miniatura.como dicen Gufeld y Lazarev en su libro»También como Schubert,Stein dejó al mundo de ajedrez su Sinfonía acabada:sus brillantes partidas».
    Suerte para la entrevista,trataré de escucharte